Challenge Bibendum: Michelin y sus neumáticos reciclados en alcohol

Dos procesos realizados por una empresa brasileña y otra alemana son capaces de extraer alcohol de biomasa y transformarlo en dos de los elastómeros fundamentales en el neumático.

Challenge Bibendum: Michelin y sus neumáticos reciclados en alcohol
Challenge Bibendum: Michelin y sus neumáticos reciclados en alcohol

Si partir de bioalcoholes para obtener butadieno (hasta ahora sacado del petróleo) parece prometedor, establecer un modo para producir etanol a partir de los restos de neumáticos usados resulta algo que parecía imposible. Michelin no ha tardado en hacer empresas conjuntas con los suministradores de los bioalcoholes, pero poco ha trascendido aún sobre cómo "exprimir" un neumático gastado para que proporcione etanol.

Reducir, Reusar y Reciclar son conceptos clave que enseñan a los niños en el colegio. En Michelin han decidido añadir un R más, de renovable, para mitigar la dependencia de bases fósiles en la fabricación de los neumáticos. El conjunto lo bautizan como Estrategia Michelin 4R. Tanto es un deseo como una necesidad, porque de acuerdo con datos proporcionados por esta empresa, 32 millones de toneladas de material emplea cada año el sector del neumático. Tres cuartas partes son de origen fósil, de manera que introducir un cuarto factor, el que sea material "renovable", es un aspecto a no desdeñar, especialmente con la perspectiva de que en 2050 la demanda de movilidad por carretera de la población mundial se duplicará.

Renovar

Los neumáticos nacieron muy "naturales", con resinas y caucho naturales, de origen vegetal. En la actualidad, Michelin declara que el 25 por ciento de los materiales que emplea tienen este origen no-fósil. Junto con las empresas Amyris (California) y Braskem (Brasil) han desarrollado esos proyectos capaces de producir butadieno o isopreno (moléculas fundamentales para obtener el caucho sintético) a partir de alcoholes extraídos de la biomasa. De esta manera esperan que el neumático (cuyas tres cuartas partes de su peso es goma), pueda gradualmente tener un origen mucho más renovable.

Reciclar, no sólo quemar

¿Cómo aprovechar los neumáticos usados? Me vienen a la cabeza estrepitosos errores como unas fallidas escolleras. El granulado y el polvo han encontrado un mejor camino, con suelos elásticos en parques infantiles o en los conglomerados asfálticos para reducir el ruido y mejorar sus prestaciones. La valorización sigue siendo la principal salida, un eufismo que significa quemarlo en cementeras, para satisfacer su gran demanda de energía. Recientemente se trabaja en procesos de desvulcanización, en el que bacterias se encargan de descomponer el neumático. Con este proyecto de Michelin y SDTech. Sin embargo, uno de los caminos con más esperanza es la Regeneración, en la que se rescata goma de neumáticos de desecho, goma de calidad, con la que poder fabricar neumáticos nuevos. Se llegaría a cerrar así el círculo del material, creando el reciclaje perfecto.

La segunda gran esperanza es TREC Alcohol (de "Tyre Recycling"), un proyecto para producir etanol a partir del neumático de desecho, con el que poder elaborar luego infinitos compuestos químicos, entre otros el mencionado butadieno.

Reutilizar no es fácil

A diferencia de los camiones el recauchutado, utilizar varias veces el mismo neumático, reponiendo el material que se ha desgastado y retallándolo no es recomendable en coches, según los fabricantes de neumáticos. Lo justifican argumentando que en los vehículos pesados la presión de inflado es muy elevada, unas cuatro veces mayor que en un turismo, para soportar peso y esfuerzos, y que por tanto su estructura interna es muy robusta. Precisamente esto es lo que posibilita usarla repetidas veces, sustituyendo la banda de rodadura desgastada, mientras que aún no hay fatiga en las lonas internas. En los turismos goma y estructura se castigan casi por igual (aunque la banda gastada es lo único visible), dicen los fabricantes de neumáticos. De acuerdo con sus cálculos, sería contraproducente hacer una estructura tan robusta en un neumático de turismo como para que pudiera tener varios ciclos de vida: tendría un peso tan elevado que comprometería la eficiencia del vehículo, pero también el comportamiento en curvas y sus prestaciones.

Reducir va por dentro

Tendemos a pensar que reducir, referido al neumático, significa que dure más kilómetros y tardes más en reemplazarlo. Eso es verdad, pero hay un factor en que se puede también reducir y puede llegar a ser más importante para el bolsillo. Si lo que se reduce es la resistencia a la rodadura, los consumos del coche pueden bajar considerablemente, incluso pueden tener más relevancia económica que la longevidad de la goma. No hay que olvidar que el 90 por ciento del impacto ambiental del neumático surge durante su utilización.