El nuevo Ford Edge es el SUV más grande que comercializa Ford en Europa y culmina la gama de este tipo de vehículos de la marca. Se une al Ford Ecosport y al Ford Kuga que ya estaban a la venta. Sus principales rivales son, según Ford, el Hyundai Santa Fe y el Kia Sorento. Aunque con precios o tamaños similares encontramos en el mercado opciones como el BMW X3 18d (150 CV), el Jaguar F-Pace 2.0 (177 CV), el Land Rover Discovery4 (211 CV) el Toyota Land Cruiser (177 CV).
Este nuevo Ford Edge en el mercado español no tiene gama mecánica entre la que elegir ya que sólo está disponible con un motor Diesel 2.0 TDCI bien con 180 CV de potencia o bien con 210. El cambio es manual de seis velocidades en el caso del motor de menos potencia y automático Powershift de idéntico número de marchas en el de 210 CV.
No hay variante de gasolina a pesar de que el modelo se vende el mercado norteamericano con este tipo de motor. El Ford Edge se fabrica para todo el mundo en la planta de Oakville (Canadá).
Según los datos facilitados por la marca, con el motor de 180 CV el Ford Edge acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 200 km/h. El consumo homologado por la marca es de 5,8 litros cada 100 km. Las emisiones de CO2 son de 149 g/km.
Con la variante de este motor 2.0 TDCI que alcanza los 210 CV de potencia tiene las prestaciones mejoran. Estos 30 CV extras rebajan en medio segundo el tiempo para pasar de 0 a 100 km/h y aumenta la velocidad máxima hasta los 211 km/h.
El equipamiento del nuevo Ford Edge
Uno de los puntos fuertes que Ford quiere destacar de su nuevo Ford Edge frente a su competencia es su amplio equipamiento. Tres son los acabados disponibles: Trend, Titanium y Sport, citados de más básico a más completo.
El nivel de acabado Trend incluye de serie llantas de aleación de 19 pulgadas, cristales laterales oscurecidos, sistema Sync2 de conectividad con pantalla táctil de 8 pulgadas, cámara de visión trasera, climatizador automático bizona y control de velocidad de crucero.
En el caso del siguiente escalón, llamado Titanium, se añade al Trend un sistema de navegación, raíles cromados en el techo, apertura sin llave, portón trasero de apertura sin manos, sensores de aparcamiento, parabrisas térmico así como asiento y volantes con calefacción.
Por último, el acabado superior Sport incorpora llantas de 20 pulgadas, pedalier en aluminio, sistema de navegación Sony, dirección eléctrica adaptativa, suspensión deportiva y elementos exteriores diferenciadores como la parrilla o las llantas de color negro o faldones laterales de ese mismo tono.
Los precios para las versiones manuales de 180 CV son de 43.425, 46.425 y 47.925 euros, para los acabados Trend, Titanium y Sport, respectivamente. En el caso de los automáticos de 210 CV, éstos sólo están disponibles en las terminaciones Titanium (50.425 euros) y Sport (51.925 euros). Todos estos precios no incluyen los posibles descuentos promocionales. Ford abrió el plazo de pedidos de este coche el pasado mes de enero, la marca no ha facilitado el número que ha recibido pero sí que se han realizado 140.000 configuraciones en su web.
Ford Edge en movimiento
La versión que hemos conducido es la de 180 CV con cambio manual de seis marchas, acabado Titanium y pack opcional Edge X que cuesta 2.000 euros e incluye elementos como el navegador Sony, sistema de aparcamiento asistido o faros de ledes dinámicos anti deslumbramiento.
El Ford Edge es cómodo en general. El nivel sonoro en el interior, rodando por carreteras de buen firme, no es elevado. A bajas y medias velocidades sí se deja oír con nitidez el motor en el interior aunque no llega a resultar molesto.
En nuestro recorrido, mayoritariamente por zonas rurales pobladas y con muchos tramos de travesía, el motor se mostró cumplidor. El cambio tiene unos recorridos de la palanca un poco largos. La sexta marcha es claramente para rodar en autopista privilegiando el bajo consumo frente a la prestación. En ese tipo de vía rápida, el coche es cómodo para viajar. Nosotros rodamos por autopista en los alrededores de Múnich (Alemania) a velocidad de crucero de 145 km/h y el Ford Edge se mostró como un buen compañero para viajes de este tipo: poco ruido aerodinámico y de rodadura.
Además, las plazas traseras son amplias y cómodas. Asimismo, el espacio para el conductor y copiloto es holgado. Al volante la postura es cómoda aunque el asiento quizás esté configurado de tal forma que, a pesar de contar con asiento y volante regulable en altura, acabas manteniendo una postura un tanto erguida de más.
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