El examen teórico y el examen práctico forman parte de la formación que tenemos que llevar a cabo para poder examinarnos para obtener el preciado carné de conducir. Para aprobar a la primera, tanto examen teórico como práctico, por lo menos para intentarlo, se deben tener algunas cosas bastante claras antes de ponernos manos a la obra.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay una fórmula mágica para aprobar a la primera el examen de conducir. No hay trucos, ni autoescuelas que tengan enchufe con alguna Jefatura Provincial de Tráfico (como se lee y se publica de forma errónea en algunas redes sociales...).
Lo segundo es que hay que tomárselo en serio. Conducir es una actividad que requiere de toda nuestra atención y conocimiento hacia las normas. La legislación de tráfico no son un par de señales y un par de normas, es un conjunto de normativa, seguridad, mantenimiento del vehículo, señalización, seguridad vial, conducción eficiente, etc., que se deben entender y comprender para poder aplicar correctamente desde el día del examen.
Una vez tenemos muy claras estas premisas, deberemos buscar una autoescuela que nos de garantía de formación, es decir, con profesores titulados y con experiencia. Una buena manera de estar seguros de ello es localizar alguna autoescuela asociada a Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), ya que es uno de los requisitos de calidad que tiene impuestos.
Cómo aprobar a la primera el examen teórico
1-Razona lo que se pregunta. En la parte teórica, nos explica Roberto Ramos de CNAE, no debes limitarte a realizar uno y otro test hasta acertar (por el método de ensayo y error) sino razonar lo que se pregunta y el porqué de las respuestas.
2-Asiste a las clases. Lo más recomendable es que asistas a las clases teóricas que dé el profesor, seguir sus indicaciones, consultar, leer y estudiar el manual formativo que te entreguen y realizar posteriormente cuestionarios para preparar el examen.
3-Pregunta todas las dudas. Cada pregunta de los test prácticos de conducir que no entiendas o no sepas muy bien el porqué de la respuesta debes consultarlo para que no quede ninguna duda del concepto más allá de la pregunta en cuestión.
4-Que el material didáctico sea el adecuado. Existen algunos resúmenes, test, etc., en Internet que son de dudosa procedencia y que, analizados con detalle, tienen incorrecciones normativas que pueden hacer incurrir en errores a los candidatos, además que en un futuro les hagan tomar una decisión inadecuada y peligrosa.
5-Acude al examen cuando domines el temario. Al examen teórico deberás presentarte cuando seas consciente de que “dominas” todos los temas incluidos en el material didáctico que te han entregado. El profesor será quien valore, objetivamente, si estás ya en condiciones de acudir al examen teórico al tener un nivel aceptable. Es preferible tardar algo más en presentarte que hacerlo si no estás suficientemente preparado.
6-Acuérdate de leer también todas las respuestas. Cuando realices el examen teórico lee todas las preguntas y, lo más importante, todas las respuestas. No contestes de manera precipitada, creyendo que has visto la respuesta correcta de inmediato en una de las opciones si, ni siquiera, leer las otras opciones que te plantean. Hay que huir de los consejos como: contesta siempre la respuesta más larga, la más compleja, la más…..lo que sea. ¡No son ciertos!
7- Hay tiempo de sobra. En el examen teórico hay tiempo de sobra para contestar todas las preguntas, por lo que no hay que correr y si dudas algo, pregúntalo; los funcionarios de tráfico están allí para ello.
Cómo aprobar a la primera el examen práctico
1-No te aprendas cuatro cosas. Para el examen práctico lo primero que hay que tener en cuenta es que el profesor no te va a enseñar cuatro trucos para aprobar un examen. Te va a enseñar a conducir, que para eso estás ahí, a manejar los mandos, a percibir los riesgos de la vía, a transmitirte conocimientos prácticos que aprendiste en la parte teórica, a tomar decisiones adecuadas, a evitar los riesgos, etc. Todo lo que te indique: “tú aprende cuatro cosas que a conducir ya aprenderás después…” deséchalo, nos comenta Roberto Ramos de CNAE. Conducir no es un juego de niños.
2-Cada alumno tiene su ritmo de aprendizaje. Será el profesor quien sepa si avanzas de manera adecuada y vas evolucionando en la conducción, por lo que no tienes que imponerle cuándo quieres ir a examen y mucho menos compararte con algún amigo o con lo leído en redes sociales relativos a “con 5 clases ya estás preparado para ir a examen” o “con más de 20 clases eres un inútil”….etc., y que te sirvan para contar clases en vez de valorar la progresión en tu aprendizaje. Cada alumno tiene un ritmo y unas necesidades, quizá un alumno con 25 clases está preparado para afrontar un examen y otro necesita 60…
3- No hay trucos, ni ir muy deprisa ni ir muy despacio. El día del examen debes de seguir todas las indicaciones que te ha transmitido el profesor y realmente debe parecer una clase más. El examinador lo que quiere ver es que conoces la ley de tráfico y que la aplicas con seguridad. No hay trucos.
Recomendaciones básicas para aprobar el examen práctico de conducir
-El día del examen es difícil dejar los nervios en casa. Así que tendrás que vivir con ellos durante ese rato. Respira, intenta pensar que es un día más de clase y que estás con tu profesor de autoescuela.
-No te olvides, lo primero, de abrocharte el cinturón de seguridad y de regular el asiento y los espejos retrovisores, interior y los exteriores.
-Recuerda, tras arrancar, quitar el freno de mano. Los nervios juegas malas pasadas.
-Las dos manos en el volante. No saques el brazo por la ventanilla, si se lo has visto hacer a tu padre, no lleves la otra mano sobre el cambio de marchas.
-No hagas nunca los “ceda el paso” como si fueran un STOP. Ante una señal de STOP siempre tienes que parar, aunque veas que no viene ningún coche.
-Los pasos de cebra son sagrados. Si en ese momento cruza un peatón, detén el coche pero sin que se acerque a las líneas blancas del paso de cebra.
-En los semáforos, detente cuando la luz esté ámbar. Ni se te ocurra apurar el semáforo. Y no pises las líneas blancas del paso de peatones.
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