Saab 9.3 2.0T Aero

El 2.0T Aero es la versión más potente y rácing de la gama 9-3. Con 210 CV y una imagen deportiva con un toque de elegancia, este modelo supone una alternativa interesante, diferente y algo más barata ante la terna alemana BMW, Audi y Mercedes.

Saab 9.3 2.0T Aero
Saab 9.3 2.0T Aero

Saab acaba de añadir a su modelo 9-3 un par de turbodiésel de última generación, sin embargo el principal atractivo de la gama siguen siendo los motores turbo de gasolina, en los que los fabricantes suecos (también Volvo) son casi una eminencia. La versión protagonista de nuestro análisis es la más potente de toda la gama, con 210 CV y con el apellido Aero, lo que le confiere una estética y un porte más deportivo sin perder un ápice de distinción. De entrada la estética hará las delicias de los amantes de las preparaciones, pues con cuatro detalles, como los faldones, las llantas de aleación y el tubo de escape cromado, se consigue dotar a la berlina sueca de un carácter más agresivo, algo que viene acentuado con el color rojo fuego de nuestra unidad de pruebas. En el interior, no es tan palpable ese gusto por lo deportivo, aunque hay algunas inserciones en titanio en el volante o en la zona del freno de mano, que lo diferencia de sus hermanos de gama. En el salpicadero se respira un aire de trabajo bien hecho. No es algo comparable a lo que nos encontramos dentro de un Mercedes, un BMW o un Audi, pero se observan materiales de cierta calidad y con un acabado notable.Lo que nos ha gustado bastante es el diseño y la colocación de los mandos, todos muy agrupados sobre la consola central, pues es diferente a lo que estamos acostumbrados y nos da la sensación de estar dentro de la cabina de un avión. Algo significativo es dónde está colocada la llave de arranque, sita entre los dos asientos delanteros y que solamente podremos extraer cuando la palanca de cambios automática se encuentre en la posición de parking. Los asientos colaboran a esta buena sensación general, con la posibilidad de regulación automática y con un agarre bastante bueno del cuerpo, sobre todo a la altura de los riñones. Esto lo agradecemos en los tramos virados, una de las zonas en las que más a gusto nos encontraremos con este 9-3.Las plazas traseras no aportan una habitabilidad que destaque frente a otras berlinas del segmento. Están enfocadas para albergar a dos personas, pues esta zona tiene dos reposacabezas y la plaza central tiene un mullido más duro y una posición algo más elevada. El maletero cubica 495 litros según nuestros datos, una cifra destacada que queda algo ensombrecida por una boca de carga algo estrecha, que limita la introducción de objetos de gran tamaño.Estos aspectos prácticos hacen de esta berlina un automóvil totalmente utilizable a nivel familiar, pero no debemos olvidar que el enfoque primordial de este vehículo es el de otorgar placer a aquél afortunado que lo conduzca. Saab acaba de añadir a su modelo 9-3 un par de turbodiésel de última generación, sin embargo el principal atractivo de la gama siguen siendo los motores turbo de gasolina, en los que los fabricantes suecos (también Volvo) son casi una eminencia. La versión protagonista de nuestro análisis es la más potente de toda la gama, con 210 CV y con el apellido Aero, lo que le confiere una estética y un porte más deportivo sin perder un ápice de distinción. De entrada la estética hará las delicias de los amantes de las preparaciones, pues con cuatro detalles, como los faldones, las llantas de aleación y el tubo de escape cromado, se consigue dotar a la berlina sueca de un carácter más agresivo, algo que viene acentuado con el color rojo fuego de nuestra unidad de pruebas. En el interior, no es tan palpable ese gusto por lo deportivo, aunque hay algunas inserciones en titanio en el volante o en la zona del freno de mano, que lo diferencia de sus hermanos de gama. En el salpicadero se respira un aire de trabajo bien hecho. No es algo comparable a lo que nos encontramos dentro de un Mercedes, un BMW o un Audi, pero se observan materiales de cierta calidad y con un acabado notable.Lo que nos ha gustado bastante es el diseño y la colocación de los mandos, todos muy agrupados sobre la consola central, pues es diferente a lo que estamos acostumbrados y nos da la sensación de estar dentro de la cabina de un avión. Algo significativo es dónde está colocada la llave de arranque, sita entre los dos asientos delanteros y que solamente podremos extraer cuando la palanca de cambios automática se encuentre en la posición de parking. Los asientos colaboran a esta buena sensación general, con la posibilidad de regulación automática y con un agarre bastante bueno del cuerpo, sobre todo a la altura de los riñones. Esto lo agradecemos en los tramos virados, una de las zonas en las que más a gusto nos encontraremos con este 9-3.Las plazas traseras no aportan una habitabilidad que destaque frente a otras berlinas del segmento. Están enfocadas para albergar a dos personas, pues esta zona tiene dos reposacabezas y la plaza central tiene un mullido más duro y una posición algo más elevada. El maletero cubica 495 litros según nuestros datos, una cifra destacada que queda algo ensombrecida por una boca de carga algo estrecha, que limita la introducción de objetos de gran tamaño.Estos aspectos prácticos hacen de esta berlina un automóvil totalmente utilizable a nivel familiar, pero no debemos olvidar que el enfoque primordial de este vehículo es el de otorgar placer a aquél afortunado que lo conduzca.