Su predecesor, el Renault Laguna, ya es historia. En algún momento, no hace mucho, llegué a escuchar entre corrillos de salón que el esfuerzo que se hizo en la Alianza Renault/Nissan por llevar al éxito del que disfruta hoy la renovada marca Dacia tuvo daños colaterales en la mismísima Renault: se acusaba de "desatención" hacia la firma propietaria. Si a esto sumamos que en los últimos años ha estado también más en boca del público Nissan, la otra marca del grupo, gracias al fenómeno social y comercial del Nissan Qashqai, puede que algo de cierto tuvieran esos comentarios. Pero ahora ya estamos en una nueva etapa para la marca del rombo. En solo unos meses ha concentrado la puesta en escena de sus nuevos Renault Espace, Renault Kadjar, Renault Megane y este espectacular Renault Talisman. O, lo que es lo mismo, ha renovado prácticamente el 50 por ciento de su gama de turismos.
De todos estos estrenos, seguramente el Renault Talisman es del coche que la marca espera recibir mayor recompensa. Con su último Laguna, Renault pareció desaparecer comercialmente del segmento medio de las berlinas, una categoría cierto que a la baja, pero en el que sus principales rivales no han dejado de proponer una nueva generación de producto impactante e impresionante… como pueden ser los Ford Mondeo, Opel Insignia o Volkswagen Passat, sin ir más lejos.
Normalmente es fácil adivinar si ante un coche nuevo su diseño despierta la curiosidad simplemente por la novedad que representa o si el giro de cabeza del viandante o conductor de al lado responde a una fuerte atracción: si te fotografían, no hay duda. Y sí, en general, te puedo confirmar que este nuevo Renault Talisman resulta una berlina de lo más atractiva. Estoy seguro de que si navego por Twitter o Facebook me veo en fotos rodando con él por Madrid. Y no te diré yo que es precioso el nuevo Renault Talisman, pero sí desde luego rotundo.
Renault Talisman: su espacio
Para empezar, el Renault Talisman es nada menos que 15 centímetros más largo que el saliente Renault Laguna (4,85 metros de longitud total) y, en general, es visualmente tan poderoso -o más- que un nuevo y también flamante Skoda Superb, por ejemplo . Con tanto continente la buena habitabilidad está pues garantizada, cuando además por cotas interiores este Renault Talisman está más cerca de los mejores en todo que de los "menos mejores". En los matices que pueden influir en lo subjetivo no entro, pero si lo haré en uno que objetivamente podría resultar determinante: el Talisman ha cambiado el portón trasero de las tres generaciones de Laguna, por una tapa normal que cubre una boca de carga que se antoja, quizá por comparación mental con el Laguna, pequeña. A niveles prácticos la pérdida parece evidente, cuando además este Renault Talisman se ofrece con un inmenso maletero de 550 litros reales verificados, 105 más que el Laguna, para llevar más bultos... pero que entren. En este sentido no hay unanimidad entre sus rivales, pero no es menos curioso que Ford no comercialice el Mondeo 4 puertas en Europa (solo la versión híbrida) y Opel reconoce que las ventas del Insignia 4 puertas son insignificantes frente al de 5 puertas. Ahí queda.
Antes de entrar a valorar ya la dinámica del Renault Talisman, comentar que, ciñéndonos a este alto nivel de equipamiento Initiale Paris que probamos, la presentación y carga tecnológica resulta, digamos, casi premium. La pantalla central de 8,7 pulgadas, por la que tendrás que escuchar continuamente que parece una tablet de uso personal, tiene mucho o todo el protagonismo en su definición interior. Y, no sólo por su propia ubicación y tamaño, sino también porque en ella visualizas y gobiernas prácticamente todo el equipamiento -y es muchísimo- del que dispone este acabado en todos los campos: seguridad, confort, comportamiento, multimedia, conectividad, etc. Aunque algunos de estos campos también disponen acertadamente de mandos físicos para accesos directos rápidos.
Renault Talisman: su comportamiento
Dejando a un lado el análisis visual y pasando ya a sentir a este Renault Talisman en movimiento, descubres hoy que no hay palabra mejor que su propio nombre que pueda explicar la conducta dinámica del coche, al menos como en este acabado Initiale Paris, con el que la dirección a las 4 ruedas es un elemento de serie de todo el arsenal mecánico que ofrece el modelo. Esta tecnología merece una reflexión. Cuánto buena parece, por cuánto bueno aporta a la maniobrabilidad, seguridad y comportamiento de un coche, y qué poco extendida está. Y no parece que por sofisticada.
Renault recuperó esta tecnología para nuestros días con el anterior Laguna GT y hoy su apuesta la lleva también a los Espace, Talisman y, sorprendentemente, al nuevo compacto Renault Mégane. Por ser aquel GT un acabado deportivo y a posteriori ver esta tecnología en algunos BMW, Porsche y Ferrari, podría parecer un componente deportivo y siéndolo, sus ventajas también favorecen el alto confort pretendido en una berlina familiar como el Talisman, sin comprometer el comportamiento. La dirección 4Control del Renault Talisman se combina con amortiguadores activos. Y bajo el sistema Multi Sense, puedes elegir incluso entre diferentes leyes de actuación del chasis y del motor: Eco, Comfort, Neutral, Sport y uno personal configurable.
Lo que es una constante es la rápida, que no violenta, respuesta de dirección del Renault Talisman con menos volanteo del que por lógica parecería necesitar. No por ello tiene un juego central agresivo, sino todo lo contrario. Hasta 50, 60 y 80 km/h, según el modo de conducción elegido, las ruedas traseras se orientan hasta 3,5 grados en sentido contrario a las delanteras. Así, este Renault Talisman dobla más de lo normal con mucha naturalidad, sin sentir que estés girando tanto el tren delantero y en consecuencia apoyando y hundiendo el morro del coche, como pasaría con una dirección convencional con una cremallera muy rápida. El Talisman es incisivo y suave a la vez. Y en ciudad reduces sobre todo mucho tu trabajo en las maniobras de aparcamiento y los ángulos de 90 grados. Un acierto.
Ya metidos en más faena en carretera, a partir de las velocidades indicadas, las ruedas traseras giran hasta 1 grado, pero ahora en el mismo sentido que las delanteras. De nuevo percibes una alta direccionalidad del Renault Talisman, con poco volanteo y rápidos apoyos sin balanceo en curva… claramente menos marcados y violentos que en un coche normal. El eje delantero parece no amagar nunca el suvbiraje y el eje trasero resulta inquebrantable a la trazada cuando decididamente vas muy rápido, momento en los que marca ya diferencias insalvables para un Ford Mondeo, por poner como buen ejemplo un coche convencional de guiados rápidos, consistentes apoyos y estables trazadas.
Renault Talisman: su motor
La sensación así pues general es que el Renault Talisman es mucho más estable y eficaz y enormemente más sencillo de conducir que casi todos sus rivales. Y cuanto más rápido, dinámicamente mejor coche es. Pero vuelvo a no dejarme llevar por la deportividad. El Talisman pisa en su modo Comfort también con una flexibilidad de su suspensión que genera mucha comodidad: como mínimo, como el mejor de sus rivales. Pero si de inmediato estás obligado a realizar una maniobra evasiva o girar rápidamente en una curva, dirías que no es posible responder con ese suave tacto de rodadura con la reactividad y estabilidad con que lo hace. Es un gran coche.
Quizá, embelesado por su respuesta y comportamiento, el motor Diesel superior del Renault Talisman, un 1.6 dCi biturbo de 160 CV de potencia, es, por sensaciones, lo menos impresionante. Su 0 a 100 km/h real no es malo (9,75 segundos), pero por momentos notas que le falta algo de temperamento. Eso sí, en conjunto con el cambio automático de doble embrague EDC resulta muy agradable y también eficiente, marcándonos un consumo medio real de 5,8 l/100 km francamente bajo. Que sea destacable su refinamiento, agrado y economía de uso en este lujoso Renault Talisman dice otras muy buenas cualidades que tiene, por tanto, esta mecánica. Pero, en general, la berlina se mueve con celeridad, pero también con momentos donde le pediría una respuesta con la viveza de su chasis. Es muy difícil bordarlo en todo.
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