Todos los días se producen terremotos pero, con frecuencia, son tan leves que difícilmente son detectados, de hecho, sólo los de intensidad igual o superior a 2.5 en la escala de ritcher son registrados en el Instituto Sísmico Nacional y para que sean sentidos lo normal es que superen 3.5. Pero, ¿sabrías qué hacer si te sorprende un terremoto mientras estás conduciendo tu coche?
El Instituto Geográfico Nacional, a través de red sísmica, ofrece algunos consejos en su página web sobre cómo comportarse en caso de que nos sorprenda un terremoto y, entre ellos, figura qué hacer cuando estamos al volante de un coche. En un primer momento, este temblor de la tierra puede sentirse como si, por ejemplo, la suspensión y la dirección del coche estuvieran funcionando incorrectamente; por lo que puede ayudarnos a identificar qué ocurre realmente si miramos a nuestro alrededor.
Cómo actuar al volante de un coche si te sorprende un terremoto: detiene el vehículo
La premisa fundamental durante el seísmo es detener el vehículo en un lugar seguro, apagar el motor, poner el freno de estacionamiento, encender los cuatro intermitentes y permanecer en su interior. Por supuesto, también es recomendable, que esa parada no se produzca junto a fachadas, pues pueden producirse desprendimientos de partes no estructurales del edificio, muros, postes o tendidos eléctricos.
Una vez finalizado el temblor resulta imprescindible atender a las indicaciones de las autoridades, especialmente a las que concierne la protección civil, para lo que la radio es fundamental. Conviene no usar el teléfono para no colapsar las líneas —las torres repetidoras incluso pueden estar dañadas— y, en la medida de lo posible, liberar la calzada para que puedan circular sin trabas los servicios de emergencia.
Hay que contar con que, tras un terremoto, pueden producirse réplicas de diferente intensidad que pueden desprender objetos de las fachadas que aún no han caído, por ejemplo; por lo que conviene estar atento. Un área edificada es siempre más insegura que un espacio abierto.
Si se reinicia la marcha, hay que hacerlo con extrema precaución y sólo si tenemos constancia —la información local que podamos recibir por la radio es fundamental en ello— que el lugar por el que nos movemos y hacia el que nos dirigimos es seguro. En caso de duda, lo más conveniente es quedarse donde se está si estimamos que es un lugar adecuado para hacerlo, pues las carreteras pueden colapsarse, podemos encontrar zonas inundadas y grietas en las carreteras en el caso de que la intensidad haya sido muy alta. Si es posible, hay que evitar pasar por o bajo puentes. También entrar en túneles, pues pueden tener daños estructurales.
