Skoda ha sabido crear expectativa para su nuevo SUV, el Kodiaq, un coche del que la marca checa ha ido brindando diferentes informaciones con cuentagotas desde mucho antes de su lanzamiento. Primero anunciaron que fabricarían un SUV por encima del Yeti y con 7 plazas, posteriormente fueron desvelando alguna imagen e incluso mostrando unidades camufladas en algún evento y, por último, dieron a conocer el nombre del modelo. Ahora que su lanzamiento es inminente, se aceptan pedidos desde el 1 de diciembre, aunque el inicio de la producción está previsto para febrero de 2017, por lo que habrá que esperar entre 4 y 6 meses para la entrega. En cualquier caso, ya se han anunciado los precios de la gama, hay unidades de presentación a la prensa y por fin hemos podido conducir varias versiones del esperado Skoda Kodiaq. La última de ellas ha sido la motorización 1.4 TSI de 150 CV, con cambio DSG y tracción delantera, durante la presentación del Skoda Kodiaq en Mallorca y bajo la lluvia, por lo que hemos podido poner a prueba su comportamiento en las resbaladizas carreteras de la isla.
El Skoda Kodiaq 1.4 TSI 150 DSG 4x2 es una buena alternativa para quienes necesiten mucho espacio y no tengan pensado hacer un uso exigente fuera del asfalto, ya que, aunque dispone de casi 19 cm de altura libre al suelo, está condicionado por la ausencia de tracción total. Lo primero que llama la atención del Skoda Kodiaq es la buena realización del habitáculo, con buenos materiales y una gran sensación de calidad. Una vez en marcha resulta suave y muy silencioso, algo que se complementa con muy buen tacto de dirección y un elevado confort de suspensiones. El motor del Skoda Kodiaq 1.4 TSI 150 DSG 4x2 es muy refinado y el cambio DSG se adapta sin problemas a todo tipo de conducción, haciendo más fácil extraer sus 150 CV de potencia en cualquier momento.
A pesar de ser un coche alto, el Skoda Kodiaq 1.4 TSI 150 DSG 4x2 ofrece un comportamiento muy equilibrado y acorde con su carácter familiar. Hay cierto balanceo de la carrocería en algunos apoyos —aunque se puede mitigar equipando los amortiguadores adaptativos opcionales—, pero esto no perjudica un dinamismo caracterizado por reacciones muy neutras y un alto agrado de uso. En pavimentos deslizantes la dirección informa suficientemente bien del límite de adherencia y cualquier deslizamiento del tren delantero comienza de manera muy progresiva y controlable, lo que se traduce en una gran facilidad de conducción y sensación de seguridad. Las ayudas electrónicas no resultan intrusivas, pero mantienen la situación bajo control en caso de necesidad. La capacidad de tracción también se beneficia de una electrónica muy bien calibrada, y el Skoda Kodiaq 4x2 logra una notable eficacia incluso a la salida de curvas complicadas.
En cuanto a su interior, y aun estando catalogado como SUV compacto, presenta un mayor tamaño del habitual en dicho segmento. Con ello, brinda una gran habitabilidad y un enorme maletero, así como la posibilidad de equipar una tercera fila de asientos escamoteables para dar cabida a 7 pasajeros. En todos los casos, destacan las soluciones de almacenamiento, con prácticos compartimentos repartidos por todo el habitáculo, linterna integrada en el maletero, dos paraguas escondidos en las puertas y un receptáculo para guardar la bandeja cubremaletero cuando no se usa, o cuando la tercera fila de asientos está desplegada. No podía ser menos en un Skoda.
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