El nuevo Ford Focus, que se pondrá a la venta en el inicio del próximo otoño y se desvela dentro de unos días en el Salón de Ginebra, tiene en sus nuevos motores el cambio más llamativo. Casi con total seguridad con el rediseño y puesta al día del modelo dejará de venderse en España la versión de tres volúmenes y cuatro puertas.
De momento la marca apenas ha dado detalles sobre las nuevas mecánicas. Sí nos hemos podido enterar de que llegará el nuevo EcoBoost 1.5 de gasolina con dos rangos de potencia entre los que elegir: 150 y 180 CV. También serán nuevos los Diesel, asimismo de 1,5 litros de cilindrada, pero con 95 o 120 CV de potencia. Siguen en la gama los tricilíndricos EcoBoost 1.0 de 100 y 125 CV. Los cambios serán manuales de cinco o seis marchas o automáticos, también de seis y llamado PowerShift. En ese caso, se incorporan, por primera vez en el Focus, levas tras el volante para manejarlo de forma manual.
Para mejorar el rendimiento en carretera, desde Ford se anuncia un aumento de la rigidez estructural en la parte delantera del coche, una geometría de la suspensión revisada, un recalibrado de los amortiguadores y nuevas leyes de funcionamiento del ESP. La dirección asistida eléctrica también ha sido recalibrada “para hacer que el conductor se sienta aún más conectado a la carretera”, según explica la marca en un comunicado.
Además, para viajar más cómodo, Ford explica que ha aumentado el aislamiento del habitáculo. Lo hace con más materiales fonoabsorbentes en la zona del motor, cristales de mayor grosor o burletes de doble labio.
Nuevo por fuera
El cambio más evidente en el nuevo Ford Focus es su frontal. La parrilla delantera es completamente nueva en este modelo aunque su diseño, para seguir con la imagen de familia, es el que ya hemos visto en el Ford Fiesta. También estará en el nuevo Ford Mondeo que llegará, al fin, en el último trimestre de este año y se fabricará en la planta de la marca en Valencia.
Pero en este Focus también es nuevo el diseño del capó, que le da un aspecto un poco más robusto al frontal, el de los faros delanteros y traseros además de otros pequeños retoques. También en la parte trasera y laterales se realizan cambios sutiles que mejoran el aspecto del conjunto.
En el interior hay más
Donde la Ford ha hecho especial hincapié es en el equipamiento del que se dispondrá en este renovado Focus. Así, el sistema que integra todos los apartados de conectividad y que hasta ahora se llamaba Sync, se renombra como SYNC 2. Su pantalla táctil en color crece hasta las 8 pulgadas y se espera que sea más fácil de usar que la que lleva el actual modelo. Con este SYNC 2 se pueden manejar con la voz el equipo de sonido, el navegador, los teléfonos móviles (incluso leer o dictar mensajes sencillos) y el control de la climatización, algo que se había perdido en el anterior Sync y que ahora se recupera.
Otras nuevas habilidades de este Focus son el Adaptive Cruise Control, que permite mantener una distancia fija con el vehículo precedente, o el Active City Stop, que mitiga o incluso evita colisiones a baja velocidad. También se incorpora el llamado Cross Traffic Alert, un sistema que detecta coches hasta a 40 metros de distancia cuando salimos marcha atrás de un aparcamiento en batería. Entre el equipamiento volvemos a encontrar “MyKey”, que permite a los propietarios programar una llave –pensando en conductores muy jóvenes–, para restringir la velocidad máxima, reducir el volumen máximo del sistema de audio o desconectar el coche si el conductor o los pasajeros no están usando el cinturón de seguridad.