Audi Cabrio V6 2.4

El motor de gasolina V6 con 170 CV se las ve y se las desea para mover con agilidad este convertible que, sin embargo, destaca por unos acabados impecables y una fina elegancia que llama poderosamente la atención.

Audi Cabrio V6 2.4
Audi Cabrio V6 2.4

El diseño de la marca Audi ha hecho escuela en los últimos años. Detalles de sus soluciones exteriores y de los acabados interiores, elegantes, sobrios y de notable calidad, han pasado a ser una referencia. Por lo tanto, este Cabrio realizado sobre la plataforma modificada del A4 cumple y supera por goleada a sus antecesores, que no son otros que el descapotable realizado sobre la plataforma del extinto Audi 80, ya que han tenido que pasar dos generaciones de A4 para que en Audi se decidan a desarrollar un moderno cabrio.

En los cabrio, la estética suele ser fundamental como factor de compra, ya que muchos de estos vehículos son elegidos y utilizados por mujeres o son el segundo coche para utilizar en verano. Y en este sentido, la pureza de líneas y el equilibrio de volúmenes está perfectamente conseguido, con o sin capota. La casa de Ingolstadt decidió asimismo, desechando la tendencia a montar un techo duro escamoteable, utilizar una capota de lona (de tres capas e insonorizada) en la que incluyó un cristal como luna trasera. Su accionamiento se realiza con un mando bien situado en la consola central y requiere solamente 24 segundos a través de un mecanismo electrohidraúlico, silencioso, y que efectúa el enclavamiento sobre el borde superior del parabrisas reforzado.

Además de los mandos para los cuatro elevalunas, como detalle cómodo, se incluye un botón único que acciona al mismo tiempo los cuatro cristales laterales, muy práctico cuando circulamos con el vehículo descapotado. Plegada, la capota queda albergada en un compartimento flexible que ocupa parte del maletero pero que, mediante una sencilla palanca, se retrae hacia arriba incrementando la capacidad del mismo cuando se viaja cubierto. Una funda contiene el paravientos plegable que, lamentablemente, debe pagarse como una opción; este accesorio, casi obligatorio en un descapotable moderno, incrementa de manera notable el agrado de conducción, aunque su utilización bloquea las dos plazas traseras.

Estas plazas posteriores son bastante cómodas con un aceptable espacio para las piernas de los ocupantes, que no pueden ser más de dos por una distancia entre hombros bastante reducida. El espacio para la cabeza es bastante generoso. El acceso a las plazas traseras no es muy fácil, pero tampoco demasiado complicado, y se ve facilitado por un botón eléctrico situado junto al tirador que abate el asiento delantero hacia delante y que permite desplazar la banqueta en la misma dirección. Detrás del respaldo de los asientos traseros se encuentran los refuerzos de la estructura y el sistema de arcos de protección que emergen en caso de vuelco. Entre ellos ha quedado espacio para practicar un hueco por el que se pueden pasar objetos finos y largos, como esquíes.