Sí, lo reconozco, lo he vivido en mi coche y, seguramente, tú también lo habrás padecido alguna vez o te habrás montado en algún vehículo de un amigo o familiar donde se suceda. Hablamos, cómo no, de los desagradables chirridos de los frenos de los coches, un ruido muy molesto que suele escucharse en los pasos de rueda al frenar y que, además de incómodos, provocan mucha incertidumbre. ¿Tendrán un problema los frenos de mi coche?
Lo primero que hoy queremos transmitirte si padeces este problema es… tranquilidad. Aunque es verdad que es un ruido muy desagradable, en la mayoría de ocasiones no suele ser un motivo de especial preocupación e incluso puedes llegar, con unas sencillas prácticas a reducir o incluso evitar estos chirridos.
Vibraciones por fricciones entre discos y pastillas
La realidad es que, al aplicar los frenos del coche, las pastillas rozan contra los discos de freno. En los automóviles con frenos de tambor, por su parte, las pastillas y el tambor también se rozan entre sí y estas fricciones entre la pastilla o bloque de freno y los discos o tambores generan mucho calor y altas temperaturas que pueden llegar a provocar el llamado efecto stick-slip. Esto significa que la fricción estática excede significativamente la fricción deslizante, provocando vibraciones en los componentes, que se manifiestan en ocasiones en comúnmente llamado chirridos de frenos. Esto, obviamente, puede suceder en diferentes grados.
La causa principal del chirrido de los frenos es, por tanto y probablemente, esas vibraciones moleculares dentro de los materiales de fricción al presionar contra el disco de freno. En los sistemas más modernos, un disco de hierro fundido se encuentra entre dos pastillas de freno provistas de material de fricción. En determinadas condiciones pueden empezar a vibrar, igual que, por ejemplo, vibra la cuerda de un violín cuando es acariciada por el arco. Así lo explica directamente de hecho el popular fabricante de pastillas de freno Ferodo. No obstante, también hay que recalcar que los ruidos pueden tener otras causas.
Estos ruidos no son comúnmente peligrosos, pero sí pueden resultar desagradables. Las pastillas y/o los discos de freno nuevos deben rectificarse juntos y para el proceso de frenado suelen ser suficientes, según los fabricantes, entre 20 y 30 frenadas entre 50 y 0 km/h. Además, en condiciones de frío extremo, el chirrido al frenar puede ser especialmente fuerte, debido a que los materiales se vuelven más duros y rígidos a bajas temperaturas y, por lo tanto, se frotan más entre sí.
Pastillas y/o discos de freno sucios
Pero hay más causas de posibles chirridos en los frenos, y lógicamente las pastillas sucias o un disco de freno sucio y desgastado también puede ser el origen de estos molestos ruidos. Para evitar este hecho causado por la suciedad, los expertos recomiendan tratar de eliminar los depósitos mediante lo que se conoce como “frenado libre”: para limpiar los frenos de esta manera, es necesario frenar con suavidad pero con firmeza durante varias veces.
Corrosión en discos o pastillas por falta de uso
Cuando los automóviles permanecen parados durante largos períodos de tiempo, también puede formarse corrosión en los discos o pastillas de freno, otra posible causa de molestos ruidos. Pero los expertos aseguran que el óxido superficial también puede eliminarse a veces mediante la misma técnica anterior. Sin embargo, si en este caso no hay mejora, el sistema de frenos deberá ser ya inspeccionado por un especialista y reparado si es necesario.
Mala lubricación del sistema de frenos
Los frenos mal lubricados también pueden ser causa de ruidos y chirridos, aunque esto no significa que la lubricación de las superficies de frenado sea incorrecta siempre que estén libres de grasas o aceites. Los componentes móviles del sistema de frenos están lubricados con una pasta de freno especial resistente a altas temperaturas, incluyendo, por ejemplo, las partes traseras de las pastillas de freno, así como sus superficies de deslizamiento y los pernos guía de las pinzas.
Pastillas de freno cristalizadas, el mayor riesgo
Las superficies vidriadas o cristalizadas también pueden ser una posible causa del ruido. Si los componentes se sobrecalientan debido a un frenado prolongado y muy fuerte, se forma a veces una capa similar al vidrio en las pastillas de freno. Sin embargo, este hecho suele también reducir drásticamente el rendimiento de frenado, por lo que aquí sí notarás que algo no funciona correctamente, debiendo sin falta reemplazar lo antes posible las pastillas.
