El M3 es un coche muy rápido, muy seguro y muy efectivo. De eso no cabe duda y hay que probarlo, porque todo lo que se diga, se vea o se transmita, no tiene comparación con el hecho de sentirlo conduciéndolo. Incluso quien no tenga mucha idea de lo que lleva entre las manos podrá palpar que hay algo muy distinto a lo habitual y de excelente calidad. Pocos coches hay que nos hayan transmitido una sensación tan gratificante como este coche; que al conducirlos nos haya dado tanto en qué pensar. No es la máquina perfecta, pero es realmente excepcional desde el punto de vista efectivo.
BMW M3 SMG
Rapidísimo como pocos coches, con un endiablado paso por curva y estabilidad en carretera, muy atractivo, más efectivo que muchos deportivos… es imposible huir de enumerar las virtudes del M3 y dejarse atrapar por la dulce embriaguez que produce su conducción. Con el cambio SMG II es, además, fácil y divertido de conducir. ¿Y el precio? Si llega a importar, no somos merecedores de tanta tecnología.
