En muchas ocasiones, cuando llueve torrencialmente, la velocidad máxima de los limpiaparabrisas no parece suficiente para evacuar todo el agua que se deposita en el cristal. Entonces, se crea una cortina de agua que dificulta la visibilidad. Para evitarlo en una gran medida se han concebido a lo largo de la historia del automóvil diversos productos con el fin de repeler el agua para evacuarla más rápidamente de los cristales y tener siempre una visión más clara.
Hasta la fecha habíamos probado varios productos, algunos de ellos con excelentes resultados a corto plazo, pero con una vida útil a máximas prestaciones muy reducida. Éstos, normalmente con bases de silicona, se adhieren bien al cristal, pero con el roce del limpiaparabrisas en época de lluvia o los sucesivos lavados del coche, sus beneficios no suelen durar mucho más de un mes.
Por ello, nos planteamos hacer una prueba de larga duración del repelente Enduro Shield en el Peugeot 308 1.6 Pure Tech de 130 CV con el que llevamos a cabo una prueba de larga duración y en el que ya contabilizamos 120.000 km. El fabricante australiano de Enduro Shield garantiza la duración de su producto por un año ó 20.000 km. Ahora, tras 75.000 km contabilizados y pasado un año, podemos concluir que el repelente aún ofrece excelentes prestaciones, con lo que cumple la garantía del fabricante con bastante holgura. No en vano, el producto se desarrolló en un principio para el mercado estructural —muy apreciado en las ventanas de los rascacielos, pues además de permitir un mejor resbalamiento del agua los mantiene limpios durante un periodo de tiempo mayor—.
Enduro Shield, principales características en el automóvil
El Enduro Shield se comercializa en toallitas independientes para su uso en talleres o centros especializados así como en un paquete que incluye un rociador con 50 ml y un paño aplicador, todo ello por 17,95 euros. Se trata de un producto con nanotecnología que mediante un enlace covalente crea una reacción química que sella los poros del vidrio convirtiéndolo en una superficie que repele el agua. De esta forma, cuando el agua cae sobre el cristal, ésta se deposita en pequeñas perlas que al contacto con el aire desaparecen rápidamente. Tanto, que si viajamos a una velocidad por encima de 60 km/h no se hace necesaria la puesta en marcha del limpiaparabrisas. Por debajo de esta velocidad o en tránsito urbano sí, pues aunque la visibilidad es mejor que si no se hubiese aplicado el producto, las pequeñas bolitas de agua no desaparecen del campo de visión tan rápidamente. Resulta especialmente útil y aumenta mucha la seguridad de conducción cuando llueve torrencialmente, pues no se crea la típica cortina de agua en el cristal, o, por ejemplo, cuando otro vehículo nos lanza una gran cantidad de agua al pisar un charco mientras viajamos con el limpiaparabrisas desconectado o a una velocidad reducida.
Tiene su base en alcohol, pero sólo comparte el electrón con el vidrio, el acero inoxidable y la cerámica porcelánica, que son los materiales sobres los que es capaz de guardar todas sus cualidades. Enduro Shield lo podemos adquirir en muchos centros especializados del automóvil, así como en toda la red de talleres MotorTown, presentes en los centros Hipercor de El Corte Inglés.
Comparado con otros repelentes, nos ha sorprendido muy gratamente. Hemos probado otros productos con prestaciones muy similares, que sorprenden bajo lluvia con un avisibilidad mayor, pero hasta la fecha no hemos encontrado otro que dure tanto con una sola aplicación. No es barato y cada bote sólo es válido para dos parabrisas, pero a la larga resulta hasta más económico. Nos ha gustado mucho en el parabrisas, pero lo vemos también muy interesante para aplicar en ventanas laterales y lunas traseras, especialmente en las de las berlinas de tres volúmenes que, en muchos casos, carecen del limpiaparabrisas trasero. Además, en esos casos, aunque nos excedamos en el uso del producto, no encontraremos ningún efecto negativo —al no tener limpiaparabrisas— porque aun así la visibilidad siempre es perfecta.
Enduro Shield, así hay que aplicarlo
Para su correcto funcionamiento es muy importante aplicarlo correctamente. Hay que respetar y cumplir escrupulosamente todos los pasos que marca el fabricante. Tras diversas pruebas, hemos comprobado que si previamente no se limpia bien el cristal antes de su aplicación y no se esperan las 8 horas a que el producto se cure, su duración es muy baja. Por otro lado, si se aplica en exceso, es posible que al activar los limpiaparabrisas éstos barran a saltos, con lo incómodo que resulta su sonido al no deslizar uniformemente.
Por ello, debemos ser muy concienzudos en el proceso o confiar en un especialista. Lo primero es elegir el lugar, que debe de estar seco, fresco y bien ventilado. Tras ello, habrá que limpiar a la perfección el/los vidrio/s que vamos a tratar. Con un buen limpiacristales libre de siliconas y una bayeta —preferiblemente de microfibra— frotaremos hasta que desaparezcan las marcas y quede un aspecto brillante. Tras ello pulverizaremos el cristal con el Enduro Shield a unos 10 cm sobre 1/3 de la superficie, sin que contacte con la chapa o plásticos, para seguidamente extender el producto de arriba abajo y de derecha a izquierda, con la ayuda de la bayeta incluida hasta que notemos que se desliza con suavidad. Seguidamente frotaremos con suavidad durante unos minutos hasta que desaparezca cualquier marca. Tras ello, conviene aparcar el coche en el garaje o a la sombra durante ocho horas y, mientras tanto, en ningún caso haremos uso de las escobillas limpiaparabrisas. Limpiar posteriormente las lunas con productos que no sean abrasivos permite una mayor duración del producto.