WRC México, viernes: Ogier, líder de la mañana

Los cinco primeros tramos de la jornada del viernes no han defraudado han hecho buenos los pronósticos que apuntaban a una feroz cabalgada de Sébastien Ogier y su Volkswagen Polo WRC. El piloto francés se afianza en cabeza del Rallye de México, con Mads Ostberg (Ford) y Mikko Hirvonen (Citroën) sufriendo para seguir su ritmo. Dani Sordo, quinto, cede ya más de un minuto con la cabeza, mientras Jari-Matti Latvala (Volkswagen) ha abandonado tras un toque contra una piedra con su Polo WRC y Evgeny Novikov (Ford) acumula un gran retraso tras los problemas electrónicos que ha venido sufriendo desde el arranque de la jornada de hoy.

Fernando Albes

WRC México, viernes: Ogier, líder de la mañana
WRC México, viernes: Ogier, líder de la mañana

Sébastien Ogier ha puesto rumbo a una nueva victoria en el arranque de la jornada de hoy viernes y camina a paso ligero por las truculentas rutas de las sierras que bordean León, Guanajuato y Silao para sumar otro buen puñado de puntos. El francés y su Volkswagen gestionaron muy bien la primera mitad de la etapa de hoy viernes, atacando en el primer tramo, conservando neumáticos en los dos siguientes y volviendo a atacar con fuerza en el cuarto, el temible El Chocolate. Mads Ostberg ganó dos especiales, las previas a ésa, pero su ritmo no ha sido todo lo alto que necesitaba en el tramo decisivo y ahora está a 12,9 segundos del francés y 5,3 segundos por delante de Mikko Hirvonen, una amenaza más que real para el noruego.

 

El tramo de El Cubilete (15,31 km) abría el bucle de cinco tramos de la mañana y lo hacía de una manera ciertamente inesperada, porque dos de los teóricos aspirantes a los puestos de cabeza se dejaban ahí todas sus opciones en el rallye. El primero, Jari-Matti Latvala, que se salía con su VW Polo WRC tras tocar contra una piedra cuando solo había disputado 500 metros de la especial. Evgeny Novikov (Ford) no corría tan mala suerte, aunque el fallo de un sensor del motor de su coche le hacía detenerse en mitad del tramo por un buen rato, hasta que lograba repararlo, gracias a sus profundos conocimientos de mecánica. Pero se dejaba 8 minutos en el lance y, teóricamente, decía adiós a un buen resultado. Sébastien Ogier arrancaba a por todas y, pese a no sentirse completamente cómodo con los reglajes de su Polo WRC, batía a Mads Ostberg por 5”. El noruego tampoco iba a gusto, con un Fiesta excesivamente sobrevirador, pese a lo que no tenía problemas para relegar al tercer puesto a su compañero Thierry Neuville, 2,1 segundos más lento que él. La pareja de Citroën, Hirvonen y Sordo, se clasificaban a continuación, en un tramo donde decidían administrar sus recursos para conservar fuerzas para el resto del largo bucle. Hirvonen declaraba, además, que había empezado el día algo “dormido” y sin el ritmo suficiente…

 

El segundo asalto cronometrado del día era Las Minas (15,31 km), una especial donde Mads Ostberg atacaba fuerte, sin apartente preocupación por administrar gomas para el temible cuarto tramo, El Chocolate, el más largo de la jornada. Así, marcaba el mejor tiempo sobre Mikko Hirvonen, que solo cedía 2,7 segundos, completando el triplete de cabeza Ogier, a 6,7 segundos del noruego. Thierry Neuville y Sordo se situaban a continuación, con el español declarando encontrarse cada vez más a gusto con su Citroën DS3 WRC. Tras esta especial, Ostberg tomaba el mando de la general, con 1,4 sobre Ogier y 8,9 sobre Hirvonen, mientras que Sordo se asentaba en el quinto puesto, a 23,3 segundos y, teóricamente, conservando todas sus opciones intactas.

 

El corto tramo de Los Mexicanos (9,76 km) no tenía un impacto demasiado grande entre los pilotos de la cabeza, y los seis mejores se colocaban en poco más de tres segundos. Mads Ostberg firmaba el scratch, medio segundo por delante de Ogier, 1 sobre Neuville, 1,8 sobre Hirvonen, 2,3 sobre Novikov y 3,1 sobre Sordo.

 

Con ese panorama se llegaba a disputar el tramo estrella de la mañana, el inédito El Chocolate (30,57 km), donde el intéres residía en saber hasta dónde aguantarían las ruedas de unos y otros, ya con tres tramos encima, en una especial que todos calificaban como bastante técnica y difícil y llena de trampas.

Sébastien Ogier salía a por todas y vapuleaba a una competencia cuyo mejor exponente, Mikko Hirvonen, solo conseguía acercarse a 9”. El francés de Volkswagen declaraba en la meta haber tirado a tope, ante la imposibilidad de consultar los tiempos parciales en pleno tramo, lo que se traducía en un severo castigo a sus seguidores. Mads Ostberg, que había apuntado maneras en los tramos anteriores, llegaba a la meta con las gomas algo degradadas y nada a gusto con el comportamiento de su coche, encajando 13,7 segundos. Tocó contra una piedra en los últimos kilómetros y, pensando que habría pinchado, levantó un poco, lo que también contribuyó a que encajara más segundos. Thierry Neuville, tercero, era esta vez el mejor representante de Ford, a 1,8 segundos de Hirvonen, mientras que Sordo, muy incómodo con el comportamiento del DS3 WRC en un tramo que patinaba mucho por la mucha grava de la superficie, perdía aquí nada menos que 39,9 segundos.

 

A falta del anecdótico tramo que cerraba el bucle, el urbano de León (1,23 km), Sébastien Ogier se afianzaba en la cabeza de la carrera, con 11,8 segundos sobre Ostberg, 17,8 sobre Mikko Hirvonen y 25,8 sobre Thierry Neuville, los dos únicos capaces de rodar a menos de medio minuto del galo de Volkswagen. Sordo terminaba un poco en tierra de nadie, quinto, a medio minuto de Neuville y 41” por delante de otro Fiesta de M-Sport, el de Nasser Al-Attiyah, ya que Evgeny Novikov, el cuarto hombre de esta formación, estaba hundido en la tabla, tras los 8’ perdidos en el primer tramo de la jornada.

 

Por su parte, Benito Guerra y Borja Rozada completaban un bucle no exento de sobresaltos, ya que algunas falsas alarmas en el tablero de su coche les retrasaban en el quinto tramo y en el sexto el embrague comenzaba a desfallecer, haciéndoles perder un tiempo precioso. Primero se encendió una luz que indicaba que había fuego en el coche, lo que le distrajo en un par de ocasiones, y luego, sus dudas en las curvas más largas con el WRC le hicieron tirar de embrague más de lo aconsejable, lo que recalentó el sistema e hizo que llegara a la meta casi sin pedal. Pese a todo, su octavo puesto provisional, por delante de pilotos como Prokop o Kosciuzko, no era desdeñable, ya que ambos tienen un rodaje claramente superior al volante de un WRC. En la undécima plaza encontrábamos a un Chris Atkinson al que un golpe en el primer tramo del día dañaba la dirección y hacía penalizar 21’ por retraso (3’30” reales)

 

El tramo urbano de León (1,23 km) no arrojaba sorpresa alguna y Ogier firmaba un scratch, seguido de cerca por Neuville, Hirvonen y Sordo, todos metidos en un segundo.

 

El español, que disfrutaba de una buena confianza con el Citroën DS3 en los tramos que abrían la jornada, perdía la buena sintonía con él en el delicado El Chocolate, con hasta cuatro cambios de ritmo y muy baja adherencia por la cantidad de grava que había en su superficie. Así lo relataba en el ecuador de al etapa.

 

La acción se reemprende a las 13:33 hora local (20:33 en España).

 

Clasificación después de 7 tramos:

 

1º S. Ogier-J. Ingrassia (Volkswagen Polo WRC), 1:00:04.2. 2º M. Ostberg-I. Minor (Ford Fiesta WRC), a 12.9. 3º M. Hirvonen-J. Lehtinen (Citroën DS3 WRC), a 18.2. 4º T. Neuville-N. Gilsoul, a 26.1. 5º D. Sordo-C. Del Barrio, a 1:05.4.