Volkswagen Jetta 2.0 TDI

El Volkswagen Jetta es, en pocas palabras, un Golf en carrocería sedán de cuatro puertas y tres volúmenes. Vamos, un Golf largo. Explicada así, es fácil de entender la propuesta: un dinamismo similar al del Golf, el mismo motor, la misma calidad, pero, claro, mucho más maletero. Probamos el Jetta con la mecánica 2.0 TDI, el motor Diesel de referencia.

Volkswagen Jetta 2.0 TDI
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Las carrocerías de tres volúmenes son ya casi una rareza en el segmento compacto y, aunque las marcas siguen ofreciéndolas, ya no tienen la presencia comercial de antaño. Esto se debe a que los compactos actuales son tan grandes que, estirados hasta el formato sedán, se “cuelan" ya en el terreno de las berlinas. Esto le pasa a Volkswagen con este Jetta, que mide 4,56 metros, y el Passat, que está en los 4,77 metros.Este solapamiento de los formatos ha hecho que los sedán pierdan protagonismo, pero no por ello se ve mermada su calidad. La prueba es este excepcional Volkswagen Jetta, un coche muy correcto en todos los sentidos que hereda las enormes virtudes de un superclase, el Golf.

Equipado con el motor 2.0 TDI de 140 CV, este Jetta ofrece un comportamiento cercano al del compacto, una velocidad similar y, de paso, mucho más espacio en el maletero, que, con 600 litros, es, sencillamente, descomunal. La propuesta, por tanto, es muy interesante. Es un coche ideal para los que necesiten mucha capacidad de carga y no puedan, o no quieran, pasarse a las categorías superiores, sea la de berlinas o la de los monovolúmenes. Su precio de 25.730 euros contribuye a acercar al Jetta a estos otros segmentos, anunciando acabados y calidades más propios de esos niveles que de la categoría de los compactos.Esa pretensión de estar un poco por encima de sus compañeros de segmento se nota en la estética exterior del Jetta. A diferencia de otras marcas, que identifican el sedán con la imagen de los compactos, en Volkswagen optan por un estilo propio que acerca el Jetta a los Passat.Esto se nota en la línea del coche, muy similar a la de la berlina, y en elementos como los grupos ópticos traseros de diodos, de gran calidad y factura. En el frontal también hay rasgos distintivos, como la parrilla cromada y los grandes faros, que “ensanchan" el morro y lo hacen parecer más grande de lo que en realidad es.Sin cambios en la batalla, los 4,56 metros se deben, fundamentalmente, al voladizo trasero, que es muy voluminoso y contundente, con formas y dimensiones señoriales. No en vano aloja un maletero de 600 litros, uno de los mejores de la categoría y tan bueno como el de un Passat, y permite mantener la habitabilidad interior, que es idéntica a la de un Golf.Así, tres adultos viajan sin ningún problema en el asiento trasero, mientras que los delanteros son de primera línea, como siempre sucede con los Golf. Incluso se han montado asientos que sujetan muy bien sin dejar de ser cómodos... Por lo demás, en el interior Volkswagen no se ha complicado mucho la vida y ha tirado de repertorio: el habitáculo del Jetta se parece al del Golf como una gota de agua a otra.
La imagen es la misma, los mandos son iguales y su disposición, prácticamente idéntica. Esto tiene problemas y ventajas. Por un lado, tiene el problema de que la estética Golf, a pesar de su corrección, es un tanto sosa, gastada, prematuramente envejecida.
Pero, al tiempo, tiene la ventaja de que las calidades son envidiables. Es más, en nuestra unidad, la manufactura brillaba especialmente, con ajustes impecables y materiales de primer orden.
Es decir, puede que nos emocione más o menos, pero es innegable que está muy bien hecho. Con 600 litros de maletero, el Jetta supera a coches como el Seat Toledo, que destaca precisamente en este apartado. Incluso se impone al Golf Plus y al Passat.
Es un maletero enorme, con un acceso muy cómodo, amplia boca de carga y ciertas posibilidades para hacerlo modulable, como los compartimentos laterales, que se separan del resto de esta “bodega" con una tapa de quita y pon.
Pero, al tiempo, es un maletero que produce problemas en la ergonomía del habitáculo. Al tener que ser tan grande, precisa de un voladizo muy voluminoso. Como éste no puede crecer indefinidamente hacia atrás, lo hace hacia arriba, dando lugar a una zaga muy alta. El efecto óptico exterior tiene mucha fuerza, pero en el interior tiene efectos negativos sobre la visibilidad trasera, que resulta bastante mermada.Para redondear, en Volkswagen ofrecen un interesante nivel de equipamiento con el Jetta. Nuestra unidad, en acabado Advance, cuesta 25.730 euros y dispone de una dotación de serie en la que hay, por ejemplo, ABS con ayuda a la frenada de emergencia, control de estabilidad, un despliegue de ocho airbags y llantas de aleación de 16 pulgadas.Además, se aportan elementos muy prácticos, como el control de velocidad de crucero o, en el apartado de confort, un completo ordenador de viaje, climatizador dual y equipo de sonido con CD y mandos en el volante. Entre los extras, destaca el pack Drive&Park, que incluye, por 420 euros, el sistema de aparcamiento asistido y el monitor de presión de neumáticos. También se ofrece otro pack que incluye el navegador y sale por 2.300 euros.

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Las carrocerías de tres volúmenes son ya casi una rareza en el segmento compacto y, aunque las marcas siguen ofreciéndolas, ya no tienen la presencia comercial de antaño. Esto se debe a que los compactos actuales son tan grandes que, estirados hasta el formato sedán, se “cuelan" ya en el terreno de las berlinas. Esto le pasa a Volkswagen con este Jetta, que mide 4,56 metros, y el Passat, que está en los 4,77 metros.Este solapamiento de los formatos ha hecho que los sedán pierdan protagonismo, pero no por ello se ve mermada su calidad. La prueba es este excepcional Volkswagen Jetta, un coche muy correcto en todos los sentidos que hereda las enormes virtudes de un superclase, el Golf.

Equipado con el motor 2.0 TDI de 140 CV, este Jetta ofrece un comportamiento cercano al del compacto, una velocidad similar y, de paso, mucho más espacio en el maletero, que, con 600 litros, es, sencillamente, descomunal. La propuesta, por tanto, es muy interesante. Es un coche ideal para los que necesiten mucha capacidad de carga y no puedan, o no quieran, pasarse a las categorías superiores, sea la de berlinas o la de los monovolúmenes. Su precio de 25.730 euros contribuye a acercar al Jetta a estos otros segmentos, anunciando acabados y calidades más propios de esos niveles que de la categoría de los compactos.Esa pretensión de estar un poco por encima de sus compañeros de segmento se nota en la estética exterior del Jetta. A diferencia de otras marcas, que identifican el sedán con la imagen de los compactos, en Volkswagen optan por un estilo propio que acerca el Jetta a los Passat.Esto se nota en la línea del coche, muy similar a la de la berlina, y en elementos como los grupos ópticos traseros de diodos, de gran calidad y factura. En el frontal también hay rasgos distintivos, como la parrilla cromada y los grandes faros, que “ensanchan" el morro y lo hacen parecer más grande de lo que en realidad es.Sin cambios en la batalla, los 4,56 metros se deben, fundamentalmente, al voladizo trasero, que es muy voluminoso y contundente, con formas y dimensiones señoriales. No en vano aloja un maletero de 600 litros, uno de los mejores de la categoría y tan bueno como el de un Passat, y permite mantener la habitabilidad interior, que es idéntica a la de un Golf.Así, tres adultos viajan sin ningún problema en el asiento trasero, mientras que los delanteros son de primera línea, como siempre sucede con los Golf. Incluso se han montado asientos que sujetan muy bien sin dejar de ser cómodos... Por lo demás, en el interior Volkswagen no se ha complicado mucho la vida y ha tirado de repertorio: el habitáculo del Jetta se parece al del Golf como una gota de agua a otra.
La imagen es la misma, los mandos son iguales y su disposición, prácticamente idéntica. Esto tiene problemas y ventajas. Por un lado, tiene el problema de que la estética Golf, a pesar de su corrección, es un tanto sosa, gastada, prematuramente envejecida.
Pero, al tiempo, tiene la ventaja de que las calidades son envidiables. Es más, en nuestra unidad, la manufactura brillaba especialmente, con ajustes impecables y materiales de primer orden.
Es decir, puede que nos emocione más o menos, pero es innegable que está muy bien hecho. Con 600 litros de maletero, el Jetta supera a coches como el Seat Toledo, que destaca precisamente en este apartado. Incluso se impone al Golf Plus y al Passat.
Es un maletero enorme, con un acceso muy cómodo, amplia boca de carga y ciertas posibilidades para hacerlo modulable, como los compartimentos laterales, que se separan del resto de esta “bodega" con una tapa de quita y pon.
Pero, al tiempo, es un maletero que produce problemas en la ergonomía del habitáculo. Al tener que ser tan grande, precisa de un voladizo muy voluminoso. Como éste no puede crecer indefinidamente hacia atrás, lo hace hacia arriba, dando lugar a una zaga muy alta. El efecto óptico exterior tiene mucha fuerza, pero en el interior tiene efectos negativos sobre la visibilidad trasera, que resulta bastante mermada.Para redondear, en Volkswagen ofrecen un interesante nivel de equipamiento con el Jetta. Nuestra unidad, en acabado Advance, cuesta 25.730 euros y dispone de una dotación de serie en la que hay, por ejemplo, ABS con ayuda a la frenada de emergencia, control de estabilidad, un despliegue de ocho airbags y llantas de aleación de 16 pulgadas.Además, se aportan elementos muy prácticos, como el control de velocidad de crucero o, en el apartado de confort, un completo ordenador de viaje, climatizador dual y equipo de sonido con CD y mandos en el volante. Entre los extras, destaca el pack Drive&Park, que incluye, por 420 euros, el sistema de aparcamiento asistido y el monitor de presión de neumáticos. También se ofrece otro pack que incluye el navegador y sale por 2.300 euros.