Renault Scénic dCi 130: prueba y todas nuestras mediciones

Si con los primeros Scénic Renault puso las bases de cómo serían en los siguientes años los monovolúmenes compactos de cinco plazas en forma y contenido, con el recién lanzado nuevo Scénic da una vuelta por completo a la idea… hasta rozar la transgresión. Algo que ya ocurrió también con el último Renault Espace. El diseño espectacular hoy de Van den Acker parece envejecer, de golpe, a buena parte de su competencia... aún visibles como clásicos monovolúmenes. Y lo hace ahora con una silueta marcada por un parabrisas muy inclinado y grande, pero también con una altura respecto al suelo inusual para un familiar de su clase, que lo acerca hoy a los SUV tan de moda, y que, en buena parte, se debe a las ruedas. A las grandes ruedas.

Y es que, aunque se advierten en la carrocería rasgos compartidos también con el Renault Kadjar (de dimensiones parecidas) o con el Mégane incluso, los ojos en el nuevo Renault Scénic se van a las llantas, siempre de 20 pulgadas de serie y, siempre, independientemente del motor, con la misma medida de neumático: 195/55 R20. Si superpusiéramos el perfil de las carrocerías del anterior Scénic con la del nuevo, prescindiendo de estas ruedas, veríamos que la diferencia más notable está en la reducción de la altura.

Que la carrocería del nuevo Renault Scénic sea así repercute hoy en el interior de modo que en todas las plazas se pierde algo de altura: cuatro centímetros delante y tres detrás. Sin embargo, con la anchura habitable de las plazas anteriores se sobrepasa el promedio de su segmento, aportando una sensación de espacio formidable y amplificada por tanta superficie acristalada en torno al conductor y a su acompañante. La anchura posterior está en la media entre los monovolúmenes de dimensiones parecidas, en la que prácticamente se instalan todos, con las excepciones de Opel Meriva —que queda por abajo— y de Citroën C4 Picasso —éste, en cambio, por arriba—.

Una de las señas de identidad de los Renault Scénic anteriores eran los cinco asientos individuales, con regulación longitudinal y que, en el caso de los de la segunda fila, podían también además extraerse. Dicho de paso, con esfuerzo por su peso. Hoy pocos de sus competidores mantienen esta distribución de 3 butacas independientes (Citroën C4 Picasso o Ford C-Max), y ni siquiera se apunta a ella el nuevo Renault Scénic: se pasa a las tesis de movonovolúmenes como los nuevos BMW Serie 2 Active Tourer o Volkswagen Golf Sportsvan. Como en ellos, cada parte asimétrica de la banqueta tiene reglaje longitudinal —sobre 16 centímetros, 2 más que en el Scénic original—. Más allá de eso, longitudinalmente el espacio interior del Renault Scénic es superado, por ejemplo, por los Sportsvan y Active Tourer. Y si los ocupantes son altos, las voluminosas bandejas quizá les roben un espacio a sus rodillas que puedan necesitar: cinco centímetros, que es lo que ocupan plegadas.

Renault Scénic: soluciones inteligentes

Renault ha decidido pues que, para reinventar el espacio interior, hay que hacerlo a conciencia, no sólo con el metro en la mano. Y así, las plazas laterales del nuevos Renault Scénic, más anchas que la central por la forma del asiento, tienen fijaciones Isofix, como la del copiloto. Pero estos anclajes no son el único detalle destinado a hacer la vida a bordo cómoda. Así, damos con espacios para objetos pequeños —y no tan pequeños— a los pies de todos los ocupantes mediante trampillas, junto a las puertas, en el cajón en la base del asiento del conductor o en la inmensa guantera, de tipo cajón, con un botón que activa un motor para liberar su apertura. Otro motor hace lo propio con el desplazamiento longitudinal, de unos 30 cm, de ese módulo que conforman el apoyacodos central y el también capaz baúl que está por delante. De retrasarse separará las dos plazas posteriores creando un espacio muy atractivo para cada plaza.

Hay otros motores, como los que liberan los respaldos traseros en caso de que deseemos abatirlos. Se activan además desde la pantalla del sistema R-Link o desde la botonera del maletero, pero también pueden destrabarse desde un mando en el propio asiento. En cualquier caso, aportan una prolongación plana del suelo del maletero si éste está en su posición más alta. Y ese espacio hasta puede llegar al salpicadero si se abate también el asiento del copiloto. Enorme espacio.

Renault Scénic: monovolumen dinámico

Ya entrando a valorar su comportamiento, el nuevo Renault Scénic resulta muy rápido en su adaptación a los cambios de apoyo, sintiéndose más hoy como un turismo que otros monovolúmenes de su clase. Sin embargo, el límite de adherencia de sus ruedas en curva no es particularmente alto y, alcanzado, la trayectoria se abre con claridad para dar paso a la eficaz corrección electrónica de su control de estabilidad ESP.

El nuevo Renault Scénic presume de una pisada sólida, de movimientos contenidos de la carrocería y de una dirección de ajuste preciso y con buen tacto tanto en modo normal como en sport. Esta dirección puede configurarse, como también la respuesta del motor, su sonido, la presentación de la instrumentación o la luz ambiental, entre cinco modos, uno de ellos personalizable «a la carta». Lo único que no se varía en el Renault Scénic es la suspensión, y con ese perfil de neumático, las irregularidades como cambios de asfalto o juntas de dilatación, llegan más claramente a los ocupantes que en otros coches que pretenden contar con un talante familiar parecido.

En cuanto a capacidad de frenada, el nuevo Renault Scénic transmite sensación de mordiente siempre, mejor con más resistencia al calentamiento. Sus distancias puedes considerarse en la media del segmento, contando delante eso sí con discos de freno de mayores dimensiones que sus hermanos Renault Kadjar o Mégane.

Renault Scénic 1.6 dCi: su motor

Toca por último valorar ya el rendimiento mecánico del nuevo Renault Scénic, y en este caso equipado con su motor 1.6 dCi de 130 CV de potencia. Esta mecánica hace sin duda ágil al Scénic, con un correcto nivel prestacional y un consumo muy razonable, especialmente si tenemos en cuenta que este Renault tiene una masa importante que mover: 1.600 kg exactos según nuestra propia báscula.

Así, en consumo en ciudad del nuevo Renault Scénic 1.6 dCi puede considerarse muy bueno (5,8 l/100 km de media hemos obtenido), una cifra que le sitúa sin duda en cabeza de su segmento como familiar muy eficiente. Ya en el consumo en carretera, y posiblemente algo penalizado por unos desarrollos de cambio un poco cortos frente a sus rivales, gasta en uso real 5,0 l/100 km exactos, una buena cifra pero que no llega al mejor dato obtenido por los Mercedes B200 CDI, BMW 218d Active Tourer o Citroën C4 Picasso BlueHDi.

En cuanto a prestaciones puras, el nuevo Renault Scénic 1.6 dCi sobrelleva razonablemente bien ese peso antes anunciado, gracias sobre todo a que el motor aporta más par del esperable. Sus adelantamientos en las marchas largas (5º y 6ª velocidad) son bastante buenos, y las aceleraciones, correctas, sin más.

En definitiva, el nuevo Renault Scénic se adapta a los tiempos y, si en ellos lo que se demandan hoy son SUV, pues se transforma para asemejarse lo máximo posible a ellos… aunque la esencia práctica con la que se creó al segmento de los compactos su predecesor sigue siendo evidente. Y uno de sus argumentos de compra: incluso cambiando los tres asientos posteriores independientes por una banqueta más convencional dividida en dos.

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