Alpine A110: el gran deportivo francés ya es realidad

Nombre mítico de los deportivos clásicos, Alpine revive con el A110; un fascinante biplaza ligero que recoge la tradición de la marca. Es una de las estrellas del Salón de Ginebra.

Óscar Díaz.

Alpine A110: el gran deportivo francés ya es realidad
Alpine A110: el gran deportivo francés ya es realidad

El Alpine A110 mantiene las virtudes de ligereza y potencia muy aprovechable que entaron las bases de su mito hace en los años 70. Hoy Alpine es sinónimo de historia y el  Alpine A110 es ya una realidad después de su aparición en el Salón del Automóvil de Ginebra. Recoge la esencia de una marca surgida en 1955 que destacó por la ligereza, agilidad, sensaciones de conducción y precio accesible, no prohibitivo antes que por la desmesurada potencia de sus motores, que en Francia costará unos 58.500 euros.

En este caso el nuevo Alpine A110 está construido a partir de aluminio, material empleado tanto en el monocasco como en la carrocería, y que confiere un automóvil deportivo de dos plazas con 4,18 m de longitud, 1,80 de ancho y 1,25 de alto que se queda bien por debajo de los 1.100 kg y anuncia un centro de gravedad muy bajo, que le debe permitir una velocidad de paso por curva digna del exclusivo deportivo que es.

Este ahorro de peso se alcanza rebajándolo tanto en elementos de chasis como en equipamiento. Así, los asientos deportivos Sabelt son de una pieza y arrojan sobre la báscula apenas 13,1 s cada uno. Colabora jubnto con unas llantas de aleación ligera y marca Fusch y las pinzas de freno de alunminio, capaces de ahorrar hastya 2,5 kg, con sus ventajas a la hora de cambiar de dirección o hacer entrar en curva al Alpine.

El motor y la aerodinámica del Alpine A110

El motor del Alpine A110 proviene de la Alianza Remault Nissan. Es un cuatro cilindros 1.8 turbo de inyección directa desarrollado por Renault Sport al que se ha modificado el sistema de escape, turbo, toma de aire y su gestión electrónica para llevar su potencia máxima hasta los 252 CV y 32,7 mkg de par. Está ubicado en posición central longitudinal y aporta una relación peso potencia de 4,3 kg/CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en escasos 4,3 s y alcanzar una velocidad máxima —limitada electrónicamente— de 250 km/h.

Esa velocidad se consigue si recurrir a alerones emergentes ni aditamentos que aumenten su sustentación. La razón reside en una carrocería diseñada siguiendo los principios de la dinámica computacional de fluidos que ha cristalizado en un Cx de 0,32. En este caso, las tomas de aire delanteras desvían el aire de las ruedas, reduciendo la resistencia, y toda la zona inferior se encuentra carenada, favoreciendo el paso del aire y su dirección hacia el extractor trasero.

Tres modos de conducción (Normal, Sport y Track) permiten elegir otros tantos niveles de prestaciones, radicalidad y exigencia hacia el conductor que iría viendo cómo aumentan los niveles de sonoridad interior, la firmeza de la dirección, velocidad de respuesta del motor al acelerador, el accionamiento del cambio y los umbrales de actuación del ESP.

También te puede interesar

El Alpine A110 ya se puede reservar

Los mejores Alpine de la historia