VW Tiguan 2.0 TDI 110 BMT t1 4x2 5p

En su piel de SUV, un esmerado ahorrador. En VW han preferido ajustar a la baja el 2.0 TDi antes que recurrir, como en el voluminoso Touran, al motor 1.6 TDi. Y hoy, en este ralentizado tráfico en el que nos movemos, sus 110 CV sólo se te quedarán cortos en contadas ocasiones.

VW Tiguan 2.0 TDI 110 BMT t1 4x2 5p
VW Tiguan 2.0 TDI 110 BMT t1 4x2 5p

No hay ningún otro propulsor en el mercado que dé más juego que el 2.0 TDi de VW: se emplea con potencias desde 110 CV hasta más de 170 CV, sobre plataformas con motor lon­gitudinal o transversal, con y sin tracción total. Admite, antes que muchos otros, Stop/Start, dife­rentes programas y estrategias para reducir emisiones, como el pa­quete Bluemotion Technology que incorporan todas las versiones del Tiguan hasta 140 CV. Y cuando VW se plantea el reto de exprimir cada gota de gasóleo, es siempre una garantía tirar de él. 

En sus primeras apa­riciones con 110 CV —ya ha llovido— hizo que tanto Golf (durante un tiempo efímero, porque rápidamente fue sustituido por el 1.6 TDi) como Passat fueran los coches a batir en consumo en sus categorías. Y desde que se combina en el Tiguan se ha convertido, entre los SUV de su clase y tamaño, en el de emisiones más bajas del mercado.

Creo que hay varias razones para justifi­car el mayor precio de un Tiguan respecto a la com­petencia: para mi, su calidad, confort y tacto de di­rección o suspensiones marcan las diferencias con el resto mucho más de lo que lo hacen algunas de sus otras mecánicas o el equipamiento extra que se puede llegar a montar. También tendría varias razo­nes para comprarme un 2.0 TDi 140 CV —también hay una versión de tracción delantera— antes que este de 110 CV que estamos probando. El más potente ofrece mejor respuesta en carretera, mayor seguridad por sus mejores cifras de adelantamientos, y en condi­ciones exigentes de circulación —carga y orografía del terreno— nunca lo sentirás inframotorizado como sí te puede ocurrir con el de 110 CV y su consumo puede llegar a ser inferior o, cuanto menos, igual. 

Pero hay 2.000 euros en juego que no son míos, sino tuyos. Y si, como creo, en­tiendes bien el planteamiento de un SUV como el Tiguan o rivales con niveles de potencia similar, el día a día con él resul­tará una caja de sorpresas. También para mi, el diferencial que aporta el 2.0 TDi de 110 CV sobre otros motores rivales que puedan llegar a ser más rápidos que él es más una cuestión de refinamiento y agra­do de conducción, la principal prestación de este Tiguan. Porque en su ajuste elec­trónico, el 2.0 TDi/110 reagrupa su rendi­miento para operar con toda su fuerza po­sible hasta poco más de 2.700 rpm, y en sus desarrollos de cambio hay una clara orientación rutera y económica, así que te puedes presuponer poca capacidad de res­puesta desde medio régimen en adelan­te.

Hasta ese medio régimen, una aceleración muy gradual y progresiva que, sin embargo, resulta más que suficiente en el día a día en ciudad y en ese "a piñon fijo" en carre­tera desdoblada de fácil trazado, donde su baja sonoridad y exquisita calidad de ro­dadura firman el resto de parabienes de esta versión mecánica que, eso sí, fuera de su contexto y marco de utilización te llevará, una vez tras otra, a peguntarte por qué dejaste el 2.0 TDi/140 en el con­cesionario.

ACELERACIÓN: Encontrarás dos fases claramente identificadas, una muy gradual pero suficientemente consistente hasta llegar a medio régimen, otra más perezosa pasado ese corte.
CAMBIO: Su tacto y accionamiento es tan agradable como el resto de mandos. En esta versión tendrás que acostumbrarte a usarlo con frecuencia.
FRENADA: Los neumáticos M S dejan entrever aquí parte de sus debilidades sobre suelo seco. La frenada es muy estable pero las distancias son algo más largas de lo deseable
CONSUMOS: Proporcionales a la exigencia de la ruta, porque la fatiga mecánica en condiciones de orografía exigente se traduce en cifras similares a versiones más potentes. Muy buenos a régimen legales.
ADELANTAMIENTO Será muy habitual que acabemos estos ejercicios en una marcha más corta que la de inicio.
HABITABILIDAD: Sin la tracción total el maletero concede tantas licencias como una berlina de mayor tamaño.
POTENCIA Y PAR: Punto de inflexión a partir de 3.000 rpm. Desde ahí, pocas nueces, que no mucho ruido.
SONORIDAD:. De entre lo que no se ve pero sí se siente, su baja rumurosidad reafirma al Tiguan como una gran "berlina" disfrazada de SUV. 

¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor.