Lo del cambio de nombre ha sido una decisión difícil para Skoda. "Yeti" le quedaba como anillo al dedo al especial SUV checo, con los enormes "ojazos" antiniebla de la versión original. Fue un modelo incomprendido, muy bueno por espacio y calidades, pero quizá sin una estética que gustara al gran público. Ahora, serios y concentrados, los responsables de la marca miran orgulloso al frente los angulosos faros LED del nuevo Skoda Karoq, un SUV que, fiel a la política del Grupo Volkswagen, se posiciona ya 11 centímetros por debajo del VW Tiguan y a 32 del más grande y exitoso Skoda Kodiaq. Y de momento, hasta que deje de fabricarse, convivirá con el propio Yeti durante un tiempo en la gama Skoda.
De hecho, el nuevo Skoda Karoq se posiciona justo junto al Seat Ateca, que por cierto se fabrica en las mismas instalaciones, en la ciudad checa de Kvasiny. A pesar de todo, su nombre sigue teniendo también algo que ver con la nieve: "Karoq" se derivaría de las palabras "coche" y "flecha" en el idioma de los indígenas de Alaska, tal y como han averiguado los expertos en márketing de Skoda.
Skoda Karoq: digno sucesor del Yeti
Por suerte, los ingenieros de Skoda han hecho todo lo posible para que los aficionados (y admiradores) del Yeti no tengan que echar de menos nada más que el nombre: a pesar de su crecimiento de 16 centímetros en longitud (4,38 metros totales) y cinco centímetros en anchura, el Skoda Karoq sigue resultando compacto en dimensiones. Aquí, en las estrechas carreteras secundarias de las afueras de Turín donde hemos podido ya conducir por primera vez el nuevo SUV, se siente tan manejable como al maniobrar en aparcamientos repletos. Los centímetros extra los disfrutan sobre todo los pasajeros de la segunda fila, que obtienen de ese modo una mayor altura y mayor espacio para estirar las piernas. Es muy habitable.
Quien apreciase los ingeniosos asientos traseros del Yeti podrá obtener en el Karoq, como opción, el sistema Varioflex (que así se llamaba) también en el nuevo SUV. Sus tres asientos traseros con desplazamiento longitudinal e inclinación ajustable pueden desplegarse individualmente, plegarse hacia adelante o desmontarse por completo, ampliando así el volumen del maletero hasta los 1.810 litros de carga, hasta 70 más que el Skoda Octavia Combi, ya de por sí nada desdeñable.
Variables, sí, pero también cómodos. Unos asientos traseros con muchas variantes de ajuste suelen tener el inconveniente de que el sistema mecánico necesario no deje espacio para una tapicería como Dios manda. Sin embargo, los asientos traseros del Skoda Karoq resultan muy cómodos, y se adecuan a distancias largas tanto como los asientos delanteros, con una tapicería agradable y mucho agarre lateral. Y ya que hablamos de plegar y mover cosas, no podemos dejar de apreciar las prácticas ideas que, con el tiempo, se han convertido en seña de identidad de Skoda: a la multitud de soportes para rasquetas, paraguas y tickets de aparcamiento se unen ahora en el Karoq, por ejemplo, una persiana de maletero fijada al portón trasero, de modo que, al abrir, se desplace hacia arriba y nunca estorbe. Lo que llaman soluciones “Simply Clever”.
La última tecnología de Volkswagen
Pasamos capítulo y debemos plegarnos a la evidencia: los tiempos en que Skoda tenía que hacer uso de tecnología desfasada de VW ya son historia, como demuestra con creces el sistema de info-entretenimiento. Su oferta de conectividad comprende ya los últimos cachivaches del Grupo, con pantallas táctiles de alto contraste y sensibilidad, conexión online independiente de teléfonos móviles con información sobre atascos en tiempo real, así como una integración de smartphones compatible con todas las interfaces habituales actuales (Apple CarPlay, Android Auto, MirrorLink).
Por suerte, a diferencia de muchos otros fabricantes, estas interfaces no están vinculadas a caros equipos de navegación. A quien sólo utilice el navegador de vez en cuando, le bastará con adquirir la Radio Bolero (630 euros) y conectar a ella su teléfono móvil, cuyos mapas y direcciones aparecerán en el monitor de a bordo. Y, a partir de 2018, el Karoq será el primer Skoda en obtener un panel de instrumentos completamente digital, con grandes opciones de ajuste de visualización: desde un segundo mapa de navegación lleno de indicaciones hasta un reducido juego de indicadores básicos, está diseñado para que cada cual encuentre su opción ideal.
El Skoda Karoq, a prueba en carretera
Nos ponemos ya en marcha y, sobre superficies de asfalto con multitud de remiendos, la suspensión del nuevo Skoda Karoq nos demuestra de lo que es capaz. Aunque nuestro coche de pruebas se las tiene que apañar sin amortiguadores ajustables, allana con suavidad irregularidades cortas y medianas sin molestos bamboleos. Si bien no consigue llegar a esa sensación de estar flotando que ofrecen los SUV de alta gama con suspensión neumática, en comparación con muchos de sus competidores, duros como huesos, el Karoq resulta bastante más relajado.
Entre sus motores hay que destacar de inicio dos opciones de gasolina y dos Diesel. A velocidad de crucero, el TSI de 1,5 litros al que nos hemos podido ya subir hace menos ruido que una mosca, independientemente de si corre a cuatro o a dos cilindros (tiene sistema de desconexión de cilindros) para ahorrar combustible. Rinde 150 CV de potencia y tiene un par máximo de 250 Nm, que bastan de largo para darle marcha al SUV. En combinación con la caja de cambios automática de doble embrague y 7 velocidades, rápida y sin tirones, para dar acelerones basta con pisar a fondo el pedal, y las 1,4 toneladas del SUV reaccionarán con agilidad.
Para el lanzamiento, además de este TSI de 1,5 litros, se podrá elegir entre otro motor de gasolina de 3 cilindros, el 1.0 TSI de 115 CV, así como dos Diesel de cuatro cilindros: 1,6 TDI de 115 CV y 2.0 TDI de 150 CV. Algo después llegará ya el modelo superior de los Diesel, con 190 CV, también 2,0 litros y tracción a las cuatro ruedas. Por un suplemento, además es posible equipar las dos unidades de 150 CV con tracción a las cuatro ruedas. En los modelos 4x4, en lugar de la sencilla combinación de suspensión trasera con eje de torsión, se emplea una compleja estructura de cuatro brazos (multibrazo) que promete una dinámica aún mejor.
Como conclusión en esta primera prueba al Skoda Karoq podemos asegurar que no hay que ser vidente para pronosticarle un enorme éxito de ventas. Skoda ofrece, por un precio razonable, mucho de lo que los clientes actuales buscan en un coche… o, mejor dicho, ya en un SUV.
El Skoda Karoq, en claves
Precio: Parte de los 22.490 euros con el motor de 1.0 TSI de 115 CV, tarifa menor que rivales como Seat Ateca o Peugeot 3008. Sigue fiel pues a su política de marca.
Vida a bordo: El Karoq no sólo es amplio, sino también funcional, cómodo y plagado de detalles que facilitan la vida a bordo. Convence.
Comportamiento: Buena suspensión, dirección, estabilidad... Perfecto equilibrio confort/efectividad de un SUV que se sitúa entre lo mejor de su clase.
Conectividad: Ofrece lo último del Grupo Volkswagen, con pantallas táctiles, integración de smartphones compatible con todas las interfaces habituales actuales (Apple CarPlay, Android Auto, MirrorLink)... Los smartphones además se cargan de modo inductivo, y las tablets pueden fijarse a los reposacabezas.
Maletero: El Skoda Karoq tiene una capacidad oficial de 521 litros (con los asientos traseros de serie, cuya posición es fija y se abaten en proporción 1/3 y 2/3), uno de los mayores del segmento.