Prueba: Seat León ST 2.0 TDI DSG, a la carga

León por hechuras, garantía en chasis y dinámica, pero también capaz de rendir y mejorar, en refinamiento y espacio, al ya extinto Exeo familiar. Una compra maestra, sobre todo si puedes acogerte a las promociones de la marca.

Raúl Roncero. Twitter: @Rron0_autopista. Fotos: Mikael Helsing.

Prueba: Seat León ST 2.0 TDI DSG, a la carga
Prueba: Seat León ST 2.0 TDI DSG, a la carga

Probablemente, estemos ante el mejor León. Y no sólo de la historia, sino también de toda la gama. Por motor, chasis y carrocería, perfecto coche en el que encajar a partes iguales conducción, prestación y funcionalidad.

El ST también llega, cómo no, enmarcado bajo esos estándares del grupo en cuanto a calidad real y percibida, volviendo a encontrarnos, incluso con un pesado y largo portón a sus espaldas, con uniones entre chapas por debajo de esa milimétrica holgura mínima estandarizada para otras marcas más nobles del grupo, o una solidez de bisagras que parecen garantizar estas uniones, como en el resto de las carrocerías, de por vida.

Seat León STSin entrar más en profundidad, creo que son pequeños grandes detalles que se pueden extrapolar a lo largo y ancho del León —en cualquiera de sus carrocerías—, interiores incluidos, que hacen que lo que no veas o puedas percibir en calidad lo acabes sintiendo.

Calidad que, de chasis o motor, va tan sobrado este León como cualquier otro. Primero, porque sus 27 centímetros extra de carrocería suman mucha más funcionalidad que peso -es en este formato más ligero que otros compactos de 5 puertas-. Segundo porque en su puesta a punto, Seat ha combinado perfectamente dinamismo y confort con cualquiera de sus posibles amortiguaciones, e incluso rueda -probamos una comodísima versión equipada con llanta de 17"-. Y tercero porque este 2.0 TDi hace andar no sólo mucho y bien al León, sino que también suma refinamiento de uso y marcha; hasta dos veces he tenido que corroborar los registros de sonoridad porque son cifras más propias de Mercedes que de un generalista, algo que no suele ser usual en este tipo de carrocerías en las que el maletero hace de caja de resonancia.

Familiar en carrocería compacta no implica siempre vida en familia, sino versatilidad de uso. No hay accesos mejores a las plazas posteriores ni mayor anchura respecto a los León normales, y aunque sí mejor altura, el León ST tampoco acoge bien a tres adultos atrás. Pero tras ellos, nada menos que medio metro cúbico a tu disposición. No es el mayor, y además, el portón con cierta inclinación impide cargar objetos voluminosos por encima de la toldilla. Pero si necesitas más, no creo que los 20 ó 30 litros reales extra de otros semejantes te salven la vida, salvo que se llame Skoda y se apellide Octavia Combi. Sus 120 litros adicionales sí pueden entonces ser relevantes, pero aunque estructural y mecánicamente son coches con mucho en común, el de Seat aporta un plus de conducción sobre el resto de familiares de la categoría como para afianzarse como uno de los más deseables, especialmente con este turbodiésel.

 

TDI: 105 ó 150

Sí, yo también pienso que debería haber un salto entre medias —también hay un Ecomotive de 110 CV sobre bloque 1.6 TDi— y no es excusa que Seat ofrezca eficientes motores de gasolina entre ellos —magnífico bloque 1.4 TSi—. Si puedes, para esta carrocería ni lo dudes: el motor grande es el caballo ganador. Magnífica elasticidad, respuesta y progresión de abajo a arriba. Ágil y veloz además para ganar velocidad por acción de su cambio DSG, en que sí he echado en falta la función inercia para recortar un poco más sus consumos. Y no precisamente por malos, porque es otra de su gran virtud. A este motor no le toca el eje multibrazo, pero en ningún caso es un factor decisivo. Obviamente, vas a sentir más inercias, pero también un milimétrico control de trayectorias que garantizan sensación de seguridad en todo momento. Y es que, más que espacio, ese es el diferencial que aporta sobre sus rivales directos.

 

En pocas palabras

Frenada: Estratosférico el Golf equivalente que bajó de 70 m, casi 6 menos que el León, al que no le falta mordiente ni resistencia.

Consumos: Bueno en carretera, excelente en ciudad. Aquí contribuye su bajo peso. Para su prestación, ahorrador nato.

Adelantamiento: El 80% es mérito del TDi, el resto del DSG, rápido bajando marchas para ganar velocidad en los ejercicios que la requieren.

Aceleración No es su especialidad, pero está en la barrera de tiempos que defi nen a un coche rápido.

Cambio Bien escalonado, el DSG no sólo suma gran confort de uso, también agilidad mecánica.

Maletero: Muy profundo y con cómodo sistema para abatir respaldos hasta prácticamente la horizontal.