Volkswagen podría haber optado por otra mecánica acorde con el espíritu deportivo de esta versión, por ejemplo el nuevo 1.4 TSI de 170 CV. Sin embargo, la marca ha optado finalmente por el conocido 1.8 T de 150 CV que, además de sintonizar con el espíritu GTI, gracias a su turbo, se convierte en el motor más potente que jamás haya montado una versión de la familia Polo.
Este 1.8 T era el que animaba a la anterior generación del Golf GTI y respecto a él, el Polo ha perdido algo de respuesta a bajo régimen, pero a cambio ha ganado en refinamiento. A partir de 2.000 vueltas es cuando muestra toda la contundencia de sus 150 CV, estirando rápida y progresivamente hasta los límites cercanos al corte de inyección. Sus prestaciones están en consonancia con lo que se estila en el segmento, cerca del Ibiza FR e, incluso, del Clio RS, que, con sus 200 CV, podríamos decir que pertenece a una categoría superior. Recientemente Renault ha anunciado dos versiones más sosegadas, el Clio S, de 140 CV, y el Clio GT, aún con más caballos.Especialmente notables son sus recuperaciones en cuarta y quinta, y eso que lleva acoplada una caja de cambios de “sólo" cinco velocidades. Aunque sería preferible una sexta, de sus rivales sólo el Clio RS cuenta con una transmisión de este tipo. Además, nos ha llamado la atención el escalonamiento de las marchas, con una primera de desarrollo muy largo –nada menos que 9,7 km/h a 1.000 vueltas- y una segunda que no le va a la zaga (16 km/h a 1.000 rpm), que permiten llegar a 80-100 km/h sin tocar el cambio.
No obstante, lo mejor de la mecánica es el sonido deportivo del motor, que incrementa en función del ángulo del pedal del acelerador. Esa sensación auditiva proporciona mayores placeres incluso que el inherente a la conducción deportiva.
FORD FIESTA COUPÉ ST |
SEAT IBIZA 1.8T/150 FR |
RENAULT CLIO 206 RC |
VOLKSWAGEN POLO GTI 3P |
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MOTOR |
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Cilindrada |
1.999 |
1.781 |
1.998 |
1.781 |
Potencia declarada |
150/6.000 |
150/5.500 |
200/7.250 |
150/5.800 |
Potencia real |
150,42/ 5.770 |
160,34 / 5.370 |
193,8/7.050 |
158,59/5.510 |
Par máximo declarado |
19,3/4.500 |
22,4/2.000 |
21,9/5.550 |
22,4/1.950 |
Par máximo real |
19,8/ 4.410 |
25,1/2.780 |
22,6/ 5.550 |
25,5/2.780 |
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SONORIDAD |
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A ralentí |
47,2 |
47,0 |
44,7 |
46,6 |
A 120 Km/h |
75,7 |
72,0 |
74,4 |
73,4 |
A 140 km/h |
76,3 |
74,3 |
76,4 |
75,5 |
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FRENADA |
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Desde 120 km/h |
61,4 ¿??? |
55,4 |
51,5 |
56,9 |
Desde 140 km/h |
68,8 |
71,1 |
68,8 |
76,6 |
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PRESTACIONES |
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Aceleración 0 a 1000 m |
29,37 |
28,28 |
28,64 |
29,02 |
Aceleración 0 a 100 km/h |
8,27 |
7,11 |
7,51 |
7,84 |
Recuperaciones = 1000 m en 4ª a 40 km/h |
31,78 |
30,82 |
31,19 |
31,18 |
Recuperaciones 1000 m en 5ª a 50 km/h |
33,78 |
32,79 |
31,47 |
33,01 |
Recuperaciones 1000 m en 6ª a 50 km/h |
-- |
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35,21 |
-- |
Adelantamientos 4ª de 80 a 120 km/h: |
8,43 |
7,22 |
7,95 |
7,1 |
Adelantamientos 5ª de 80 a 120 km/h |
12,26 |
10,08 |
9,44 |
9,68 |
Adelantamientos 6ª de 80 a 120 km/h |
-- |
-- |
12,29 |
-- |
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CONSUMOS |
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Media medida |
9,43 |
8,86 |
9,96 |
8,96 |
Depósito |
45 |
45 |
55 |
45 |
El Polo GTI apenas subvira. El tren delantero se mantiene tranquilo, aunque en ocasiones, especialmente, en rápidas aceleraciones y tras curvas muy lentas su noble conducta tienda a descomponerse, algo que el control de tracción soluciona en un santiamén. El tren trasero por su parte sigue las indicaciones del delantero bien “agarrado" al asfalto. Es sumamente complicado que pierda adherencia y, cuando esto ocurre, la zaga se desliza secundando la trayectoria del giro de manera progresiva, sin mayores sustos para el conductor.
La intromisión no está entre las prioridades del ESP. Llevarlo conectado no implica grandes diferencias de comportamiento; sólo de percepciones abstractas: nos hace sentir más seguros.
Las suspensiones, firmes y rebajadas, son notablemente eficaces. La carrocería queda sujeta y apenas inclina. Las irregularidades del asfalto son filtradas correctamente. Sólo en curvas amplias y tomadas a gran velocidad, los movimientos parásitos de la carrocería son más patentes. Aunque ésta es una circunstancia que no se produce con frecuencia, en viajes largos, y dada también la dureza de las suspensiones, el Polo GTI termina pasando factura en la espalda de los viajeros. En un uso diario, de recorridos cortos y trayectos urbanos, el GTI es lo suficientemente cómodo como para ser utilizado como primer vehículo.
La combinación de bastidor ágil y eficaz y motor elástico y potente permite al Polo GTI mostrar sensaciones muy dinámicas. La dirección corresponde, aunque sin llegar a ser muy deportiva, gracias a su rapidez y precisión. Aporta la seguridad de que el vehículo obedecerá fielmente nuestros requerimientos y transmite lo que ocurre bajo las ruedas. Completado al conjunto, la caja de cambios es precisa aunque algo lenta en la inserción de marchas en conducción deportiva. Sus cinco relaciones están bien escalonadas y aunque, preferimos la incorporación de una sexta, no es una condición indispensable. Le vendría bien, más que nada, por asuntos de consumo, aunque estos no son muy elevados: 8,96 litros de media a los 100 km.
Lástima de los frenos, que aparte de la cruda realidad empírica que muestran los datos de nuestro Centro Técnico -tardan más en detener al vehículo que el resto de rivales- nos han parecido algo faltos de mordiente y con un tacto levemente esponjoso en un primer tramo. No obstante, nuestra sensación sobre ellos está mediatizada por el hecho de hallarnos en un coche de espíritu deportivo, donde estamos más acostumbrados a encontrarnos con equipos de frenado más contundentes. En un vehículo convencional los discos ventilados delanteros de 288 mm y discos traseros de 232 mm, son más que suficientes.
En suma, reacciones nobles, agilidad, dinamismo, potencia y seguridad al volante hacen del Polo un cóctel explosivo fácil de manejar. No es necesario ser un conductor experto y con muchos kilómetros en circuitos para divertirse al volante. El Polo es un deportivo noble que no llega a la radicalidad que muestran el Fiesta ST o el Renault Clio RS. Está un tanto atemperado y alcanza sus límites antes que aquellos, lo cual permite a cualquiera manejarlo.No sabemos si hemos contribuido a dar una respuesta satisfactoria a aquellos que tengan necesidad de un pequeño compacto deportivo pero sí creemos que hemos contribuido a detallar que es lo que aporta este Polo GTI frente a sus rivales. Si las razones de facilidad de manejo, deportividad, calidad visual, dotación de gran nivel y espíritu GTI no convencen lo suficiente para pagar los más de 21.000 euros que cuesta, no es nuestra culpa. El Polo GTI es así: bueno, bonito, pero caro. O, lo que es lo mismo, un capricho en toda regla.
No obstante, si lo que uno ha deseado toda su vida es un GTI y no llega a los 27.690 euros del Golf, el Polo es la oportunidad que estaba buscando: más barato, asequible y evocador ¿Quién ha dicho que los caprichos no puedan ser razonables? Todo depende del cristal con el que se mire.
LO MEJOR
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LO PEOR
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* Sonido deportivo |
* Precio |