Toyota iQ, Aygo y Yaris

El iQ es el rey de la ciudad, pero, ¿y si necesitamos más espacio o queremos una alternativa más barata? Con el mismo motor 1.0 hay otros dos modelos que ofrecen una gran economía de uso y algo más de versatilidad. ¿Cuál nos quedamos?

Toyota iQ 1.0 MultiDrive
Toyota iQ 1.0 MultiDrive

Ninguna otra marca posee semejante oferta de modelos ciudadanos en su gama. A un lado de la balanza están los exiguos 2,99 metros de longitud del Toyota iQ, y al otro, el Toyota Yaris, un polivalente con buenas dotes urbanas, ya que se ha resistido al aumento de tamaño experimentado por la mayoría de sus rivales. El Toyota Aygo se encuentra en un punto intermedio, tanto por dimensiones, como por maletero y número de plazas, cuatro. Recordemos que el Toyota iQ , en situaciones de máxima ocupación y prescindiendo del maletero, está pensado para tres adultos y un niño, mientras que el Toyota Yaris permite acomodar, al menos teóricamente, a cinco pasajeros.Para esta comparativa los tres urbanos comparten mecánica: un modesto pero voluntarioso y parco en consumos tricilíndrico que se desenvuelve sin complejos en prácticamente cualquier situación. Debido a su contenida potencia, el peso juega un papel fundamental y el Toyota Yaris sale peor parado en el apartado de prestaciones. A pesar de sus marchas más cortas, en carretera y a la hora de realizar adelantamientos es perezoso. Todo lo contrario ocurre en el Toyota Aygo que, incluso con unos desarrollos larguísimos (en 2ª supera los 105 km/h) se muestra muy ágil de respuesta, aunque hay que utilizar frecuentemente el cambio para extraer toda su esencia, y para afrontar cualquier repecho que se nos presente en carretera. Pese a todo, es el que mejor acelera de los tres y se defiende como pez en el agua a la salida de los semáforos. En este sentido, el cambio MultiDrive del Toyota iQ no permite arrancadas fulgurantes, sino todo lo contrario, por lo que sus cifras de aceleración se ven perjudicadas. Sin embargo, una vez lanzado es bastante dinámico, aunque su gran superficie frontal, sumada al cambio automático, no es un buen aliado de los consumos.Al adentrarnos en zonas de curvas sus discretas prestaciones no ponen en demasiados apuros al bastidor. El Toyota Yaris hace gala de un comportamiento muy eficaz, mucho aplomo y una velocidad de paso por curva superior a sus hermanos pequeños, en parte debido al agarre extra que proporciona la mayor medida de sus neumáticos. Prueba de ello es que su control de estabilidad, uno de los más permisivos que hemos probado, apenas actuó durante nuestro recorrido más exigente. Los Toyota Aygo e iQ se encuentran a un nivel ligeramente inferior, pero en absoluto carente de buenas maneras y con una progresividad de reacciones sorprendente para su tamaño. El Toyota Aygo da más confianza y es capaz de abordar las curvas a un ritmo de marcha levemente superior que el Toyota iQ, a pesar de ser el más subvirador del grupo. El Toyota iQ, por su parte, es más sensible a las transferencias de masas y, cuando levantamos el pie del acelerador en plena curva, su eje trasero tiende a redondear el giro, por lo que su conducción puede llegar a ser bastante entretenida. Llegado el caso de una frenada de emergencia, su corta batalla le convierte en un coche nervioso. En cuanto a confort de marcha, vuelve a ser el Toyota Yaris el que está un escalón por encima. Sus dos hermanos prácticamente empatan, aunque en el Toyota iQ se nota una mayor dureza de bacheo en el eje trasero. El aspecto interior también les diferencia. Funcional el Yaris, austero el Aygo y todo un capricho el iQ, en consonancia con su precio.

iQ
Aygo
Yaris
— Ambiente lujoso
— Agradable y maniobrable
— Precio base
— Funcionalidad
— Confort y estabilidad
— Cinco plazas
iQ
Aygo
Yaris
— Aceleración desde parado
— Nervioso en frenadas
— Opciones limitadas
— Acabado austero
— Rueda de emergencia
— Potencia justa
Prueba del Toyota iQ automático