El nuevo Porsche 911 R ha nacido en el Salón de Ginebra de 2016 para satisfacer los sentidos. No es un superdeportivo más, es una versión limitada a 991 unidades que se ha hecho para celebrar muchas cosas y también como triste despedida de otras. A Porsche le encanta hacer versiones especiales y limitadas basadas en el 911 por varios motivos. El primero es que logra mantener la exclusividad de sus productos, el segundo porque sigue su propia tradición y el tercero porque siempre que hace una serie limitada la tiene vendida a veces incluso antes de ponerla a la venta, y este va a ser el caso del Porsche 911 R. Nace para conmemorar la versión 911 R de 1967, una versión aligerada del 911 que se hizo para homologarlo en competición y que trajo muchas victorias a Porsche. El 911 R también renace como despedida de los motores atmosféricos en los 911 Carrera, que ya son todos turboalimentados, y para realzar el espíritu de las tradicionales versiones ligeras que tanto nos gustan a los puristas de la marca.
A pesar de las bandas de color rojo que ves en las imágenes, que también pueden ser verdes, el 911 R es un coche “discreto”, al menos más que las versiones 911 GT3 o GT3 RS. Utiliza la carrocería del GT3 991.1, es decir, del actual 911 pero sin el restyling. Con él comparte los paragolpes y añade un difusor específico del R, que denotan lo que nos vamos a encontrar dentro. Lleva un pequeño spliter delantero, que Porsche protege ofreciendo la opción del sistema que eleva el morro 30 mm a golpe de botón para la entrada a rampas o sitios complicados. Carece del enorme alerón trasero y en su lugar se opta por el tradicional del Carrera, abatible pero con un diseño de rejilla propio. El capó delantero y los pasos de rueda son de carbono, mientras que el techo es de magnesio y las ventanas laterales traseras y la luna trasera son de plástico. Emplea todo el sistema de propulsión del GT3 RS y todos los brazos de suspensión y amortiguadores del GT3. El escape es de titanio y para los frenos se ha optado por los discos cerámicos PCCB.
Emplea el motor 4.0 atmosférico del 991 GT3 RS de 500 caballos pero con la particularidad de que en esta ocasión sólo puede llevar el cambio manual. Su caja es de 6 velocidades, en lugar de la de 7 que ofrece el Carrera por una cuestión del par máximo admitido. Este cambio tiene muchas posibilidades de llegar a ofrecerse en el GT3 RS, aunque sea en una pequeña edición limitada; técnicamente es posible, sólo es cuestión de emisiones globales de la gama 911, que ahora han bajado gracias a los motores turboalimentados. Lleva el sistema que ayuda en las reducciones con el punta tacón automático, que se puede desconectar. Es propulsión, con el diferencial autoblocante mecánico, palieres y bujes y, por tanto, su sistema de ruedas traseras directrices. Su relación de cambio es cerrada y lleva un desarrollo final en sexta que le permite una velocidad máxima de 323 km/h, 310 km/h anuncia el GT3 RS con este mismo motor, diferencia también en parte debida al freno aerodinámico del alerón trasero. Pesa 1.370 kg, 50 menos que un RS, con lo que además baja el centro de gravedad. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 11,6 segundos, con un consumo medio oficial de 13,3 l/100 km. Su coeficiente aerodinámico es de 0,32.
El interior cuenta con baquets de carbono con tapizado que recuerda al modelo de los 60. El volante es específico de esta versión y tiene 360 mm de diámetro. El resto del tapizado interior está formado por aluminio, carbono y piel. Recupera los tiradores de puerta tipo cinta y carece de plazas traseras. La radio y el climatizador son opcionales en busca del mínimo peso. Su precio en España es de 217.000 euros, si bien en cuanto esté a la venta de segunda mano estamos convencidos que aumentará considerablemente.
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