Los gestos humanos podrán controlar un coche, al menos esto es lo que se desprende del permiso de patente de Google para desarrollar un sistema de reconocimiento gestual integrado en los automóviles. En la columna vertebral de la tecnología en la que está trabajando el gigante de la comunicación, nos encontramos con una cámara y un láser colocados en el interior del coche y que vigilan en todo momento los gestos del conductor.
Cada uno de los gestos del conductor se registra en un ordenador que los analiza. Si los reconoce como órdenes, actúa interviniendo sobre el mando/función en cuestión. Por ejemplo, una especie de onda ascendente realizada con la mano derecha indicaría la orden de aumentar la velocidad del ventilador del climatizador; en el caso contrario, es decir, una onda descendiente significaría bajar la velocidad del ventilador.
Con el sistema de reconocimiento de gestos de Google, también se podría subir o bajar el volumen de la música, activar el navegador o incidir en la posición del conductor, a través del sistema eléctrico de la regulación de los asientos.
Sobre esta tecnología de Google, consideramos que puede haber ciertas lagunas y posibles problemas que pueden dificultar su éxito y perfección, ya que una persona está gesticulando en todo momento. Cuando conduces y viajas con otras personas, es muy habitual que hables y que hagas gestos con las manos y la cabeza... el sistema se puede confundir y saturar con tanta gesticulación. Es de suponer que el dispositivo se pueda activar y desactivar a demanda del conductor cuando éste lo desee.
Sobre la tecnología gestual, Google también ha patentado hace poco tiempo un sistema de reconocimiento facial que permite a los usuarios de dispositivos móviles desbloquear las pantallas de sus móviles y tabletas con Android con expresiones como sacar la lengua o arrugar el entrecejo.
Con estas nuevas investigaciones, parecen claras y sólidas las intenciones de Google de asentarse como una de las referencias a nivel tecnológico en multitud de campos. En el mundo del automóvil, por ejemplo, su proyecto más popular en los últimos tiempos ha sido el de coche autónomo o que conduce solo.
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