Durante un rato me toca dejar el control del coche, un Audi A7 Sportback, en manos de Jack. Jack es como se conoce cariñosamente al coche autónomo de Audi, el segundo, porque también está Bobby, y me han dicho que no me preocupe porque es muy listo y sabe perfectamente lo que tiene que hacer. De hecho hace unos meses recorrió la distancia que separa Silicon Valley de Las Vegas, en Estados Unidos, unos 900 kilómetros aproximadamente, en modo completamente autónomo y en condiciones de tráfico real. Para empezar, parece un Audi A7 cualquiera, hasta que les pido a los ingenieros responsables del proyecto de conducción pilotada de Audi que abran el maletero… Creo que hoy viajamos sin equipaje. Está ocupado por “las tripas” del coche autónomo, el controlador central de asistencia al conductor, el zFAS, que es el que calcula con antelación la próxima maniobra.
Ha llegado el momento de subirme a bordo y ponerme cómoda porque hoy será Jack el encargado de llevarme. Yo mientras podré relajarme y ver una película o contestar a emails que tengo pendientes. Es Jack el que me anuncia que puedo pulsar los dos botones que hay en la parte inferior del volante y me olvide de conducir. Inmediatamente se ilumina en verde la parte delantera del salpicadero y el volante se retrae. Después de un momento de duda en el que mi instinto me dice que vuelva a agarrar el volante y recupere el control del coche, me acomodo en el asiento y comienzo a disfrutar del viaje. Yo no hago nada, él solito cambia de carril cuando es necesario, activando primero los intermitentes y acercándose poco a poco a las líneas divisorias, como lo harías tú, adelanta camiones dejando un amplio margen lateral, aunque a mí algo me dice siempre que no es suficiente, frena o baja la velocidad si un coche se interpone en nuestro camino y vuelve a acelerar para alcanzar la velocidad a la que está limitado, 130 km/h -velocidad permitida en muchos tramos de las autopistas alemanas-. Además, el sistema de navegación puede calcular una ruta con el mayor número de tramos posibles de conducción autónoma. Creo que podría acostumbrarme a viajar así…
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