¿Has conducido un coche eléctrico? Son impresionantes, el silencio, la suavidad, la aceleración desde parado, la respuesta al acelerador, los cambios de carril cuando hace falta... Pues incluso quien entra en esa búsqueda de la pegatina de la DGT para el parabrisas que dice "0 emisiones", para recuperar parte de esa libertad de movimiento tradicional de los coches, no se decide. Ya no es el punto de recarga en el domicilio -en que la legalidad te ampara en caso de garajes comunitarios- o que no haya oferta razonable de coches eléctricos. Es que, como en una economía deflacionista, "el mejor coche eléctrico está por llegar".
2017: año de grandes baterías
Cada anuncio de un avance en un futuro modelo eléctrico ha servido para frenar posibles ventas hoy, de eléctricos que ya están en el mercado. Los avances son palpables, como BMW al aumentar en un 50 por ciento la autonomía del BMW i3 con sólo un 3 por ciento de aumento de precio. Con toda razón ya no encuentras en el configurador web de VW un e-Golf, tienes que "solicitar presupuesto" ¿quién lo va a querer si ya sabes que en 2017 llegará un VW Golf que anuncia 300 km?
El Renault Zoe está a la vuelta de la esquina con una autonomía (homologada) de 400 km desde los 240 km a los que se había ampliado. Podría llegar a 300 km en un uso realista, no el ciclo oficial. Para un posible propietario surge la cuestión de que con una batería de mayor capacidad (41 kWh en lugar de 22 kWh) el tiempo de recarga completa prácticamente se duplica. Por eso Renault ya ha hecho público que adoptará el estándar CCS a partir de 2019, capaces de esas cargas ultrarápidas a 150 kW en 2017 (y 350 kW en 2019). Una mejora que no implicará gran cosa en uso diario, no se van a usar salvo para largos desplazamientos por vías extraurbanas, pero ¿y si me espero para no perdérmelo? Opel aún tiene que decidir si lanzará en todos los países su as en la manga, el Opel Ampera-e a un precio que se presume muy competitivo y autonomía de 500 km.
En noviembre el mercado de vehículos eléctricos apenas representa el 0,2 por ciento del total de ventas en España. Y eso que el líder en España, el Nissan Leaf, afirma haber crecido en ese mes un 45 por ciento sus ventas. Según la propia Nissan, el 78 por ciento de los jóvenes de la generación Z, nacidos entre 1994 y 2010, esperan poder comprar un coche y un 58 por ciento quieren que sea eléctrico. A ellos sí les llegarán esos "coches eléctricos 2.0", pero en este instante las expectativas futuras frenan el coche eléctrico.
Puesto en números: por 28.000 euros tienes un VW e-Up, con 160 km de autonomía, pero financiado con lo que llaman "compra flexible", dispondría de él durente seis años (por ese mismo precio). Te lo podrías quedar pagando 5.300 euros adicionales. Puede que ese momento, finales de 2022, dudes en pagarlo. Desde 2019 habrás conocido la versión de serie del VW I.D., por un precio de Golf Diesel, en torno a los 30.000 euros, con una autonomía de 500 km.
Alguna marca nos había comentado que, lanzando "compradores misteriosos" (en argot, espiando a la compentencia), no conseguían que el vendedor cerrara una operación en firme por un eléctrico en algunas marcas, desviando su atención hacia motorizaciones convencionales. Dichas marcas niegan que sea así, pero desde el principio de los eléctricos (al menos en España), marcas como Renault realizaban un intensivo cuestionario al cliente antes de admitir el pedido. No se quería clientes defraudados, iba a haber pocos, el camino del eléctrico iba a ser lento, pero muy largo, y mejor no atascarlo desde el inicio por no cubrir expectativas ni de los más entusiastas. Ahora, los entusiastas informados, siguen a la espera de lo que venga, como sucedía en tiempos con las promociones en los teléfonos móviles. Solo que en este caso las empresas eléctricas no están dispuestas a regalarte el coche a cambio de un nuevo contrato eléctrico.
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