Vuelven las furgonetas Flower Power

¿Te acuerdas de la famosa furgoneta de Volkswagen, el modelo apodado como Bully y que se convirtió en uno de los símbolos del movimiento hippie? Este mítico vehículo marcó el inicio de dos nuevas aficiones que cuentan cada vez con más adeptos: el Caravaning y el Tuning Van o arte de personalizar furgonetas. Te contamos las curiosidades y te ponemos los vídeos más peculiares.

Vuelven las furgonetas Flower Power
Vuelven las furgonetas Flower Power

Finales de los años 60. Una nueva filosofía de vida basada en el amor, la fraternidad y la tolerancia irrumpía en la sociedad mundial. El movimiento pacifista hippie se extendía por todo el planeta. Con un estilo de vida nómada y con la utilización de los mínimos recursos económicos, se rebelaban a las reglas establecidas y a un mundo demasiado homogéneo, demasiado igual.

No dudaban en viajar por diversos países del mundo para propagar sus ideas y para asistir a algunos de los conciertos musicales de grupos defensores a ultranza de la libertad o de cantantes que posteriormente se han convertido en auténticos mitos, iconos de una ideología (John Lennon, el cantante de The Doors Jim Morrison, el guitarrista y cantante Jimmie Hendrix, entre otros). La filosofía Flower Power o de no violencia nacía vinculada a los hippies. Éstos consideraban que las flores, las plantas y el resto de elementos existentes en la madre naturaleza eran mucho más poderosos que las ofensivas y destructivas armas. Por ello, en diversas manifestaciones no dudaban en colocar flores en las armas de los policías y agentes antidisturbios. También decoraban sus escasas pertenencias con algún motivo que recordara a la naturaleza. Los recursos más recurrentes en la decoración eran la hoja de la planta de la marihuana y cualquier tipo de flor (la margarita fue también muy utilizada).

Una de las escasas pertenencias de la que estaban realmente orgullosos los hippies era su vehículo. El modelo más utilizado en las décadas de los 60 y los 70 fue el Volkswagen Type 2 (más comúnmente conocido como Bully), el vehículo Flower Power por excelencia. De forma indirecta, este modelo marcó el inicio de dos nuevas modas que en la actualidad van teniendo cada vez más adeptos: el Caravaning y el Tuning Van o arte de personalización de furgonetas. De estos dos fenómenos hablaremos posteriormente. En primer lugar, hay que rendir un merecido homenaje al VW Bully, cuyo 60 aniversario fue el pasado año.

En 1947, el empresario holandés Ben Pon creó el primer boceto del VW Bully. Muy poco tiempo después, en 1950, la firma de Wolfsburg empezó a producir este modelo bajo el nombre de Type 2, siendo, por tanto, el segundo vehículo que se decidía a producir y a comercializar la marca alemana (el primero fue el Type 1, más comúnmente conocido como Beetle o Escarabajo).

El nombre de Bully es uno de los apelativos que ha recibido la célebre furgoneta a lo largo de sus 60 años. Otros nombres con los que se la ha denominado han sido Vanagon y Bus. Desde su nacimiento, la polivalencia fue una de sus cualidades, ya que sus características técnicas, su diseño y su habitáculo permitían muchísimas posibilidades, desde una ambulancia o un pequeño camión de bomberos hasta una autocaravana cuyo propietario podía personalizar y adornar a su manera (con un salón con mesa y sus sillas correspondientes, cortinas, cocina, baño, etc.). El Bully, por tanto, era mucho más que un vehículo, era como una casa rodante que podías llevar al lugar que quisieras. El movimiento hippie en seguida se empezó a fijar en la furgoneta alemana y no sólo la eligió como medio de transporte favorito, sino que también la convirtió en un símbolo más de su ideología.

El 25 de julio de 2007 la Volkswagen Bully cumplía 60 primaveras. Por ello, el Departamento de Volkswagen Vehículos Comerciales decidió homenajearla con una marcha multitudinaria a la ciudad de Hannover, lugar en el que se congregaron casi 4.000 unidades de este histórico modelo (desde las versiones más antiguas a las más modernas). En la década de los 80, Volkswagen decidió producir un modelo que sucedería al Type 2; nacía así el Type 3, conocido en Estados Unidos con el apelativo Vanagon y que en Europa ha tenido los nombres de Transporter y que, posteriormente, recibiría la denominación Caravelle.

La utilización de tecnologías cada vez más respetuosas con el medio ambiente en el mundo del automóvil es una de las tónicas dominantes. Prácticamente todos los fabricantes han o están desarrollando versiones híbridas, eléctricas o impulsadas con biocombustibles. Este fenómeno también ha llegado a la legendaria furgoneta de Volkswagen. Te adelantamos un ejemplo de cómo puede ser la Flower Power de los hippies del futuro.

Verdier Solar Power es el nombre de la versión más ecológica del vehículo alemán. Su diseño y desarrollo ha corrido cargo del canadiense Alexandre Verdier. Lo más destacado de esta peculiar autocaravana lo encontramos en las energías alternativas que utiliza. El sistema híbrido de motor eléctrico y motor de gasolina rinde una potencia máxima de 200 CV. La energía eléctrica se genera en unas placas solares situadas en el techo. Dichos paneles tienen una potencia de 40 vatios. A pesar de tratarse de un vehículo de considerable tamaño y peso, apenas emite 160 g/km de CO2 y tiene un consumo medio de combustible de 7,5 l/100 km.

El habitáculo de la Verdier Solar Power es un inmejorable ejemplo de la imaginación a la hora de personalizar la mítica Westfalia. Su interior cuenta con camas para cuatro personas (dos niños y dos adultos), cuatro asientos y una cocina con un radio de giro de 180 grados que permite cocinar tanto dentro como fuera de la autocaravana.

Si la mítica Bully de Volkswagen tiene en la Verdier Solar Power su versión ecológica, la firma alemana va más allá con la Caddy Topos Sail. Se trata de un prototipo que fue presentado en el pasado Salón del Caravaning de Düsseldorf (Alemania), en su edición 2008. Es una versión del pequeño comercial Volkswagen Caddy que imita a un yate en su exterior. Los guiños a esta embarcación los encontramos en el techo de madera (idéntico a la cubierta de un barco de recreo) y tiene una pieza que se eleva conformando un respaldo para tomar el sol en su techo. Para acceder a éste, tiene en su parte posterior una escalera de metal empotrada en el portón trasero. Y, para completar tan singular diseño, el techo está rodeado de unas barras metálicas que favorecen la seguridad y comodidad del ocioso conductor. Detalles en madera están repartidos tanto en el interior como en el exterior.

Las furgonetas Flower Power marcaron el origen del fenómeno de las Autocaravanas, más conocido como Caravaning. Se trata de un sector que cuenta con muchísimos adeptos y prueba de ello son las numerosas muestras temáticas en las que se presentan las últimas novedades. A la mencionada feria celebrada hace ya unos meses en Düsseldorf, recientemente se ha unido la que ha tenido lugar en Barcelona el Salón Internacional del Caravaning, cuya edición 2008 se ha saldado con casi 60.000 visitantes. Es la vigésimo octava vez que esta feria se celebra en la Ciudad Condal.

De forma paralela al Caravaning, ha nacido otra moda: el Tuning Van o arte de personalizar caravanas y furgonetas. En Internet circulan múltiples fotos y personalizaciones, a cual más original. En Alemania está muy de moda modificar totalmente el motor y resto de elementos técnicos de furgonetas Volkswagen, añadiéndoles, por ejemplo, el propulsor, frenos y suspensiones del deportivo Porsche 911. Estas curiosas personalizaciones así como varias unidades de las míticas Flower Power las puedes visualizar en una serie de vídeos que te ponemos a continuación.

Las Flower Power, en vídeos