¿Sale rentable viajar de Madrid a Barcelona en autobús? Tren, avión, coche propio, compartido… la competencia es la misma, pero los precios son cada vez más ajustados. Lo que antes era una alternativa barata, aunque algo más lenta, se ha convertido en una opción poco competitiva y algo más ágil.
Objetivo: conservar clientes
Las compañías de autobuses, conscientes de esta situación y ante una continuada pérdida de clientes, empezaron a ofertar mejoras de confort en sus rutas. Wifi, sistemas de entretenimiento a bordo, enchufes para cargar dispositivos electrónicos e, incluso, servicio de cátering. Aun así, el número de viajeros no repuntaba: está claro que lo que manda es el bolsillo.
Pero todo llega, y este verano le ha tocado al autobús. El precio de los billetes de gran parte de las líneas interurbanas estatales, las de medio y largo recorrido ha bajado. El motivo es doble; por un lado, por la actualización automática de las tarifas desde el 1 de julio y por otro por las concesiones a la baja que se están haciendo desde hace un año.
Tarifas a la mitad de precio
Por cuenta de la actualización de tarifas, las rebajas en el precio máximo del billete son insignificantes: un 0,2%. Las verdaderamente importantes son las que aplican las propias empresas del sector, ávidas de ganar viajeros. En algunas líneas, las diferencias de precio se sitúan en un 50% entre una compañía y otra.
Al Ministerio de Fomento le preocupa que esta competencia encarnizada repercuta en la calidad del servicio y, consecuentemente, en el viajero. Para ello, el ministro, Íñigo de la Serna, ha anunciado la creación de una nueva normativa que modificará los pliegos de contratación de las rutas para dar más peso a la oferta técnica y de calidad que a la oferta económica que, actualmente, representa el 45% de la puntuación global.
El sector reclama ayudas
El presidente de la Confederación de Transporte en Autobús (Cofebus), Rafael Barbadillo, reconoce que aunque el sector comienza a experimentar una ligera recuperación, las ayudas de las administraciones son nulas. Así, considera que otros medios de transporte reciben subvenciones millonarias, mientras que no se invierte un euro en mejorar las infraestructuras para viajar por carretera.
Por otro lado, Cofebus también reclama un plan Renove para las estaciones de autobús de las ciudades con más de 100.000 habitantes –lo que supondría beneficiar a 650 millones de viajeros al año realizando una inversión de 120 millones de euros- y la creación de carriles bus vao reversibles en las principales poblaciones que ayuden a agilizar el tráfico.
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