Mercedes GLC Coupé 250 d 4Matic, a prueba el gran rival del BMW X4

En los Alpes occidentales italianos, hemos rodado por primera vez con el Mercedes GLC Coupé, el SUV compacto de estilo deportivo que compite con el BMW X4.

Texto: Juan Carlos González

Mercedes GLC Coupé 250 d 4Matic, a prueba el gran rival del BMW X4
Mercedes GLC Coupé 250 d 4Matic, a prueba el gran rival del BMW X4

La gama inicial del nuevo Mercedes GLC Coupé estará compuesta por la versión de gasolina 250, de 211 CV —52.000 euros—, que se convierte en el escalón de acceso de este modelo, y por los Diesel 220 d, de 170 CV —52.500 euros— y 250 d, de 204 CV —54.850 euros—. Aunque ya se pueden efectuar pedidos en la red de concesionarios de Mercedes, las primeras entregas no se realizarán hasta el mes de septiembre.

Ya para finales de año la familia del Mercedes GLC Coupé se irá completando con los 350 d, con un motor V6 de 258 CV, el híbrido enchufable 350e, que rinde 320 CV y anuncia 34 km de autonomía en modo cien por cien eléctrico, y el más deportivo de la gama, el Coupé Mercedes-AMG GLC 43 4Matic, de 367 CV, que con su motor V6 biturbo acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos. Todos los modelos diésel están equipados con el sistema de postratamiento de los gases de escape SCR con inyección de AdBlue

Valoración online de tu coche usadoMercedes GLC Coupé 250 d 4Matic: algunas diferencias

Aunque la variante Coupé parte del Mercedes GLC «normal», su carrocería es casi 8 centímetros más larga y también 4 centímetros más baja, buscando esa silueta más dinámica y de con un techo de acusadas líneas descendentes desde el pilar B hacia el final. Sin embargo, la distancia entre ejes es la misma —2,87 metros—, de forma que el habitáculo presenta las mismas cotas de habitabilidad en las plazas delanteras; y el mismo hueco para las piernas de quienes viajen en la parte posterior. Obviamente, la caída del techo que presenta el Mercedes GLC Coupé resta espacio por encima de las cabezas de los pasajeros traseros y también acaba repercutiendo en la capacidad del maletero, que pierde 50 litros frente al GLC convencional —el Coupé se queda en 500 litros— con todas las plazas ocupadas y 200 litros cuando se abaten los respaldos de la segunda fila para transportar objetos voluminosos. 

Mercedes GLC Coupé 250 d 4Matic: gran versión

Durante nuestra toma de contacto, la mayor parte de los kilómetros la realizamos con el Mercedes GLC Coupé 250 d 4Matic de 204 CV. El escenario alpino por el que nos movemos comprende exigentes carreteras de montaña, con fuertes repechos, zonas con muchas curvas enlazadas y, en ocasiones, «paellas» superlentas. Desde los primeros instantes el motor de cuatro cilindros se muestra muy refinado, el pequeño rumor Diesel de fondo se difumina con el gran agrado y la suavidad de funcionamiento que transmite. A ello también contribuye la respuesta ejemplar y sin tirones del magnífico cambio automático 9G-Tronic de 9 velocidades. El estupendo par motor de 51 mkg, ya presente en su totalidad a 1.600 rpm, hace que las fases de recuperación sean todo agilidad desde cualquier marcha, sin pérdidas de tracción ni siquiera a la salida de las curvas más difíciles cuando exigimos el máximo a la mecánica con la perfecta gestión del sistema 4Matic, que funciona con un reparto inicial del par del 45 por ciento delante y el 55 por ciento detrás. 

Mercedes GLC Coupé 250dMercedes GLC Coupé 250 d 4Matic: eficaz y confortable

Y todo ello se redondea con un logrado aislamiento tanto sonoro como de percepción de vibraciones del motor y de la carrocería; y con el excelente juego que proporcionan los diferentes modos de conducción del Mercedes GLC Coupé 250 d, con los ajustes realizados por el sistema Dynamic Select y que permiten elegir entre cinco programas de uso: Eco, Confort, Sport, Sport e Individual. La calidad de rodadura merece todo tipo de elogios en cualquier circunstancia, más con el sistema de suspensión neumática multi-cámara integral y la amortiguación adaptativa con regulación electrónica progresiva, disponible opcionalmente y que incorporaba nuestra unidad. Incluso percibimos una dirección algo más directa en esta variante que en el Mercedes GLC normal, dentro de ese afán por ofrecer un SUV de personalidad más deportiva.

La calidad de materiales que se percibe en el interior, el cuidado en los ajustes y la tecnología disponible, con una gran variedad de sistemas de ayuda a la conducción enfocados a preservar la seguridad, redondean a este peculiar SUV, que también marca diferencias en cuanto a precio con el ya costoso Mercedes GLC normal, del orden de 4.800 euros adicionales con una configuración equivalente. 

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