Comparativa: VW Polo, Skoda Fabia Combi, Honda Jazz y Kia Venga

¿Qué coche pequeño interesa? En la categoría de los utilitarios hay varios tipos de carrocería. VW Polo, Skoda Fabia Combi, Honda Jazz y Kia Venga son el mejor ejemplo. ¿Cuál es mejor?

Sebastián Renz/Autopista.es. Twitter: @autopista_esFotos: Dino Eisele.

Comparativa: VW Polo, Skoda Fabia Combi, Honda Jazz y Kia Venga
Comparativa: VW Polo, Skoda Fabia Combi, Honda Jazz y Kia Venga

En sus dos primeras generaciones, el Honda Jazz siempre había ofrecido algo más siempre que los vehículos habituales del segmento B, el de los coches utilitarios. Ahora, Honda nos presenta el Jazz III como más grande y flexible todavía, pero ¿dentro de esta categoría es realmente el vehículo ideal? ¿Se trata en realidad de un coche pequeño muy espacioso, de un familiar más corto de lo habitual o de un monovolumen de poca altura? Para comprobarlo hemos reunido a otros tres coches diferentes y que representan lo mejor de su clase: Kia Venga, Skoda Fabia Combi y VW Polo. De paso, nos servirá para averiguar cúal de los cuatro conceptos es el mejor. En todos los casos, por supuesto, con interesantes y modernos motores de gasolina de bajo consumo.

Podríamos repetir una vez más la cansina historia ya de cómo los “cochecitos” se han perfeccionado con los años hasta lograr ser automóviles de pleno derecho, pero es mejor que los hechos hablen por sí solos. Tenemos pues cuatro grandes coches pequeños: uno con más modularidad incluso que un más grande Mercedes Clase B (el Kia Venga); otro con un maletero mayor que el Audi A4 Avant (el Skoda Fabia Combi); otro que acelera más rápido que el primer Volkswagen Golf GTI (el VW Polo 1.0 TSI); y otro último con tanto espacio para las piernas en los asientos traseros como el gigantesco Volvo XC90 (el nuevo Honda Jazz). ¡A enfrentarlos!

Honda Jazz 1.3 i-VTEC: el más barato

Desde hace tres generaciones y ya 15 años, el Honda Jazz apuesta por un concepto distinto al resto. Está diseñado en torno a una idea muy especial: unos asientos traseros que se abaten para formar una superficie de carga totalmente plana y unas banquetas que se pliegan hacia arriba como una butaca de cine. Así, el Honda Jazz de 2001, de 3,85 metros sólo de longitud, logró un gran espacio y, ante todo, un maletero de 380 a 1.323 litros de capacidad. Ya en su tercera generación, con 354/1.314 litros, se ha perdido algo de volumen de carga, a pesar de que la longitud exterior ha aumentado 15 centímetros. El motivo es que, para cumplir las normas de seguridad en colisiones, el nuevo Honda Jazz necesitaba una delantera más resistente. Para potenciar su modularidad, los técnicos han vuelto a colocar el depósito bajo los asientos delanteros, una buena idea hasta que te sientas en ellos: demasiado altos y con un acolchado fino, que reduce agarre y comodidad.

Honda JazzSin embargo, este Honda Jazz va muy bien servido en equipamiento de confort. Y suma un sistema de frenado de emergencia y un fiable lector de límites de velocidad. Pero no tiene más aspectos destacados y, por tanto, no ofrece mucho más por los entre 13.400 y 17.00 euros que cuesta con descuentos, en función de sus niveles de acabado. Es el coche más barato de la comparativa y se nota el afán por ahorrar: detrás de la tapa del combustible, por ejemplo, falta pintura; la manilla del portón trasero se dobla al abrirlo y, por decirlo suavemente, los interiores de plástico del Honda Jazz son parte de la razón por la que pesa tan poco. Con la cantidad de botones que lleva el volante, se tarda un poco en aprender a manejar todo, pero, salvo por los menús del sistema de info-entretenimiento, no presenta grandes complicaciones.

Finalmente, llega la hora eso sí de poner al nuevo Honda Jazz en marcha. Los técnicos presumen de una respuesta más directa de la dirección, pero no han mejorado mucho su lentitud ni el agrado de conducción. El Jazz, moverse, se mueve y, cuando toca, incluso toma curvas con cierta dignidad, pero su motor atmosférico de gasolina de 1,3 litros y 102 CV de potencia no te sacará de un apuro cuando tengas prisa.
Como contrapartida, este Honda es muy ahorrador, con un consumo durante las pruebas has 1,4 l/100 km de gasto real inferior al Kia Venga, por ejemplo, que tampoco tiene un motor para tirar cohetes. Esta virtud compensa la falta de potencia (sólo adecuada para la conducción en ciudad) y la tendencia a retumbar del motor, que se asocia a una caja de cambios de seis marchas con buenas relaciones de transmisión. A pesar de sus 102 CV, no hay mucho que frenar, apartado donde tampoco destaca especialmente.

Por lo visto, el Honda Jazz III no se lleva demasiados puntos en esta comparativa (y tampoco ayudan sus rebotes de suspensión), pero, a pesar de todo, su precio le permite escalar posiciones en el apartado de costes, y consigue hacerse un lugar en el podio, muy cerca del segundo.

Kia Venga 1.6 CVVT: el más veterano

El Kia Venga, por su parte, lleva bastantes años recorriendo ya nuestras carreteras. Desde entonces nos alegra con el fenómeno del “placer en cada función”, un término psicológico que se refiere “al sentimiento de placer cuando se ejecuta un movimiento bien entrenado”. En el Kia Venga todo funciona de un modo sencillo y sin complicaciones: desde la radio hasta el ordenador de viaje, pasando por el plegado de los asientos traseros, con desplazamiento longitudinal y ajuste de inclinación, o la modificación de la altura del suelo del maletero. Sólo molesta una cosa: el equipamiento de seguridad, de una escasez inaceptable. Sigue sin cambios desde el año 2010… y eso que ya por aquel entonces había más carencias que oferta.

Kia VengaPor tanto, el Kia Venga presenta el mismo problema hoy que algunos otros Kia: una vez diseñados, se fabrican una y otra vez casi sin cambios hasta su retirada del mercado. Cuando se lanzan, están más o menos al nivel de sus rivales, pero de ahí ya no se mueven, y mientras los demás avanzan, ellos se quedan rezagados.

Ya en marcha, la suspensión del Kia Venga lleva mucho tiempo reaccionando mal ante las pequeñas irregularidades del asfalto, y peor si hay baches. Su dirección sigue con carencias de sensibilidad y continuamos haciendo oídos sordos al rugido de su motor. Está bien equipado, pero queda tan retrasado al final en la comparativa por su motor cuatro cilindros de 1,6 litros, también atmosférico y de 125 CV de potencia. En ciudad responde de un modo homogéneo, pero sin un turbocompresor que lo ayude a respirar, hay que usar todas sus marchas para moverse de un modo más o menos decente en carretera.

Lo de tomar curvas tampoco se le da del todo bien a este Kia Venga, resulta algo torpe y apenas más rápido que con el motor también de gasolina de 1,4 litros, 90 CV y 700 euros menos. Con un consumo real de 7,9 l/100 km de media, este Kia Venga gasta más que sus rivales. El argumento más importante para su compra son sus siete años de garantía, porque en precio (desde 16.500 euros, descuentos incluidos) tampoco es de los más baratos. Si Kia hubiese modernizado su coche, no habría quedado el último de esta comparativa como en realidad ha quedado.

Volkswagen Polo 1.0 TSI BMT: el pequeño Golf

Saber modernizarse es precisamente el secreto del éxito del Volkswagen Polo desde hace ya 40 años. Como en las cuatro generaciones anteriores, este VW Polo V (fabricado desde el año 2009), no es el hermano menor del Golf…. es más bien un pequeño Golf. Con las importantes mejoras introducidas en 2014 en sistemas de info-entretenimiento y chasis, el Polo está ahora disponible también con un nuevo motor turbo 1.0 TSI de sólo tres cilindros. Rinde 95 CV en acabado BlueMotion.

VW PoloCon casi el mismo par máximo que el cuatro cilindros 1.2 TSI de 110 CV que lleva aquí el Skoda Fabia Combi (y que también puede llevar este Volkswagen Polo en otros acabados), el tres cilindros 1.0 TSI del Polo debería tener prácticamente un empuje similar y, sobre todo, consumir bastante menos. Pero no. Hasta alcanzar los 20 mkg a 2.000 rpm, el motor del Polo se muestra algo débil, con una enorme lentitud en el turbo en comparación con el 1.2 TSI del Skoda Fabia Combi. Pasadas esas revoluciones, tira con fuerza y con el típico redoble de los tres cilindros, pero sigue reaccionando con algo de retraso al acelerador. En lo que respecta a las prestaciones en sí, se encuentra casi al mismo nivel además que el Skoda. De los más de 0,5 l/100 km de ahorro que prometen los datos oficiales, en nuestras pruebas sólo han sido realmente 0,2 l/100 km… a pesar de que el Skoda Fabia es bastante más grande. La única ventaja del Polo es su mayor autonomía, sobre 680 km, sólo unos 20 más que el Skoda.

Y si al Volkswagen Polo 1.0 TSI ya le resulta complicado enfrentarse a un Skoda Fabia normal, frente a la carrocería familiar Combi, la cosa es aún peor. El VW pierde puntos por su maletero, mucho más pequeño, y por el menor espacio interior. La ventaja que le da su suspensión, equilibrada y precisa, la pierde con sus débiles frenos. Y como apenas hay diferencias en cuanto a manejo, sistema multimedia y dotación de seguridad (todo del grupo VW), el Polo se debe conformar al final con el segundo puesto. Porque tampoco es más barato: lo encuentras ya a partir de 16.500 euros, con descuento incluido.

Skoda Fabia Combi 1.2 TSI: el gran familiar

No se puede decir que nos falte entusiasmo por los coches de ensueño. Y, si alguien lo desea, podemos cantar las bondades de cualquier coche de campanillas hasta que sea imposible no comprarlo. Pero sí, por una vez queremos ser sensatos, y tenemos que admitirlo: en realidad, le recomendaríamos el Skoda Fabia Combi a todo el mundo. Es tan grande como el primer Volkswagen Passat Variant, al que nadie recuerda como pequeño. En el Skoda Fabia Combi cabe todo el equipaje necesario para las vacaciones de una familia de cuatro miembros y, a diferencia de lo que pasa en el VW Polo y en el Honda Jazz, también cabe la propia familia. Tiene un buen nivel de acabado, es fácil de conducir y se mueve con total seguridad y, además, es bastante rapidito.

Este resultado tan bueno en el Skoda Fabia Combi se debe en parte a la rigidez de su chasis, y posiblemente también a una distribución del peso más equilibrada (en el VW Polo, hasta el 62 por ciento del peso cae sobre el eje delantero, y en el Skoda se reduce al 59). En cualquier caso, este Fabia pasa por las curvas incluso con algo más de agilidad, precisión y estabilidad que el Polo, y hasta frena también con más brío y contundencia.  

Por lo demás, el Skoda Fabia Combi combina especialmente bien con el cuatro cilindros turbo 1.2 TSI de 110 CV de potencia. El pequeño inconveniente de su no excesivo par máximo, lo compensa fácilmente al distribuirlo de manera muy uniforme desde bajas revoluciones, subiendo de vueltas con la misma diligencia y manteniendo siempre la compostura. Con sus 6,8 l/100 km de consumo real, apenas consume más que el VW Polo 1.0 TSI en la práctica, que sólo es 18 kilos más ligero. Insistimos en sus excelentes frenos y en sus muchos detalles ingeniosos, como los soportes para el teléfono o los tickets de aparcamiento, su pequeño cubo de basura y el siempre práctico rascador de hielo en la tapa del depósito. Ya sabes lo del lema “Simply Clever”. Además, por su precio (entre 15.400 y 16.300 euros, descuento incluido) y, a pesar de su más bien austero equipamiento, tenemos por tanto ya un ganador. Esto demuestra que no es que el Skoda Fabia Combi sea la idea más original en cuanto a coches pequeños, pero sin duda sí nos parece ahora mismo la mejor.

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