Seat inició su proyecto Ateca hace cuatro años con el mercado de los SUV ya en pleno despegue. Pero desde luego no era tan importante como lo es ahora, donde la marca que no está presente pierde un buen número de ventas.
De ahí la importancia de la llegada ahora del Seat Ateca. Una oportunidad de oro para aumentar sus ventas pero, también, para captar nuevos clientes.
El interior del Seat Ateca 2.0 TDi 4Drive
La primera vista exterior confirma, con un diseño lleno de aristas que es un auténtico Seat, muy parecido exteriormente al Seat León. En el Seat Ateca uno se sienta 12,5 centímetros más alto que en un Seat León. Algo que los clientes de este tipo de coches aprecian especialmente. Además, los asientos tienen multitud de regulaciones con lo que encontramos una buena postura de al volante sea cual sea nuestra altura. El único pero que le pondría es que la columna de la dirección está demasiado inclinada lo que obliga en determinados casos a llevar el volante un poco distante.
El salpicadero parece el mismo del Seat León pero ha incluido una nueva pantalla con la que manejar el sistema de info-entretenimiento. También vemos en ella las imágenes que toman las cámaras exteriores. El tacto y calidad de su manejo es agradable, incluso en un Ateca como este, un pre-serie.
Un poco más abajo, en la consola central, está el mando rotativo para elegir los cinco modos de conducción (Eco, Normal, Sport, Off-Road e Invierno). Su posición, al lado del mando del freno de mano eléctrico, está un poco retrasada respecto a mi posición al volante.
En las plazas traseras hay mucho espacio para las piernas pero es una pena que el piso no pueda ser plano. En las versiones 4x4, además, el maletero pierde 20 litros de capacidad debido al diferencial trasero y las suspensiones independientes: se queda en 490 litros. En las variantes 4x2 la suspensión trasera es por eje de torsión. En cualquier caso la capacidad es buena y el acceso fácil. Dentro del maletero unos mandos pueden abatir a distancia, y asimétricamente, los respaldos de los asientos traseros. Como opción el portón trasero se puede abrir con sólo pasar el pie por debajo del paragolpes trasero.
Conducción del Seat Ateca 2.0 TDi 4Drive
Al volante del Seat Ateca 2.0 TDI 4Drive de 190 CV, con caja de cambios de doble embrague DSG de siete relaciones, las prestaciones son buenas. El sonido del motor está muy contenido en el interior y la transición entre marchas es muy suave. En modo Eco, la caja enseguida entra en modo “a vela” para reducir el consumo. Si giramos el mando hasta Sport el paso de una marcha a otra se vuelve mucho más rápido.
La suspensión DCC con amortiguación de control electrónico todavía estaba, cuando condujimos el coche, a falta de la aprobación por parte de los financieros para su inclusión en el coche. Pero la amortiguación convencional se ha mostrado a la altura de lo esperado en todo momento. Con muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras diferentes al Seat León el objetivo de Seat ha sido mantener el mismo espíritu dinámico de ese modelo pero en un coche 15 cm más alto. En los habituales ejercicios de comparación con la competencia, los técnicos de la marca dicen que no encontraron ningún rival que estuviese a su altura dinámicamente. Y no son necesarias muchas curvas para darnos cuenta del porqué.
El Seat Ateca tiene la esperada serenidad en autopista de todos los productos del Grupo Volkswagen añadiendo, además, un buen nivel de confort cuando llega el asfalto en mal estado gracias a su buena amortiguación.
En nuestro recorrido de pruebas, lleno de curvas, la dirección se mostró precisa, con buena asistencia y una excelente comunicación en el volante de lo que pasa en las ruedas. La parte delantera entra en las curvas con rigor y la carrocería no balancea tanto como es habitual en los SUV de esta categoría. He encontrado una sensación de agilidad a la vez que de serenidad que no hallé en el Nissan Qashqai, el líder de ventas de la categoría e inventor de este tipo de vehículos.
Ficha técnica Seat Ateca 2.0 TDI 190 CV 4Drive
FICHA TÉCNICA |
Seat Ateca 2.0 TDi 4Drive |
MOTOR Y TRANSMISIÓN |
|
Tipo y posición |
4 cilindros en línea. Delantero longitudinal |
Cilindrada |
1.968 cm3 - 91 x 76,4 mm |
Distribución |
Árbol de levas en cabeza. 4 válvulas por cilindro |
Alimentación |
Inyección directa, turbo |
Potencia máxima |
190 CV CEE a 3.800 rpm |
Par máximo |
40 mkg CEE a 1.750 rpm |
Transmisión |
Tracción integral. Cambio automático de doble embrague de 7 velocidades |
BASTIDOR Y CARROCERÍA |
|
Suspensión delantera |
McPherson con brazo inferior y barra estabilizadora |
Suspensión trasera |
Multibrazo con barra estabilizadora |
Frenos delanteros |
Discos ventilados |
Frenos traseros |
Disco |
Dirección |
Cremallera de asistencia eléctrica |
Neumáticos |
245/40 R19 delante y detrás |
Largo x ancho x alto |
436 x 184 x 161 cm |
Batalla y vías del./tras. |
264 y 158/154 cm |
Peso oficial |
1.520 kg |
Depósito de combustible |
50 litros |
Maletero |
490 litros |
RENDIMIENTOS OFICIALES |
|
Velocidad máxima |
212 km/h |
Consumo urbano/extraurbano/mixto |
5 l/100 km |
Emisiones CO2 |
131 g/km |
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