Tras la presentación de los Porsche Cayenne y Cayenne S de tercera generación, con 340 y 420 CV respectivamente, ahora llega el turno de una de las versiones más emblemáticas: el Cayenne Turbo, que con sus 550 CV no es el más potente de la saga, pues de la segunda existe un Turbo S con 570 CV. Respecto a su antecesor abandona el propulsor 4.8 V8 biturbo de 520 CV a favor de un 4.0 V8 biturbo con 550 CV y 78,6 mkg de par máximo. Los turbocompresores se emplazan en el interior de la V que forman los cilindros con el fin de conseguir una construcción más compacta del motor —lo que ha permitido emplazarlo más bajo y reducir así su centro de gravedad— así como una respuesta al acelerador más inmediata.
Cuenta con cambio automático por convertidor de par de 8 velocidades y tracción integral activa Porsche Traction Management (PTM). Además, dispone de amortiguación neumática adaptativa de tres cámaras, con seis niveles de altura seleccionables, y neumáticos de diferentes dimensiones para cada eje; 285/40 R21 delante y 315/35 R21 detrás. Para el equipo de frenos recurre a unos discos de acero recubiertos por una capa de carburo de tungsteno que aumentan su rendimiento y resistencia a la fatiga al tiempo que reducen la cantidad de polvo generada en la frenada, lo que ayuda a mantener más limpias las llantas. En opción ofrece discos carbocerámicos, eje trasero direccional, diferencial trasero o las estabilizadoras activas con alimentación a 48 voltios.
Porsche Cayenne Turbo, detalles que marcan la diferencia
Exteriormente la versión Turbo se distingue por los faros led con doble fila de módulos —opcionales en sus hermanos pequeños—, llantas de 21” de diseño específico, pasos de rueda ensanchados pintados en el color de la carrocería, al igual que las molduras de las puertas y el faldón trasero, salidas de escape dobles a cada lado y un spoiler de techo adaptativo. Este spoiler de aerodinámica activa se mueve para optimizar la eficiencia, aumentar la carga aerodinámica sobre el eje trasero o actuar como aerofreno. Según Porsche es capaz de acortar en dos metros la distancia de detención desde 250 km/h a 0. Todo ello en un coche capaz de alcanzar los 286 km/h (279 km/h en su antecesor) y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos (3,9 si se opta por el paquete Sport Chrono).
En su interior sobresalen los asientos deportivos de inspiración 911 con los reposacabezas integrados, regulación eléctrica en 18 direcciones y calefacción. La consola central está presidida por una gran pantalla de alta resolución de 12,3” que ya estrenó el Panamera desde la que podemos manejar el equipo de audio Bose estándar con 710 vatios. Un lujo del que ya se admiten pedidos y que llegará hacia finales de 2017 a los concesionarios desde 160.613 euros.
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