Primera prueba: Volvo XC90 D5 AWD

El Volvo XC90 D5 AWD, el Diesel de 225 CV, está siendo la versión más solicitada en España y ya hemos rodado con ella para saber con qué armas se enfrenta a los Audi Q7, BMW X5, Mercedes GLE o Range Rover Sport.

Juan Carlos Gonzálezl

Primera prueba: Volvo XC90 D5 AWD
Primera prueba: Volvo XC90 D5 AWD

Ya hemos conducido el Volvo XC90 y ahora nos centramos en el que ha de ser el superventas fr la gama. Ya hay precios de los D4 (190 CV), D5 (225 CV), T5 (254 CV), T6 (320 CV) y del T8 (400 CV), el híbrido enchufable que, como otras versiones, no llegará hasta finales de año. En nuestro mercado la gama de lanzamiento está configurada exclusivamente por las versiones D5 en el ámbito Diesel y T6 en gasolina. Quien esté interesado en cualquiera de los otros XC90 ya puede realizar su pedido, pero hasta finales de 2015 no se producirán las primeras entregas del resto de modelos.

De los 600 pedidos realizados hasta ahora en los concesionarios españoles —a nivel mundial ya se acumulan 30.000 solicitudes—, el D5 se lleva la palma, de ahí que hayamos elegido esta versión de 225 CV para rodar unos primeros cientos de kilómetros por la geografía nacional.

Más grande y con más presencia

Volvo XC90 D5 AWD 2015Este XC90 es 15 cm más largo que su antecesor, para llevar su talla hasta los 4,95 m de longitud, con 1,92 m de anchura y 1,78 de altura. Su imagen exterior resulta imponente y transmite un elevado estatus social. Aunque desde algunos ángulos deja ver su línea de parentesco con la generación anterior, es evidente la modernidad de sus líneas, destacando un frontal que va a ser seña de identidad de los futuros Volvo con esa nueva identidad luminosa que le otorgan los faros con tecnología led y un diseño de T tumbada, junto a una gran calandra con un dibujo de barras verticales sobre las que se cruza una en diagonal con el emblema de Volvo.

Al acceder a su interior, las puertas ya transmiten solidez, y enseguida nos encontramos con un puesto de conducción cómodo, con unos asientos impecables y un salpicadero en el que se apuesta por un diseño muy depurado y moderno. Buena selección de materiales, mezclando cuero con elementos en aluminio cepillado en nuestra unidad, y con ajustes muy cuidados. Sólo el plástico de la carcasa que recoge el Intellisafe, que queda por detrás del retrovisor, tiene menos presencia. El tablero de instrumentos es muy actual, con unos legibles relojes analógicos diseñados sobre una pantalla digital muy completa.

Los mandos se simplifican en volante y salpicadero, donde llama la atención la pantalla táctil central de diseño vertical y 12,3 pulgadas, cuyo manejo resulta bastante intuitivo tras un poco tiempo de adaptación. Agrupa las funciones de navegación, climatización y multimedia, con conexión compatible con dispositivos con sistemas operativos Android y Apple. Aun así, por debajo quedan algunos botones de acceso directo a algunas funciones. 

Siempre de dos litros

Volvo XC90 D5 AWDA nivel mecánico también llegan los cambios. Desaparece el anterior D5, ese sedoso 2.4 de cinco cilindros que Volvo ha reemplazado en esta segunda generación por un 2,0 litros de cuatro cilindros. Toda la gama se basa en esta cilindrada, también las versiones de gasolina o incluso el D4 de 190 CV que llegará a finales de año, el único XC90 de tracción delantera y que se podrá solicitar con sólo cinco plazas.

El nuevo D5 tetracilíndrico pasa bastante desapercibido al oído y ofrece una respuesta agradable, más brillante en las fases de recuperación cuando afrontamos un adelantamiento o buscamos mayor celeridad ante una maniobra, gracias especialmente a su generoso par —el valor máximo de 48 mkg ya está disponible a 1.750 rpm—y a su tecnología «twin turbo» que hace más progresiva la entrega de potencia. Este XC90 D5 pasa de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, con la contribución de su caja de cambios automática de ocho marchas —la misma para toda la gama—, que cumple su cometido con corrección, aunque sin llegar en los momentos de máxima exigencia a la velocidad de respuesta y a la suavidad percibida en algunos rivales de origen germano. Son recomendables las levas para el volante, disponibles en opción.

El empleo de la nueva plataforma SPA ha permitido aligerar el peso del XC90, que se sitúa un poco por debajo de la media de la categoría, con esta versión D5 de tracción total arrancando en su variante menos equipada en el entorno de las dos toneladas (2.030 kg). Para aumentar la resistencia a la torsión se han empleado aceros de alta resistencia en el bastidor. También se ha trabajado a conciencia la aerodinámica, hasta presentar el mejor Cx de la categoría (0,29). Una suma de detalles que ha contribuido a que el consumo homologado por este XC90 D5 sea de 5,7 l/100 km, obviamente dentro de lo que serían unas condiciones de laboratorio. En la toma de contacto, y a velocidades legales por vías rápidas, el ordenador de nuestra unidad se situó de media en el entorno de los 7 litros, una cifra que vimos superada durante los pocos kilómetros de carretera de montaña en los que pudimos avivar el ritmo buscando una respuesta más deportiva.

Buenas maneras

Volvo XC90 D5 AWD 2015En esas circunstancias, el nuevo XC90 recuerda a su conductor que es un coche grande y voluminoso, pero sin perder la cara a una conducción lo suficientemente efectiva. Las suspensiones, más enfocadas a preservar el confort de los pasajeros, permiten cierto balanceo en los giros más cerrados, en lógica con la filosofía del modelo, aunque su tracción total y la función «torque vectoring» ayudan a limitar su efecto subvirador, optimizando la entrega de par a cada rueda. Además, nuestra unidad contaba con suspensión neumática activa, que mediante un mando situado entre los asientos delanteros permite al conductor seleccionar varios modos de funcionamiento —Confort, Eco, Off-Road, Dynamique e Individual—, modificando en cada uno de ellos distintos parámetros que afectan a la respuesta del motor, la dureza de la suspensión y la consistencia de la dirección. En el programa más deportivo, el XC90 mejora eficacia y agilidad y permite un paso por curva más rápido en carreteras sinuosas. En cualquier caso, hay que pensar en este D5 como en un gran compañero de viaje, preparado para cubrir largos kilometrajes con un alto nivel de confort y refinamiento, y quien lo desee con la comodidad que aporta el sistema de proyección de datos en el parabrisas.

En cuanto a la habitabilidad, el XC90 ofrece tres filas de asientos para acomodar hasta siete pasajeros si es necesario. Todos son individuales y abatibles. En la segunda fila son deslizantes para ajustar el espacio según sea preciso, y la plaza central es más estrecha, pero puede llevar un alzador integrado para que un niño viaje con total seguridad. El hueco de acceso a la tercera fila exige cierta agilidad para entrar en esa zona, aunque sus butacas admiten pasajeros de hasta 1,75 m de estatura sin doblar en exceso las piernas.

En cuanto al maletero, con 7 plazas se mantiene una capacidad mínima de 314 litros, que pasan a ser 692 litros si sólo viajan cinco pasajeros y hasta 1.880 litros cuando se pliegan los asientos de las dos filas traseras dejando un suelo completamente plano. El portón cuenta con un sistema de apertura y cierre automático, y puede llevar un sistema manos libres que se activa al pasar el pie bajo el paragolpes. 

Cuatro acabados

El D5 más barato con acabado Kinetic arranca en 59.471 euros, con un equipamiento de serie ya bastante extenso. Por encima quedan las terminaciones Mommentum, Inscription y R-Design. Junto a ayudas a la conducción habituales en esta categoría como la alerta por cambio involuntario de carril, el control del ángulo muerto o el detector de fatiga del conductor, el XC90 estrena un dispositivo de frenada de emergencia en las intersecciones, así como un sistema de mayor protección ante una salida del vehículo de la calzada, que tensa más los cinturones de seguridad y cuenta con un mecanismo en la banqueta de los asientos para absorber parte de la energía que llegaría a la columna vertebral de los ocupantes en caso de impacto. También puede ir equipado con un control de crucero con control de distancia que maneja incluso el volante hasta una velocidad de 50 km/h, o el sistema de Visión 3600 para mejorar la seguridad en las maniobras. Igualmente puede incorporar un equipo de sonido Bowers&Wilkins que incluye hasta 19 altavoces.