Seat Ateca 1.4 TSI ACT: probamos el primer SUV de Seat

Estética, equipamiento, una gama mecánica variada y un buen espacio definen al esperado Seat Ateca como el nuevo aspirante al trono de los SUV. ¡Por fin lo probamos!

Óscar Díaz.

Seat Ateca 1.4 TSI ACT: probamos el primer SUV de Seat
Seat Ateca 1.4 TSI ACT: probamos el primer SUV de Seat

Seat no ha perdido el tiempo al desarrollar el Ateca, su primer modelo concebido, diseñado y construido como SUV, por mucho que haya sido el último en llegar a una categoría en expansión que, lejos de aparentar ser una moda, promete seguir ganando peso específico en el mercado. En cambio, ha aprovechado para conseguir un coche que no va a ser uno más ni por estilo, ni por conducción, ni mucho menos por su abundante espacio interior o tecnología de infoentretenimiento y ayudas a la conducción.

Las fotografías no llegan a hacer justicia al Seat Ateca dada la cantidad de detalles, pliegues, aristas de carrocería y grupos ópticos en la que puede adivinarse la mano del creador del Seat León de tercera generación. También se construye a partir de la misma base técnica, la plataforma MQB de motor delantero transversal, y como aquel cuenta con dos suspensiones traseras diferentes: multibrazo para las versiones 4x4 y de eje torsional las de tracción delantera. Y también con un impresionante aprovechamiento interior de sus 4,36 metros de longitud, que le permitirán aventajar a la mayoría de sus rivales a pesar de sus menores dimensiones.

La habitabilidad del Seat Ateca da para que cuatro adultos de 1,92 metros de estatura puedan viajar sin ninguna apretura ni incomodidad, aunque éstas sí aparecerían —como en todos sus rivales— cuando se subiera un tercer pasajero atrás. En este caso, además, añaden un maletero de capacidad considerable, de 510 litros de capacidad en las versiones de tracción delantera y 485 litros en los 4x4 que le ponen por encima de la media en la clasificación de mejores maleteros.

Seat Ateca 1.4 TSI ACT: dinamismo

Su gama, además, es también muy variada. Cinco posibles motores, tracción delantera o integral y las transmisiones manuales y DSG de doble embrague dan pie a diez versiones mecánicas diferentes del Seat Ateca, que irían de los 115 CV del motor 1.0 TSI de gasolina a los 190 CV del 2.0 TDI, disponible éste exclusivamente con tracción 4Drive y cambio DSG. De ellas, hemos podido conducir ya el interesante 1.4 TSI ACT de cilindros desconectables y 150 CV de potencia máxima. Es el tope de gama en gasolina y, aunque habrá quién eche en falta el poderío de los 2.0 TFSI del Seat León, satisfará plenamente a quienes buscan refinamiento de marcha por encima del máximo dinamismo. Así, su sonoridad resulta poco perceptible y con el concurso adecuado del cambio, de relaciones bastante abiertas en sus primeras marchas, ofrece un funcionamiento magnífico incluso en la mayoría de zonas de curvas, a costa del mejor consumo posible. En cualquier caso, se trata más de un motor rutero que uno de GTI (ojo que se especula incluso con un futuro Seat Ateca Cupra), especialmente si se asocia a la tracción 4Drive, como fue nuestro caso y que, posiblemente, vaya a venderse menos que el 1.6 TDI de 115 CV —a priori el superventas de la gama junto con el 2.0 TDI de 150 CV—.

Seat Ateca 1.4 TSI La suspensión del Seat Ateca es fija, sin posibilidad de modificar su firmeza, y cuenta con mayor recorrido de suspensión que las del Seat León, del que también se diferencia por 15 mm extras de altura libre al suelo conseguida con muelles más largos asociados a amortiguadores con puesta a punto específica. Se complementa por unas llantas que van de las 16 a las 18 pulgadas en función de los acabados, que opcionalmente podrían ser sustituidas por otras de una medida más grandes como las del Seat Ateca que condujimos. Llama la atención el equilibrio entre confort y eficacia de que hacen gala, algo que en apenas unos meses podremos comprobar ya en toda su extensión cuando lo tengamos a prueba.

La tracción a las cuatro ruedas del Seat Ateca está basada en un sistema multidisco central de control electromagnético. Inicialmente envía toda la fuerza del motor para, en el caso de un patinaje de las ruedas delanteras, bloquear el embrague hasta un máximo del 100%, garantizando así que la mitad de la fuerza del motor se envíe a cada eje. Si le añadimos la ayuda del bloqueo electrónico del diferencial, tendremos una motricidad excelente bajo cualquier punto de vista, incluidas zonas complicadas de baja adherencia que pondrían a prueba el selector de modos de conducción Drive Profile.

Este selector permite en las versiones 4x2 del Seat Ateca elegir entre cuatro modos de conducción (Normal, Eco, Sport e Individual), a los que en las versiones 4x4 se suman los modos Nieve y Off-road: el coche facilita la conducción en condiciones adversas al optimizar la respuesta del motor, firmeza de dirección y umbrales de acción del control de tracción en función de las exigencias de cada conducción.

Seat Ateca: su equipamiento

En el momento de su lanzamiento, previsto para el mes de julio, el Seat Ateca estará disponible en tres acabados diferentes, (Reference, Style y Xcellence) que suman equipamiento hasta poder presumir de ayudas a la conducción y de conectividad en las versiones superiores, dotadas de una pantalla táctil multifunción de 8” en vez de una de 5. Así, no solo podrá contar con navegador, sistema de reconocimiento de señales, control de velocidad de crucero activo o carga inductiva del teléfono, además de la conectividad de CarPlay y Android Auto, sino que estrena un completo equipo de cámaras perimetrales con funciones ampliadas de reconocimiento de tráfico cruzado y visión cenital, entre otras utilidades. Además, el asistente frontal de frenada de emergencia, en cambio, es de serie en toda la gama. Un SUV completísimo.

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