Mientras en el Salón del Automóvil de Shangai Skoda presenta en primicia mundial su concepto Vision E, en la sede de Skoda en Madrid nosotros lo hemos podido “tocar” y “conducir” mediante unas gafas de realidad virtual. Toda una experiencia que nos ha permitido disfrutar de la nueva apuesta de futuro de Skoda en el campo de los vehículos eléctricos, a la espera de poder hacerlo en vivo y en directo en 2020, cuando está previsto que se ponga a la venta el primer coche eléctrico de Skoda.
El Skoda Vision E es el primer coche con motor eléctrico en los 120 años de historia de la marca checa. Mide 4,68 metros de largo (similar al Skoda Kodiaq), 1,92 metros de ancho y 1,59 metros de largo. Su generosa distancia entre ejes de 2,85 metros permite configurar un interior amplio, muy al estilo de la marca. También sus vanguardistas sistemas de asistencia y los servicios de Skoda Connect, así como numerosas funciones de "Simply Clever", son seña de identidad en este prototipo eléctrico. El Vision E se sirve de la plataforma MEB del grupo VW y sus dos motores eléctricos generan una potencia de 225 kW. Ello le permite alcanzar una velocidad punta de 180 km/h. Las potentes baterías de iones de litio y su óptima recuperación le dan una autonomía de hasta 500 kilómetros.
La carga inteligente es una de las numerosas funciones "Simply Clever". Se realiza por inducción, que podría realizare por ejemplo por ejemplo a través de un panel en el suelo del garaje del propietario. En este caso, el vehículo se detendría con el eje delantero por encima del panel de suelo. Este panel de carga está conectado a la red eléctrica. Durante la noche, carga completamente las baterías del vehículo de manera automática usando tecnología de inducción, es decir, la operación es completamente sin contacto y no requiere una estación de carga o cables. La carga rápida también es posible (un 80 por ciento de la capacidad de la batería en sólo 30 minutos).
Skoda Vision E: conducción autónoma
Con el Vision E, la marca checa no sólo proporciona una perspectiva sobre el futuro de la movilidad completamente eléctrica, sino también sobre las formas de conducción automatizada y autónoma de un futuro próximo. El concepto Vision E cumple los requisitos para el nivel 3 de conducción autónoma: puede operar independientemente en congestiones de tráfico, entrar en piloto automático en autopistas, permanecer en un carril y desviarse, realizar maniobras de adelantamiento, buscar de forma independiente plazas de aparcamiento gratuitas, y aparcar y salir de estacionamiento de forma completamente autónoma. Para ello, varios sensores de distintos rangos y numerosas cámaras supervisan constantemente la situación del tráfico. Según apunta Skoda, los últimos estudios anuncian que en 2030 alrededor del 15% de todos los vehículos nuevos podrán conducirse de manera completamente autónoma
Skoda Vision E: confort y entretenimiento garantizados
Gracias a las grandes superficies acristaladas del Skoda Vision E, el interior es ligero y transparente. Cuatro asientos individuales con nuevos respaldos enfatizan la modernidad del vehículo. Los asientos están ligeramente elevados y se pueden girar hasta 20 grados. Se vuelven hacia el exterior cuando se abren las puertas, lo que facilita el acceso. Después de cerrar la puerta, vuelven a su posición inicial -una nueva característica "Simply Clever" que proporciona comodidad adicional a través de diseño-. Al tratarse de un concepto, carece de túnel de transmisión en la parte delantera y trasera, lo que genera una generosa sensación de amplitud.
Además de la pantalla ubicada en el cuadro de instrumentos, el Skoda Vision E cuenta con más pantallas para los ocupantes. La pantalla táctil central se encuentra en el centro del salpicadero, de modo que el conductor y el pasajero delantero puedan operar y leer todas las funciones y servicios importantes. Además, hay pantallas individuales para los pasajeros delanteros y traseros para permitir la operación de numerosas funciones de confort, tales como información y entretenimiento. La pantalla de los pasajeros delanteros está integrada en el salpicadero, mientras que las pantallas de los pasajeros traseros están en los respaldos de los asientos delanteros. La unidad de control del pasajero delantero está incorporada en el reposabrazos derecho; La unidad de control de los pasajeros traseros está situada entre los dos asientos traseros. Un Phonebox se ubica en el interior de cada puerta, permitiendo la carga inductiva de los teléfonos inteligentes de los ocupantes. En el momento en que el vehículo se conduzca de forma autónoma, se pueden deslizar los asientos delanteros hacia atrás y disfrutar de la máxima relajación. Al mismo tiempo, el volante se eleva, lo que significa mayor espacio y grado de confort.
Skoda: un futuro eléctrico
Skoda quiere hacer de la electromovilidad una característica permanente en nuestra vida cotidiana. Para llegar a ello, Skoda trabaja ya en vehículos con energía híbrida enchufable (plug-in) y en puramente eléctricos. Y es que la electromovilidad desempeña un papel crucial en la estrategia de crecimiento global de la compañía. Además de los vehículos híbridos plug-in (su primer modelo verá la luz en 2019), la marca también contará con cinco coches totalmente eléctricos en su gama en 2025. Así, uno de cada cuatro coches vendidos por la marca en todo el mundo deberá ser un híbrido enchufable o tener una unidad puramente eléctrica. Los vehículos eléctricos 100 por cien cubrirán diferentes segmentos, para clientes de todos los gustos.
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