Aunque pudiera parecer un contrasentido, una gran berlina puede no sólo ser válida para vías despejadas de muy alta velocidad, sino que también puede incluir un tinte deportivo a priori poco adecuado para vehículos de casi 2 toneladas. Lo demostró en su día el Porsche Panamera y después de su aparición en el Salón de Ginebra el Mercedes AMG-GT Coupé viene a competir con su rival alemán por el título de berlina más deportiva del mundo.
Este Mercedes-AMG GT Coupé traslada el torrente de prestaciones a un habitáculo más amplio, configurable para cuatro o cinco pasajeros a voluntad, que pese a la línea coupé del techo no parece a la vista de las fotos condicionar demasiado la altura interior disponible.
Los motores del Mercedes-AMG GT Coupé
El Mercedes-AMG GT Coupé estará disponible a partir de verano de este año con dos motores diferentes. El más pequeño es un seis en línea de tres litros y doble sobrealimentación por turbo y un compresor de accionamiento eléctrico que anuncia 435 CV, con el empuje adicional de 16 kW en momentos de arranque, que anuncia 285 km/h con una aceleración de 4,5 s y un consumo de 9,4 l/100 km.
Más poderoso y apenas 75 kg más pesado es el V8 4.0 con dos turbos de doble entrada colocados en el interior de la bancada de cilindros. En situaciones de poca carga de acelerador desconectará los 2, 3, 5 y 8 permitiendo un cierto ahorro en el gasto de combustible, pese a lo cual no es capaz de bajar de los 11. Su potencia es abrumadora: 585 CV en su versión «básica» y 639 en la variante S. Ésta es 0,2 segundos más rápida en el 0-100 km/h, hasta los 3,2, y aumenta su velocidad punta en 5 km, hasta unos espectaculares 315 km/h.
La transmisión y chasis del Mercedes-AMG GT Coupé
El Mercedes-AMG GT Coupé contará en todos los casos con tracción integral permanente 4Matic con distribución completamente variable del par que dependiendo de la adherencia disponible en cada rueda modifica el par que llegue a cada eje. Adicionalmente, la versión más potente, la 63 AMG S añade un modo Drift —seleccionable después de haber accionado el modo de conducción Race y desconectar el ESP— que anularía el envío de par al eje delantero, convirtiendo «de facto» al Mercedes-AMG GT de cuatro puertas en un auténtico propulsión trasera.
En todos los casos, el Mercedes-AMG GT Coupé se asocia a un cambio automático de 9 relaciones con algunas diferencias de calado que apenas llegarán al conductor. Sí lo hará en cambio la suspensión, neumática la de los V8 y metálica, con amortiguadores regulables la de los seis cilindros. Opcional serán los frenos con discos carbocerámicos y la dirección activa en el eje trasero. Ésta facilitaría que las ruedas posteriores girasen en sentido contrario sobre el eje vertical a las delanteras circulando por debajo de los 100 km/h en pos de la mayor agilidad, en tanto que por encima de los 100 km/h girarían en el mismo sentido, garantizando la mayor estabilidad a alta velocidad.
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