Jari-Matti Latvala y Miikka Anttila (Volkswagen Polo WRC) ganaron su segunda carrera sobre asfalto, repitiendo la gesta también alcanzada en Francia el año pasado. Aquella ocasión fue en las carreteras de Alsacia y esta vez ha sido en Córcega, donde el binomio finlandés y su montura germana consiguieron superar mejor que sus rivales los no pocos obstáculos que fueron surgiendo desde el arranque de la prueba para terminar con 32.7 de ventaja sobre un también brillante Elfyn Evans (Ford Fiesta WRC). El galés llegó marchar líder durante dos tramos, cuando el temporal que azotó la isla sembró el caos sobre el asfalto. Pero en el último tramo del sábado y, sobre todo, el domingo, Evans no consiguió contener los embates de Latvala y su Polo y se conformó con terminar la carrera. Eso sí, defendiéndose con garantías de las intenciones del tercer piloto de la formación alemana, Andreas Mikkelsen, que terminó a 3.2 de Evans en un sprint final de infarto.
No fue el rallye, desde luego, del líder de ese equipo, Sébastien Ogier, retrasado primero por un pinchazo y luego por la penalización recibida por volver a la carrera tras tener que abandonar con el cambio de su VW Polo WRC roto de camino al parque cerrado del final de la primera jornada. Por si fuera poco, no apretó el botón “OK” en su coche tras sustituir el neumático pinchado el viernes al volver a subirse (algo a lo que obliga el reglamento) y eso hizo que la FIA le impusiera una multa de 10.000 euros, de los que tuvo que pagar 2.000, quedando los 8.000 restantes pendientes de si reincide.
Tampoco tuvo las cosas de cara Thierry Neuville (Hyundai i20 WRC), fuera de combate en el primer km del tramo que abría el rallye por un golpe contra un puente y errático en el resto de la prueba, sin cronos de relumbrón. Y tampoco fue lo que pudo haber sido en el caso de Dani Sordo, cuyo arranque prometía mucho, pero al que la rotura de una llanta dejó fuera de combate el viernes, con dos minutos perdidos y sin posibilidad de un resultado importante.
Pero el español, lejos de rendirse, tiró cuanto pudo el sábado y también el domingo, salvando decorosamente las mil y una trampas de los dos primeros tramos para anotarse el scratch en el segundo. Cuarto en el tramo que cerraba la prueba, el español concluía séptimo, dentro de los puntos y aportando también una renta “decente” a Hyundai en el apartado de marcas, donde sigue su pulso con Citroën por el subcampeonato.
No cambiaron mucho las cosas en la clasificación el domingo, aunque la víctima más llamativa de la jornada fue el holandés Kevin Abbring, cuarto piloto de Hyundai. Había hecho una gran carrera y estaba quinto antes del octavo tramo. Sin embargo, una nota mal cantada o mal interpretada provocó su salida de pista en esa especial, sin grandes daños para el coche, pero sin solución de continuidad, al aterrizar en una zanja y no poder salir de allí.
En cuanto al Power Stage, Ogier marcaba el scratch, como apuntaban todos los pronósticos, llevándose los 3 puntos en juego. Latvala era segundo, sumando dos y Kubica tercero, con uno.
El Rallye de España será la próxima cita del Campeonato del Mundo de Rallyes y se disputará en los alrededores de Salou entre los días 22 y 25 de este mes de octubre.
Clasificación final:
1º J.M. Latvala-M. Anttila (Volkswagen Polo WRC), 2:39:46.7
2º E. Evans-D. Barritt (Ford Fiesta WRC), a 43.1
3º A. Mikkelsen-O. Floene (Volkswagen Polo WRC), a 46.3
4º K. Meeke-P. Nagle (Citroën DS3 WRC), a 1:33.4
5º H. Paddon-J. Kennard (Hyundai i20 WRC), a 1:53.6