El nuevo Land Cruiser 200 estrena un motor turbodiesel y presenta una actualización de su gasolina. En ambos casos se trata de un motor con ocho cilindros en V a 90º. El primero de ellos es un 4,5 litros biturbo con 286 CV de potencia, mientras que el segundo es un 4,7 litros de 288 CV. En ambos casos la caja de cambios es automática con accionamiento tipo secuencial mediante movimientos en la palanca –no hay levas en el volante- con seis relaciones para el motor D-4D y cinco para el motor de gasolina.
El motor turbodiesel aporta una más que destacable ventaja frente al de gasolina y no sólo en lo que a consumo se refiere. Bien es cierto que el funcionamiento es más refinado en este último y que el motor D-4D no es todo suavidad, pero cuenta con una clara y contundente ventaja y es que ofrece una mayor cifra de par desde prácticamente el ralentí, lo que se traduce en unas mejores cifras de recuperación y adelantamiento y, por consiguiente, una mayor seguridad en carretera.
En nuestra toma de contacto pudimos conducir ambas versiones y, mientras que con el turbodiesel acabamos la prueba con una autonomía de casi 300 km, en el gasolina apenas teníamos para poco más de 120.88.200 Diesel
89.000 Gasolina
— Historia de éxitoEl nuevo Land Cruiser 200 estrena un motor turbodiesel y presenta una actualización de su gasolina. En ambos casos se trata de un motor con ocho cilindros en V a 90º. El primero de ellos es un 4,5 litros biturbo con 286 CV de potencia, mientras que el segundo es un 4,7 litros de 288 CV. En ambos casos la caja de cambios es automática con accionamiento tipo secuencial mediante movimientos en la palanca –no hay levas en el volante- con seis relaciones para el motor D-4D y cinco para el motor de gasolina. El motor turbodiesel aporta una más que destacable ventaja frente al de gasolina y no sólo en lo que a consumo se refiere. Bien es cierto que el funcionamiento es más refinado en este último y que el motor D-4D no es todo suavidad, pero cuenta con una clara y contundente ventaja y es que ofrece una mayor cifra de par desde prácticamente el ralentí, lo que se traduce en unas mejores cifras de recuperación y adelantamiento y, por consiguiente, una mayor seguridad en carretera. En nuestra toma de contacto pudimos conducir ambas versiones y, mientras que con el turbodiesel acabamos la prueba con una autonomía de casi 300 km, en el gasolina apenas teníamos para poco más de 120.88.200 Diesel
— Tracción y suspensiones para el campo
89.000 Gasolina
— Historia de éxitoEl nuevo Land Cruiser 200 estrena un motor turbodiesel y presenta una actualización de su gasolina. En ambos casos se trata de un motor con ocho cilindros en V a 90º. El primero de ellos es un 4,5 litros biturbo con 286 CV de potencia, mientras que el segundo es un 4,7 litros de 288 CV. En ambos casos la caja de cambios es automática con accionamiento tipo secuencial mediante movimientos en la palanca –no hay levas en el volante- con seis relaciones para el motor D-4D y cinco para el motor de gasolina. El motor turbodiesel aporta una más que destacable ventaja frente al de gasolina y no sólo en lo que a consumo se refiere. Bien es cierto que el funcionamiento es más refinado en este último y que el motor D-4D no es todo suavidad, pero cuenta con una clara y contundente ventaja y es que ofrece una mayor cifra de par desde prácticamente el ralentí, lo que se traduce en unas mejores cifras de recuperación y adelantamiento y, por consiguiente, una mayor seguridad en carretera. En nuestra toma de contacto pudimos conducir ambas versiones y, mientras que con el turbodiesel acabamos la prueba con una autonomía de casi 300 km, en el gasolina apenas teníamos para poco más de 120.88.200 Diesel
— Tracción y suspensiones para el campo
89.000 Gasolina
— Historia de éxitoEl nuevo Land Cruiser 200 estrena un motor turbodiesel y presenta una actualización de su gasolina. En ambos casos se trata de un motor con ocho cilindros en V a 90º. El primero de ellos es un 4,5 litros biturbo con 286 CV de potencia, mientras que el segundo es un 4,7 litros de 288 CV. En ambos casos la caja de cambios es automática con accionamiento tipo secuencial mediante movimientos en la palanca –no hay levas en el volante- con seis relaciones para el motor D-4D y cinco para el motor de gasolina. El motor turbodiesel aporta una más que destacable ventaja frente al de gasolina y no sólo en lo que a consumo se refiere. Bien es cierto que el funcionamiento es más refinado en este último y que el motor D-4D no es todo suavidad, pero cuenta con una clara y contundente ventaja y es que ofrece una mayor cifra de par desde prácticamente el ralentí, lo que se traduce en unas mejores cifras de recuperación y adelantamiento y, por consiguiente, una mayor seguridad en carretera. En nuestra toma de contacto pudimos conducir ambas versiones y, mientras que con el turbodiesel acabamos la prueba con una autonomía de casi 300 km, en el gasolina apenas teníamos para poco más de 120.88.200 Diesel
— Tracción y suspensiones para el campo
89.000 Gasolina
— Historia de éxito
— Tracción y suspensiones para el campo