La directiva de la Unión Europea (UE) que regula el reciclado de vehículos dictamina que el 95 por ciento de un automóvil deberá ser reciclable a partir de 2015, a la vez que prohíbe el uso de metales pesados, como el plomo o el mercurio, en los componentes ya que producen más residuos.
Desde el 1 de enero de este año, la legislación europea obliga a los fabricantes y los importadores de vehículos a retirar de forma gratuita los automóviles viejos para facilitar su reciclaje.
Según la Asociación alemana de la Industria Automovilística (VDA), los productores no tienen costes extraordinarios por recoger los vehículos viejos, ya que éstos son "un recurso económico solicitado debido a la alta demanda mundial de metales y los precios de las materias primas".
Después de los edificios, carreteras y otras infraestructuras, los automóviles son los productos industriales que más materias primas contienen, explicó a EFE el directivo de la asociación alemana de desguaces Hagen Hamm.
Por este motivo, el reciclado de los automóviles adquirirá un gran protagonismo en los próximos años, dada la escasez de recursos naturales y la preocupación actual por la protección del medio ambiente, pronosticó Hamm.
La analista del sector de materias primas del banco alemán Commerzbank Barbara Lambrecht dijo a EFE que la escasez de algunos productos usados en la industria automovilística, como el aluminio o el paladio, y la alta demanda de países como China han dado lugar a un encarecimiento general de las materias primas. Cuando un vehículo antiguo llega a un desguace para ser destruido, se le extraen todos los líquidos y posteriormente se desmontan todos sus componentes, que se reservan como piezas de repuesto para otros automóviles o se reciclan.
Los restos de la carrocería se prensan o trituran y se convierten en chatarra, metales no férreos o desechos reciclables, que se pueden vender a la industria siderúrgica, metalúrgica o tratarse de nuevo para darles otros usos. Con el objetivo de facilitar el reciclado, la mayor parte de los productores de vehículos europeos se plantea ahora en la fase de diseño cómo desmontar y reutilizar sus automóviles cuando éstos lleguen al final de su periodo útil.
El consorcio automovilístico francés PSA Peugeot Citroën asegura en su página web que tiene en cuenta la capacidad de reciclaje de sus vehículos desde que los concibe y que la tasa de recuperación en los automóviles es alta porque un 70 por ciento de sus componentes son metálicos, que son fáciles de reciclar.
El resto de los elementos de los automóviles incluyen cristal, plásticos y espumas, que normalmente se trituran y cuya recuperación "está lejos de ser simple", según PSA Peugeot Citroën.
El fabricante alemán de vehículos Volkswagen ha desarrollado con la empresa de reciclaje Sicon un procedimiento que permite recuperar desechos reciclables del 15 por ciento de los componentes de los vehículos que actualmente no se aprovecha.
Según Volkswagen, tras el tratamiento de estos residuos se obtienen materiales que pueden utilizarse, por ejemplo, como sustitutos del coque en altos hornos o para drenar lodos en depuradoras.
La Asociación de Constructores Europeos de Vehículos (ACEA) asegura que el reciclaje automovilístico es una prioridad para la UE, los Estados miembros y los productores automovilísticos, si bien considera "problemático" alcanzar el porcentaje del 95 por ciento establecido para 2015 y cuestiona que este nivel de reciclado mejore el impacto medioambiental general de los vehículos.
La VDA explica que el efecto medioambiental de esta medida puede ser adverso si un automóvil se optimiza sólo para que se pueda reciclar completamente, ya que puede dar lugar al uso de materiales más pesados que aumenten el peso del vehículo y su consumo de combustible.