¿Te imaginas cómo sería viajar de Madrid a Barcelona en 30 minutos? Pues el visionario fundador de Tesla Motors, Elon Musk, se ha propuesto hacerlo realidad a través del Hyperloop, un medio de transporte de alta velocidad, bajo consumo, capaz de autoabastecerse gracias a energías limpias y con un precio asumible por la mayoría de la población.
El CEO de Hyperloop Transportation Technologies, Dirk Ahlborn, así lo explicaba hace más de dos años. “Imagina una cápsula llena de gente que levita dentro de un tubo con una presión muy baja, similar a la de un avión, y que viaja a mucha velocidad, unos 1.200 km/h. Está alimentado completamente de energía renovable”.
Al igual que ocurre en los aviones, los pasajeros sólo notarán movimiento cuando la cápsula esté acelerando para coger velocidad, y cuando haya una curva. Pero, según Dirk Ahlborn, será muy confortable. Los primeros test que Hyperloop ha superado satisfactoriamente ponían a prueba, precisamente su sistema de propulsión. El resultado fue una aceleración con una fuerza de 2.5 Gs, para terminar su carrera en la arena. Hyperloop es capaz de alcanzar los 100 km/h en 1,1 segundos.
La construcción de la primera línea entre Los Ángeles y San Francisco comenzó en 2016 y esperan recibir sus primeros pasajeros en el 2018. De ser así y si el invento se generaliza, sería posible vivir en una ciudad y trabajar en otra situada a 1.000 kilómetros de distancia. El equipo de Musk, por ejemplo, estima que se podrían cubrir distancias como la que separa Madrid-Paría en apenas una hora. Es decir, se cuadruplicaría la velocidad máxima que alcanzan los trenes de alta velocidad actuales (300 km/h) y se competiría con los aviones.
Una de las particularidades del Hyperloop es que el proyecto nació con total libertad de hardware, lo que significa que cualquiera puede colaborar con sus ideas para intentar mejorarlo, tal y como Musk defiende. Así, el equipo WARR, un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Münich ha conseguido poner la cápsula a 324 km/h. Aunque sólo pesa 80 kilos y tiene un motor de unos modestos 50 kW de potencia, el equipo de jóvenes ingenieros alemanes ha conseguido corroborar que la tecnología es viable.
Tecnología viable
La tecnología de la levitación magnética pasiva, cuya licencia ha sido adquirida por Hyperloop Transportation Technologies, ofrece más eficiencia y seguridad al sistema que la versión de “tren maglev” (levitación magnética) que se desarrolla en Japón.
La utilización de un sistema de levitación pasiva eliminará la necesidad de estaciones eléctricas a lo largo de las líneas Hyperloop, lo que hace que este sistema “sea el más adecuado para la aplicación y mantendrá los costos de construcción bajos”, declaraba Bibop Gresta, directivo de la compañía.
En los “maglev” convencionales, los trenes requieren muchas estaciones de energía que alimentan las bobinas de cobre en línea para convertirlos en imanes. La tecnología de Hyperloop establece un imán pasivo en cada vaina (que es como llaman a cada tren por su forma alargada) y una posta de aluminio que contiene bucles de alambre. Esta configuración actúa más como un par de imanes regulares, en lugar de un electroimán que requiere suministro constante de energía para funcionar.
“Desde el aspecto de seguridad, el sistema tiene enormes ventajas, ya que la levitación se produce exclusivamente a través del movimiento. Por lo tanto, si se produce cualquier tipo de fallo de corriente, las vainas de Hyperloop continuarían levitando y, sólo después de alcanzar velocidades mínimas, tocarían el suelo”.
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