No se tú, pero yo me he preguntado a menudo por el retraso de los fabricantes líderes alemanes en ofrecer modelos eléctricos, cuando sin ir muy lejos, si tienes la posibilidad de conducir y convivir una temporada con un Leaf, te reafirmas en que el futuro automovilístico debe ser muy parecido a como lo ve Nissan. Seguro que la falta de infraestructuras y el desarrollo técnico de las baterías ha frenado a muchos fabricantes para poner un eléctrico competente en la calle, pero prepárate para ver a partir de ahora numerosas novedades y de todas las formas y colores provenientes de la locomotora industrial alemana.
BMW lleva trabajando desde hace seis años en este su primer vehículo eléctrico y como ya sabrás por todo lo que te hemos contado, la marca lo ha concebido desde una hoja en blanco. De esta manera, los inconvenientes se han tratado desde la base y esto ha llevado a BMW a construir un coche eléctrico muy ligero (el chasis inferior es de aluminio y la jaula del habitáculo es una increíble obra de ingeniería fabricada en fibra de carbono y polímeros), fundamental para optimizar la eficiencia energética, en definitiva, mejorar la relación peso/potencia/autonomía que tanto condicionan a los coches eléctricos. El otro problema, el de las infraestructuras públicas, no depende de BMW, pero con la herramienta ConnectedDrive (de serie en el i3 y sin gastos posteriores), esos otros grandes inconvenientes de los eléctricos los empiezas a ver de otra manera.
Entre sus múltiples funciones, el sistema ConnectedDrive te ayuda a planificar cualquier trayecto y a través de internet, recabando información orográfica y del tráfico. También, analizando el modo de conducción y el consumo añadido por la calefacción, por ejemplo, recalcula la autonomía, además de informarte de los postes de recarga cercanos a tu ruta. Esto se complementa con una aplicación para smartphone, que te permite saber desde la calle dónde aparcaste el coche, y te dirige por Google Maps como peatón o en transporte público, a cuánta autonomía conserva, estado de carga, eficiencia de tus recorridos, etc. Un último apunte al respecto, es lo muchísimo que influye el país o la ciudad donde vives para valorar la practicidad de un coche eléctrico. Mi experiencia con el BMW i3 ha sido en Amsterdan, donde te sientes protegido por postes de recarga públicos allá por dónde te muevas, dentro y en el extrarradio, y así entiendes como en esa sociedad ves Ampera, Leaf, Tesla y Fisker como "si los regalaran".
Motor y comportamiento
El i3 homologa solo 1.195 kilos de peso y cuenta con un motor de 170 CV movido por un grupo de baterías de iones de litio (éstas tienen una garantía de 8 años o 100.000 kilómetros). Con estos datos, te puedes hacer una idea de su nivel de prestaciones, pero ten en cuenta que los eléctricos a altas velocidades son muy poco eficientes y a 150 km/h el i3 corta su progresión. Su respuesta es inmensa desde el primer milímetro que hundes el acelerador. Potente, suave, sedoso, silencioso... no hay otra forma más "elegante" de poner en movimiento un automóvil.
Una particularidad del i3 es su acelerador. Al soltarlo, aparece una intencionada y regenerativa deceleración equivalente a pisar moderadamente el pedal del freno (de hecho se encienden las luces de freno si es fuerte la retención). Esto exige asimilarlo, a cambiar de hábitos, a "aprender" a conducir prácticamente con un pedal en la mayoría de las situaciones, pero según BMW, ayuda a optimizar sobremanera la eficiencia energética y en consecuencia la autonomía que tanta duda e inquietud genera cuando conduces un eléctrico.
Los primeros metros o quizá incluso los primeros días te verás torpe conduciendo el i3. Cuesta mantener el acelerador pisado cuando te acercas a un semáforo en rojo y te ves anticipadamente desacelerando, para de inmediato, volver a acelerar para una correcta aproximación. Conduces a tirones, hasta que tu cerebro asimila asombrosamente conducir y frenar con el acelerador y dejar el coche clavado ahí donde tu querías, sin utilizar el pedal del freno.
El i3 es un coche que hasta su velocidad máxima autolimitada de 150 km/h lo sientes rápido y seguro para rodar también por carretera y afrontar adelantamientos con solvencia. Su comportamiento es sorprendentemente preciso, sólido y... BMW, donde no falta la tracción a las ruedas traseras y un reparto 50/50 por ciento entre ejes. Sospecho que hay mucho trabajo de puesta a punto para conseguir una dirección con un tacto muy bueno, por asistencia y sensación de guiado. Lo sientes tan firme que yo particularmente hubiera sacrificado algo de esa firmeza por una mayor suavidad de suspensiones, cuando creo que las bacheadas ciudades serán el hábitat natural también de este i3.
Consumo y ecología
Hablemos ahora de lo más escabroso de todo eléctrico: su autonomía y tiempos de recarga. El i3 homologa en ciclo teórico UE 190 km, pero nosotros nos hemos encontrado tras las recargas máximas, una autonomía prometida de 155 km. Tienes tres modos de conducción, Confort, EcoPro y EcoPro y en este último modo que condena la calefacción, es donde nos hemos encontrado con esa autonomía, que se recorta a unos 135 en modo Confort. Rodando por Amsterdan capital y alrededores a la par del resto del tráfico, me ha resultado creíble conseguir esas autonomías. Continuamente recibes información de lo que gasta y regeneras y como suele suceder con estos coches, terminas implicándote sobremanera por mejorar tu eficiencia en la conducción.
Una recarga completa en una toma doméstica de 220 voltios lleva 8 horas, algo que sigue exigiendo ser un comprometido por la causa, cuando además las instalaciones eléctricas de nuestras casas no están especialmente preparadas y nos pueden acarrear problemas. BMW ofrece dos tipos de cargadores opcionales que tendrás que adquirir aparte, que reducen a 5 y 3 horas las recargas completas, unos tiempos que empiezan a ser más asumibles. BMW también ofrece la posibilidad de contar con un sistema de autonomía extendida, como el del Opel Ampera, en su caso utilizando como generador un motor bicilíndrico de 650 cm3 proveniente del scooter de la marca.
Vida interior
De esa hoja en blanco de la que se partió para desarrollar el i3, también su interior se ha aprovechado para optimizarlo como coche urbano y eléctrico. Lo sentirás espacioso, y su diseño sencillo, que no espartano, replantea muchas cosas, pero todas para sentirlo muy natural. Al lado del volante un pomo aglutina con todo el sentido común los mandos de la palanca de cambios y de la puesta en marcha del coche, que manejas con los dedos. Y una pantalla digital hace las funciones de cuadro de relojes con la información básica y concreta de un coche eléctrico.
Los materiales y la ejecución del habitáculo me han parecido soberbios. Sorprende lo livianas que se sienten las puertas (también de polímeros y carbono) y la precisión y solidez con que cierran. Las traseras están enfrentadas a las delanteras y éstas siempre hay que abrirlas para hacer lo mismo con las posteriores, un detalle quizás no especialmente funcional, pero que reafirma la exclusividad, sofisticación y el vanguardismo del i3.
Precios BMW i3
Desde 35.500 euros. Subvenciones aparte.