Siempre que pasa un 911 Turbo por mis manos, también lo hacen por mi mente las palabra de Carlos Sainz en su época de Renault, cuando pilotaba un R5 Maxi Tubo, uno de los coches más difíciles de conducir de su épica; propietario de un 911 Turbo de los de primera generación, me decía Carlos que era el único coche que no había podido "acabarse", entendiéndose por sí sólo la bravura y nivel de exigencia del coche. Un modelo y una denominación que probablemente, sólo Porsche, por su manera de pensar y ejecutar, podría imaginar llegar dónde ha llegado. Siete generaciones superándose a sí mismo, rizando el rizo desde el punto de vista técnico e industrial, porque si algo hace grande a Porsche en general y al 911 en particular es cómo sigue manteniéndose fiel a su configuración "de siempre".
Hoy, este nuevo 911 Turbo es, probablemente, uno de los mejores deportivos del mundo, si no el mejor. Al menos, sí es de entre todos los coches de calle que han pasado por nuestro Centro Técnico el más rápido de todos en aceleración.
Porsche 911 Turbo S 991 Fase II
Reconozco que, antes de subirme al nuevo Porsche 911 Turbo S, pensaba que esta nueva fase II de la generación 991 sería un poco más de lo mismo. No en vano, rodeado de una nueva gama de motores turbo que rinden y corren como lo hacen ahora, hasta parece haber perdido cierto protagonismo en una gama donde hoy los modelos más exóticos llevan motores atmosféricos —R, GT3 y GT3 RS—. Pues bien, realmente no es que sea mucho mejor este 911 Turbo que su antecesor, pero sí lo es un poco más, y cuando partes ya de un coche del nivel del anterior 911 Turbo, conseguir ese poco más esconde un trabajo de verdadero gigante. El motor es el mismo 6 cilindros boxer de 3,8 litros con dos turbos, pero ahora les han dotado de un sistema denominado "Dynamic Boost", mediante el cual este motor logra una respuesta mucho más inmediata hasta el punto de poder dejar de hablar de retraso de sobrealimentación. También se ha aumentado la presión de inyección de 140 a 200 bar, usando inyectores completamente nuevos. Esto, junto con la función overboost, que incrementa la presión de soplado en 0,15 bar adicionales, y un régimen máximo de giro 200 rpm superior, nos lleva a que la potencia del 911 Turbo S haya pasado de los 560 a los 580 CV.
Los aditamentos técnicos que lleva el Porsche 911 Turbo S son los mismos que incluía la anterior generación, pero puestos al día: la suspensión activa PASM, la tracción total inteligente PTM —clave en el resultado final de esta versión—, el autoblocante trasero mecánico PTV Plus, las barras estabilizadoras activas PDCC, los frenos cerámicos PCCB o la dirección al tren posterior con su particular configuración para sumar control y agilidad a partes iguales... El resultado, un deportivo de motor trasero con 580 CV, casi 80 mkg de par, tracción total, un reparto de pesos con el 61% del peso del coche en el tren posterior capaz de rodar en circuito con una robustez y fiabilidad a toda prueba y, al mismo tiempo, apto para todos los días sin mayor contraprestación que su capacidad de maletero.
Porsche 911 Turbo S, todo un misil
El anterior 911 Turbo S ya rebajó incluso las cifras oficiales, pero este lo ha vuelto a hacer al pasar por nuestro Centro Técnico. Y eso que parecía difícil porque sus registros oficiales son estratosféricos, pero sus 2,99 s en el sprint de 0 a 100 km/h se han convertido en 2,77 segundos. Esta cifra es propia de un Fórmula 1 de no hace muchos años. El Launch Control trabaja como ninguno y se esfuerza en que no se escape ninguno de sus 580 CV. También contamos con un equipo de neumáticos generoso, con medidas detrás de 305/30 ZR20. Delante es más estrecho con 245/35 ZR20 para mejorar la agilidad. Ciertamente, a sus mandos incluso sientes hasta que se te va la cabeza mientras realizas esta medición, síntoma tal vez de que el cuerpo no está acostumbrado a fuerzas más propias de una nave espacial.
Pero no acaba ahí la cosa. A 200 km/h llega en 9,4 segundos, frente a 9,9 s que anuncia la marca, y los primeros 400 metros se "acaban" en apenas 10,57 segundos. Pero la anécdota de las prestaciones la tenemos cuando queríamos seguir acelerando hasta pasar la barrera de los 1.000 metros. Pues bien, cuando llegamos a los 500-600 metros más o menos, tuvimos que levantar el pedal del acelerador por una zona de baches en nuestra pista que, a esas velocidades (en ese momento ya íbamos cerca de los 300 km/h), hacía peligroso seguir el ejercicio. Nos cuenta como anécdota el responsable del Centro Técnico encargado de realizar las prestaciones de este coche que, aunque tuvo que abortar y dejar de acelerar durante el ejercicio de 0-1.000 m en el anillo del Inta —sobra decir que el 911 Turbo S supera de largo las posibilidades de la pista—, acabó el kilómetro con salida parada en 20 segundos, impresionante si tienes en cuenta que los últimos 400 metros se hicieron "a vela", por propia inercia.
Como siempre, como nunca. El Porsche 911 Turbo S no sólo se limita a correr en línea recta como nadie, también lo hace en curvas, y, aunque por su inherente efectividad te lo pone fácil, su ya citado nivel prestacional te hará sudar y va a requerir de ti toda la concentración del mundo. La motricidad es espectacular, al igual que el empuje del motor pletórico de par y potencia desde muy bajas vueltas. Además sube hasta 7.200 rpm que no está nada mal para un biturbo. El cambio PDK lleva los mismos desarrollos que la generación anterior, pero la gestión electrónica ha heredado la de los GT3 RS. Además, el volante de doble masa de la transmisión PDK ahora tiene un péndulo centrífugo integrado, que mejora el funcionamiento del motor en la gama de revoluciones muy baja compensando las vibraciones del motor. Así que los cambios son rapidísimos y responden siempre y nos ayudan a reducir, aunque con este coche no hace falta ayudarse mucho de las reducciones ya que frena como ninguno. Hemos logrado la misma distancia que el anterior, pero he tenido la sensación de una frenada más potente y aún más inagotable.
También noté en el circuito del Inta un poco más de subviraje que en el anterior 911 Turbo S, pero creo que se debía a mi elección de presión de neumáticos elegida para la ocasión: las oficiales más 0,2 bar en cada rueda. Fuera de este hábitat, ese efecto pasa inadvertido y el 911 Turbo no encuentra carretera en la que poder explorarse al cien por cien, salvo que te la juegues. Tal sólo reconocerle, en ese entorno y utilización, la sensación de poderío, control y seguridad que transmite, algo a lo que hay que sumar la "usabilidad" que te ofrece en el día a día. A esto último ayuda la dirección total —que ya llevaba la anterior generación— y que es básico tanto para hacer maniobras más fáciles como para ser tan efectivo como demuestra ser en circuito.
Resumiendo, la anterior generación 911 Turbo ya me entusiasmó y ésta ha vuelto a confirmar mis convicciones. En mi opinión, el Porsche 911 Turbo S es el mejor deportivo del momento porque lo aúna todo. Es un deportivo que transmite muchas sensaciones, pero no te hace aborrecerlo si lo tienes que utilizar todos los días. Todo lo contrario. Te enamora más. Por ello, ahora mismo, no hay un deportivo igual.
Porsche 911 Turbo S Coupé, en datos (mediciones Centro Técnico de Autopista)
DATOS TÉCNICOS | Porsche 911 Turbo S Coupé |
Motor | 3.800 cm3/6 cilindros bóxer biturbo |
Potencia | 580 CV desde 6.750 rpm |
Par máximo | 76,5 mkg entre 2.250-4.000 rpm |
Aceleración 0-100 km/h | 2,77 seg |
Aceleración 0-400 m | 10,6 seg |
Velocidad máxima | 330 km/h |
Frenada 140-0 km/h | 65,6 m |
Peso | 1.642 kg |
Consumo medio real | 9,1 l/100 km |
Consumo carretera real | 9,02 l/100 km |
Consumo urbano real | 12,7 l/100 |
Precio | 232.995 euros |
(*) Muchos de estos datos, registrados en circuito cerrado.
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