Futuro que, a bordo del nuevo Volvo S90, ya es presente, porque en él, la conducción autónoma será una tecnología de confort, y también seguridad, presente en el coche. Seré un signo de distinción de entre sus rivales, porque donde apunta Volvo con su S90 es a lo más alto, léase Audi A8, BMW Serie 7 o Mercedes Clase S. En realidad, deberíamos hablar aún de conducción semiautónoma, toda vez que su funcionamiento está limitado a 130 km/ h aunque, eso sí, no necesita un coche guía al que seguir y con el que mantener unas distancias prefijadas, sino que lo hace a través de los límites del carril actuando de forma autónoma sobre la dirección a crucero estabilizado de carretera, es decir, no está programado para seguir un ruta concreta. De ahí a la conducción cien por cien autónoma hay un paso que, por cierto, no está ya en las manos de fabricantes como Volvo.
Volvo también hace especial hincapié en la seguridad reforzando su sistema City Safety, el tan valioso detector de peatones, ciclistas y obstáculos en la ciudad con función de alarma y frenado ahora también advierte si animales de gran tamaño han invadido la carretera. Y lo hace sea de día o de noche, e igualmente, advirtiendo o frenando en su totalidad el vehículo. Volvo habla de experiencia de conducción rediseñada al completo, y las dos vertientes, confort y seguridad, relacionadas entre sí, han sido epicentro de desarrollo e inversión en estos últimos cinco años que ya van dejando el fruto de 11 millones de dólares invertidos. El Volvo XC 90 es uno de ellos, pero el Volvo S90 es, tal vez, la manifestación más espectacular de diseño y tecnología en manos de la marca.
No creo que haga falta explicarte su línea y diseño, porque tienes un buen puñado de fotos para que compruebes, aunque sea en dos dimensiones, cómo y cuánto ha evolucionado el ADN de Volvo sin perder un ápice de su identidad. Es un coche que impresiona al verlo, donde los últimos desarrollos en simulación de carrocerías denotan, ya desde fuera, una impresionante calidad de realización. Y es impresionante porque, entre otras cotas, estamos ante una majestuosa berlina de 496 cm de eslora, equilibrada por ejes separados casi tres metros entre sí (su batalla es de 2,94 cm). Pero las cotas que aportan esa imponente vista con, realmente, su anchuras, de carrocería o vías: 189 cm en el primer caso, y 164 cm en el segundo, para un coche cuya línea del techo está a 144 cm del suelo.
Su plataforma es herencia directa del Volvo XC 90, la denominada estructura SPA, una arquitectura modular escalable versátil y camaleónica, pero fabricado con los máximos estándares de calidad. El Volvo S90 arrancará con cuatro motores con los que tocará tres tecnologías diferentes, híbrido Plug-In, gasolina y Diesel. Arranquemos con el primero. Ya hemos tenido ocasión de conducir el Volvo XC90 híbrido e impresiona por cómo corre, lo que puede gasta y, cómo no, lo refinado que es aún con semejante equipo de ruedas y altura de techo. Sobre un Volvo S90 promete ser seda en movimiento.
Motores del Volvo S90
Como el resto de motores de la gama, el motor térmico del Volvo S90 T8 es un cuatro cilindros, un 2.0 litros turbo sobrealimentado que por sí sólo desarrolla 320 CV y 400 Nm de par. Súmale 65 KW del motor eléctrico y sus correspondientes 240 Nm de par y el resultado global son unos impresionantes 407 CV y 640 Nm de par... Para un Volvo S90 que homologa 1,9 l/100 km de consumo medio (44 g/km de CO2/km). Su autonomía eléctrica es superior a los 45 km y el propio sistema híbrido oficia de tracción integral.
Siguiente parada en gasolina, Volvo S90 T6, en este caso sólo con el motor 2.0 turbo del T8, con su misma potencia y par, también con idéntica caja de cambios automática de 8 velocidades y un eficiente sistema "físico" de tracción total. 7,3 l/100 km es el consumo medio anunciado para esta versión y 5,8 segundos su aceleración de 0 a 100 km. Cambio de tercio, con dos Diesel, de momento, que prometen silencio de marcha, refinamiento y eficiencia a raudales. Continuando con las denominaciones de la marca, aquí también se llaman D4 y D5, ambos tienen el motor de 1.969 cm3 de inyección directa. 190 CV y 400 Nm de par son las cifras de rendimiento que esconde el Volvo S90 D4, único modelo de la gama con transmisión manual de serie de 6 velocidades; 235 CV y 480 Nm es el rendimiento del D5, como el T6 y el T8, también asociado exclusivamente a la caja de cambios automática de 8 velocidades. Los dos anuncian 230 km/h de velocidad máxima, pero hay grandes diferencias en el resto de datos: 8,2 segundos en el 0-100 km/h y 4,1 l/100 km de consumo medio para el Volvo S90 D4; y 7,3 segundos en el 0-100 y 5,4 l/100 km de consumo medio para el Volvo S90 D5.
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