Volkswagen EOS

Emocional y deportivo: así define Volkswagen a su Eos, un modelo completamente nuevo -coupé, descapotable y rozando el lujo- que por tamaño se sitúa entre el Golf y el Passat. Nos lo enseñaron en Frankfurt (octubre 2005) y ahora lo hemos conducido para abrirte el apetito. A mediados de junio, si tienes 30.000 euros, te lo puedes llevar a casa.

Volkswagen EOS
Volkswagen EOS

Los cabrios siempre han sido coches de ensueño, relacionados con la vida lujosa y el “dolce far niente" de quien no tiene preocupaciones y se pasea tan feliz, con la melena al viento. Los técnicos de Marketing los llaman “aspiracionales" –todos querríamos tener uno- y el impulso que promueve su adquisición viene del corazón, no tanto de la cabeza: es una decisión “emocional".Desde luego, en climas primaverales, es un placer de sibaritas conducir descapotado por un bulevar lleno de paseantes o por una carretera junto al mar… En España, con nuestro clima de “nueve meses de invierno y tres de infierno", los cabrios no parecen muy prácticos y, por mucho que sea una decisión pasional, en cuanto te hielas de frío o te fríes la coronilla, las neuronas ganan rápidamente la partida al corazón. A eso hay que unir el que muchas de las “pegas" de una carrocería sin techo no estaban resueltas hasta ahora: turbulencias del viento que arremolinan el pelo, impiden hablar si no es a gritos y acaban por dar dolor de cabeza, menor seguridad en caso de vuelco… Total, que sus dueños acababan por circular con la capota siempre puesta –y encima mal aislados de los ruidos y de las inclemencias meteorológicas- y sólo la quitaban unos cuantos días al año en que el tiempo lo permitía. En resumen: los cabrios eran hasta hace bien poco un nicho-nicho, sin muchos compradores, e incluso nosotros, cuando alguien con ganas de cabrio nos pedía consejo, solíamos disuadirle de la compra y reconducir sus deseos hacia coches más racionales, con el argumento de que, para disfrutar de un cabrio, bastaba con alquilarlo los escasos días en que se podía verdaderamente gozar de él.Pero los tiempos avanzan que es una barbaridad, y los fabricantes de coches han encontrado la solución: se llama “coupé cabrio" y es un molde que empieza a proliferar en todas las marcas. Es una mezcla idónea, porque une la belleza y la imagen de libertad de una carrocería abierta con la practicidad de un techo duro, cerrado y bien aislado. Corazón y razón ya no riñen; el mercado florece.En esta lid desembarca Volkswagen con su Eos, pero en ella se miden ya muchos contendientes, pequeños (Peugeot 206 CC, Nissan Micra C C, Mitsubishi Colt CZC) y medianos (Mégane CC, Astra Twin Top, 307 CC o el nuevo Volvo C70), con 4 plazas más o menos amplias y un maletero que lucha por albergar un equipaje medio convencional.La marca alemana tiene experiencia en cabrios –su Golf, el New Beetle o el Karmann Ghia son dignos antecedentes- pero esta vez su apuesta es completa: el Eos no es una versión cabrio de un modelo existente, sino una apuesta total y desde cero que nace con una identidad de “emocional, deportivo y premium" y dispuesto a reinar en su segmento. De diseño atractivo –aunque con la seria impronta de VW- dispone de 4 plazas –las dos de atrás también de tamaño adulto- y de un maletero de 205 litros bastante aprovechable. Su gama mecánica cuenta con cinco motores, Diesel y gasolina, entre los 115 y los 250 CV, y ofrece un único equipamiento de serie y muchas opciones para configurarlo al gusto de cada comprador. No buscan el segmento popular, sino los ejecutivos aún jóvenes y las parejas con dobles ingresos, y para ellos lanzan en toda Europa este nuevo modelo con nombre de diosa griega –la de la Aurora, de rosados dedos- y precio Volkswagen (“porque yo lo valgo…"). En España empieza a venderse a mediados de junio sólo con dos motores de gasolina: el 2.0 FSI de 150 CV (30.840 euros) y el 2.0 FSI con turbo, de 200 CV (35.660 euros), ambos con cambio manual de seis velocidades. Alrededor de septiembre llegará el 2.0 TDI de 150 CV y, para finales de año, un 3.2 V6 con 250 CV.Los cabrios siempre han sido coches de ensueño, relacionados con la vida lujosa y el “dolce far niente" de quien no tiene preocupaciones y se pasea tan feliz, con la melena al viento. Los técnicos de Marketing los llaman “aspiracionales" –todos querríamos tener uno- y el impulso que promueve su adquisición viene del corazón, no tanto de la cabeza: es una decisión “emocional".Desde luego, en climas primaverales, es un placer de sibaritas conducir descapotado por un bulevar lleno de paseantes o por una carretera junto al mar… En España, con nuestro clima de “nueve meses de invierno y tres de infierno", los cabrios no parecen muy prácticos y, por mucho que sea una decisión pasional, en cuanto te hielas de frío o te fríes la coronilla, las neuronas ganan rápidamente la partida al corazón. A eso hay que unir el que muchas de las “pegas" de una carrocería sin techo no estaban resueltas hasta ahora: turbulencias del viento que arremolinan el pelo, impiden hablar si no es a gritos y acaban por dar dolor de cabeza, menor seguridad en caso de vuelco… Total, que sus dueños acababan por circular con la capota siempre puesta –y encima mal aislados de los ruidos y de las inclemencias meteorológicas- y sólo la quitaban unos cuantos días al año en que el tiempo lo permitía. En resumen: los cabrios eran hasta hace bien poco un nicho-nicho, sin muchos compradores, e incluso nosotros, cuando alguien con ganas de cabrio nos pedía consejo, solíamos disuadirle de la compra y reconducir sus deseos hacia coches más racionales, con el argumento de que, para disfrutar de un cabrio, bastaba con alquilarlo los escasos días en que se podía verdaderamente gozar de él.Pero los tiempos avanzan que es una barbaridad, y los fabricantes de coches han encontrado la solución: se llama “coupé cabrio" y es un molde que empieza a proliferar en todas las marcas. Es una mezcla idónea, porque une la belleza y la imagen de libertad de una carrocería abierta con la practicidad de un techo duro, cerrado y bien aislado. Corazón y razón ya no riñen; el mercado florece.En esta lid desembarca Volkswagen con su Eos, pero en ella se miden ya muchos contendientes, pequeños (Peugeot 206 CC, Nissan Micra C C, Mitsubishi Colt CZC) y medianos (Mégane CC, Astra Twin Top, 307 CC o el nuevo Volvo C70), con 4 plazas más o menos amplias y un maletero que lucha por albergar un equipaje medio convencional.La marca alemana tiene experiencia en cabrios –su Golf, el New Beetle o el Karmann Ghia son dignos antecedentes- pero esta vez su apuesta es completa: el Eos no es una versión cabrio de un modelo existente, sino una apuesta total y desde cero que nace con una identidad de “emocional, deportivo y premium" y dispuesto a reinar en su segmento. De diseño atractivo –aunque con la seria impronta de VW- dispone de 4 plazas –las dos de atrás también de tamaño adulto- y de un maletero de 205 litros bastante aprovechable. Su gama mecánica cuenta con cinco motores, Diesel y gasolina, entre los 115 y los 250 CV, y ofrece un único equipamiento de serie y muchas opciones para configurarlo al gusto de cada comprador. No buscan el segmento popular, sino los ejecutivos aún jóvenes y las parejas con dobles ingresos, y para ellos lanzan en toda Europa este nuevo modelo con nombre de diosa griega –la de la Aurora, de rosados dedos- y precio Volkswagen (“porque yo lo valgo…"). En España empieza a venderse a mediados de junio sólo con dos motores de gasolina: el 2.0 FSI de 150 CV (30.840 euros) y el 2.0 FSI con turbo, de 200 CV (35.660 euros), ambos con cambio manual de seis velocidades. Alrededor de septiembre llegará el 2.0 TDI de 150 CV y, para finales de año, un 3.2 V6 con 250 CV.