Contacto: Peugeot 508 2.0 BlueHDi 180, el señorío en ruta

En cuanto pasemos esta hoja del calendario, Peugeot tendrá en sus concesionarios la remozada entrega de su tope de gama, el 508. A partir de noviembre, entonces, se vuelve más atractivo estéticamente, dispondrá de mejores dotaciones electrónicas y una gama de motores más moderna y austera, destacando un turbodiésel BlueHDi, con 180 CV.

Francisco Morillo.

Contacto: Peugeot 508 2.0 BlueHDi 180, el señorío en ruta
Contacto: Peugeot 508 2.0 BlueHDi 180, el señorío en ruta

El Peugeot 508 tiene una doble importancia para Peugeot porque, desde su lanzamiento en 2011, cubre la oferta que, antes de esa fecha, ocupaban las series 400 y 600. Es un papel complicado porque debe atraer clientela a base de un precio atractivo y competitivo frente a otras berlinas medias pero, al tiempo, satisfacer aspiraciones de premium, para quienes no alcanzan a disponer de los presupuestos exigidos por las marcas alemanas para uno de sus modelos.

 

Peugeot 508Desde el próximo mes, el 508 mejora en este último apartado, porque presenta una nueva definición estética frontal, que potencia la imagen de exclusividad. Para ello, se utiliza una nueva parrilla, que se configura como un elemento esencial de personalidad, instalándose en su centro geométrico un gran león rampante y rugiente, símbolo de la marca. Junto con éste, el capó se ha rediseñado para que sea más horizontal, ganando volumen visual y equilibrando las magnitudes de los dos extremos de la carrocería, delantero y trasero. A causa de estas modificaciones, la carrocería aumenta su longitud en 38 milímetros, superando los 4,82 metros. Para completar la nueva prestancia visual, los grupos ópticos delanteros se estilizan y, en las versiones de superior equipamiento, acogen grupos de LED que ofician todas las funciones de iluminación: carretera, cruce, niebla y curva, además de los imprescindibles intermitentes. Como complemento casi indispensable, el 508 puede disfrutar del sistema automático de cambio entre iluminaciones según el tráfico que se encuentre. En el resto de niveles de acabado, el 508 estrena faros halógenos de optimizada iluminación.

 

Entorno elegante 

El interior del habitáculo también ha sido objeto de un preciso tratamiento para enriquecer las sensaciones de los usuarios que viajen en su interior. Aunque se mantiene el mismo salpicadero, se han eliminado un cierto número de botones de mandos secundarios gracias a la introducción de una pantalla táctil de 7 pulgadas, que toma la responsabilidad de dichas acciones. Esta nueva función ha aligerado de mandos el espacio central de la consola, de manera que ahora aparece un receptáculo porta objetos clausurable mediante una tapa.

 

Peugeot 508Al ya considerable equipamiento del Peugeot 508 se añaden, ahora, dos nuevos elementos: el control del ángulo muerto de los retrovisores y la cámara de marcha atrás. Además, se ofrece una nueva generación de servicios conectados: las Peugeot Connect Apps, que facilitan la vida a bordo y ayudan al conductor al informarle de, por ejemplo, las plazas de aparcamiento disponibles en los alrededores, los precios del combustible en las gasolineras más cercanas, la información meteorológica y sobre el tráfico, datos turísticos de la Guía Michelin y un largo etcétera. Este sistema se activa mediante una llave 3G Plug&Play mediante un puerto USB situado en la guantera y que se obtiene mediante un abono anual.

 

Mezcla 

En la gama mecánica, se combinan motores que cumplen con la normativa anticontaminante Euro5 con los nuevos Euro6. Entre éstos, en la vertiente de gasolina, destaca la novedad del 1.6 THP 165 S&S, con la potencia claramente indicada, lo que supone una ganancia de 9 caballos frente al propulsor sustituido. Sobrealimentado por turbocompresor, con inyección directa y distribución variable en las válvulas de admisión, combina alto rendimiento con un consumo recortado, pues emite sólo 129 g/km de CO2, en lugar de los 144 del anterior. Por debajo de él, sólo encontramos el motor 1.6 VTi 120 que abre la oferta de gasolina.

 

El esfuerzo principal se encomienda a la gama de motores de funcionamiento con gasóleo. Las novedades más interesantes se centran en la aparición de dos opciones BlueHDi, en niveles de potencia de 150 y 180 CV. Ambos se sitúan por debajo del fatídico límite, en nuestro mercado, de 120 g/km de emisiones de CO2, que permite la eliminación del impuesto de matriculación, lo que favorece su emplazamiento por precio entre sus rivales comerciales. Aparte de estos motores, se ofrecen el 1.6 e-HDi de 115 CV además del 2.0 HDI de 140 CV, ya suficientemente conocidos en la marca. Como colofón, estará disponible la versión RXH Hybrid4, con la dupla de motores, térmico y eléctrico, que combinan sus rendimientos para alcanzar los 200 CV y del que sólo se comercializará en carrocería SW sobre nuestro territorio.

 

Sobre el asfalto 

Peugeot 508Nuestro interés se centró, a la hora de conducir este renovado Peugeot 508, en la versión con más empaque dentro de las novedades mecánicas, esto es, el 2.0 BlueHDi de 180 CV asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones. Tres horas a su volante, por variados tipos de carretera, nos han permitido sacar claras conclusiones. De entrada, la renovación estética nos ha parecido acertada, actualizando una imagen que ya, desde su lanzamiento tres años atrás, nos pareció en exceso conservadora. Tras abrir la puerta e instalarnos, nos reencontramos con el 508 de siempre, por más que ahora podamos tocar la pantalla central y obtener respuesta en sistemas secundarios, y disfrutemos de la imagen en color de la cámara de visión.

Una vez en marcha, la autopista con que iniciamos nuestra ruta se reveló como el terreno ideal para esta versión, pues a velocidades por encima de los 100 km/h la respuesta del motor es suficiente para que el cambio no efectúe ninguna variación de relación, conformando un rodar cómodo y sin que nada altere la quietud de la marcha. El aislamiento del habitáculo, tanto del asfalto como del correr del aire, permite disfrutar de un confort más que bueno de los asientos y los equilibrados reglajes de las suspensiones, que absorben a la perfección las ondulaciones suaves de este tipo de vías.

 

Salirse de este idílico entorno nos lleva a encontrar algunos detalles que podrían mejorarse. Cuando la carretera se retuerce y empina, y más si hemos de adelantar a otros vehículos, encontramos que los 180 CV del motor no parecen percherones, sino finos trotones, que nos obligan a medir bien las distancias para no sorprender a un confiado conductor que aparezca en sentido contrario. Además, la gestión de la caja de cambios, que busca siempre estar engranada en la última relación si no tenemos el acelerador pisado, hace perder casi un segundo desde el recio pisotón hasta que reduce a la relación adecuada y empuja el coche para realizar la maniobra. Está claro que, en este tipo de rutas, una conducción ayudada por el manejo de las palancas del cambio automático situadas tras el volante es más que aconsejable.

 

El bastidor se ha juzgado tan bien logrado que no recibe ninguna modificación en esta nueva vida del 508. Y, realmente, nosotros también estamos de acuerdo. Su comportamiento es excelente sin necesidad de recurrir a durezas de suspensión inaceptables cuando el conductor tipo tiene ya una edad madura, como es el caso. La frenada es, también, buena y la conducta en situaciones críticas no exige unas dotes especiales al volante, por lo que hemos de calificar como bien logrado el conjunto global de esta versión del 508, aunque sean vías rápidas las que nos harán gozar más a su volante.