Ya hay unidades pintadas de riguroso negro mate rodando por ahí. Se camuflan en una carrocería del actual Porsche Cayenne, pero no esconde la marca que ya trabaja en la que será la tercera generación del, posiblemente, el coche comercialmente más importante para la marca en los últimos años. El Porsche Cayenne supuso llegar a un mayor número de clientes y el crecimiento de la marca en unidades vendidas fue exponencial. Y hoy nadie discute que en el actual modelo de negocio de Porsche, sus modelos "no deportivos" son parte fundamental para poder seguir desarrollando auténticos deportivos.
En cualquier caso, Porsche no renunció a su filosofía de producto para hacer del Cayenne si no un verdadero deportivo, sí el SUV más deportivo del mercado. Y lo seguirá siendo mientras Lamborguini y Maserati no pongan sobre la mesa lo que será también otra revolución histórica en ambas marcas. La plataforma modular MLB Evo que ha servido de base para el nuevo Audi Q7 y el novísimo Bentley Bentayga también servirá de base de sustentación para la tercera generación del Cayenne. Un repaso a las características de la plataforma MLB Evo nos deja adivinar que el futuro Cayenne será más ligero, dicen que unos 100 kilos, aun contando que será más grande que el actual. En la proporción aluminio/acero entre el propio chasis y la carrocería, la aleación del primer metal cada vez tendrá más aplicaciones en detrimento de la fundición de la otra materia prima.
Pero no solo será una cuestión de peso. Las suspensiones neumáticas de nueva generación, una transmisión integral con reparto optimizado entre eje y ruedas según el momento y en función a la trayectoria, pero sobre todo, mucha puesta a punto de chasis, harán del Cayenne una vez más la referencia dinámica en este mundo de enormes y potentes SUV de lujo. Las vanguardistas barras estabilizadoras activas que ha estrenado el Bentley Bentayga podrían tener también su aplicación en el futuro Cayenne, como el sistema de dirección a las ruedas traseras del Audi Q7. Si ya el Porsche Cayenne actual resulta mágico por cómo esconde kilos y centímetros en su dinámica, la plataforma futura promete "alterar" las leyes de la física.
Su imagen resultará familiar, no por continuista, sino porque visualmente parecerá un gran Macan. No son pocas las influencias del pequeño SUV de Porsche que se verían en el Cayenne, con una línea de techo y una zaga que restará volumen a su silueta para ganar deportividad. Y no faltan los rumores que apuntan a que por primera vez, el Cayenne se desdoblará en una versión coupé de 5 puertas. Más que nunca BMW y Mercedes han contrarrestado el posicionamiento del Cayenne en el mercado con sus BMW X6 y Mercedes GLE Coupé y Porsche igualmente doblará su oferta de carrocerías con versiones más específicas.