Porsche Cayman S

Más que un Boxster con techo metálico, el Porsche Cayman S es un deportivo de figura esbelta, muy rápido, eficaz y divertido de conducir, que permite exprimir los 300 CV de su motor con una facilidad encomiable.

Porsche Cayman S
Porsche Cayman S
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Como decíamos antes, el Cayman no es exactamente un Boxster cerrado, pues hay bastantes modificaciones en el chasis y las diferencias con el roadster van más allá que el techo metálico. La marca alemana anuncia que muchas piezas del Cayman provienen del 911 Carrera, pero, independientemente de los componentes elegidos, la realidad es que el nuevo deportivo de Stuttgart ofrece una espectacular rigidez torsional, que la marca cifra al nivel del 911.Hay otras modificaciones en el chasis del Cayman, respecto a un Boxster, que contribuyen a proporcionar un comportamiento dinámico de primer orden, como son las suspensiones, con barra estabilizadora de mayor diámetro en el tren delantero y de menor en el trasero. Los amortiguadores han sido recalibrados y los muelles son algo más firmes en el eje posterior. Por su parte, los refuerzos del bastidor y los montantes del techo permiten aumentar significativamente la resistencia a la torsión.Cuenta con motor central –situado justo por delante del eje posterior- de seis cilindros en disposición bóxer (opuestos tres a tres horizontalmente) de 3,4 litros de capacidad, que ha heredado las culatas y el sistema VarioCam Plus del “nueveonce" y que anuncia una potencia oficial de 295 CV. Además de la ganancia de potencia (15 CV) se logra un mayor carácter al superar las 4.500 rpm. En nuestro banco de potencia le hemos arrancado 302 CV a 6.700 rpm y una cifra de par de 35,4 mkg a 4.500 vueltas.Lógicamente, con estas cifras de potencia, las prestaciones que obtiene son de primer nivel. De hecho, la velocidad máxima anunciada es de 275 km/h (no está limitada) y la aceleración de 0 a 100 km/h es de 5,4 segundos, mientras que el consumo oficial se sitúa en 10,6 litros por cada 100 km recorridos. Si quieres ver las cifras exactas de las mediciones, puedes pinchar en la pestaña “Nuestros Datos" de la parte superior,Nosotros no hemos logrado llegar a esa cifra de consumo de media, pero sí lo hemos visto por debajo de los 12 litros de media en conducción tranquila, cerca de 17 si vamos un poquito “finos" y alrededor de 24 litros a los 100 km en tramos de montaña, apurando el cambio casi hasta el corte de encendido. Hay que tener en cuanta que los desarrollos del cambio son bastante cortos, con una cuarta de 28 km/h a 1.000 rpm, una quinta de 32,5 km/h y una sexta de sólo 38,5 km/h. Eso sí, los cambios de marcha se realizan con bastante rapidez (a pesar de que los recorridos de la palanca no son demasiado cortos) y sobre todo, con enorme precisión (nada más desplazar la palanca ya notamos que la marcha ha sido engranada con éxito).Hay otro aspecto que destaca en la mayoría de los Porsche y especialmente en éste, los frenos. El Cayman cuenta con discos ventilados y perforados de 318 mm en el eje delantero y de 299 mm en el trasero, lo que le permite detenerse en unas distancias muy cortas. Nuestro Centro Técnico ha logrado pararlo por completo circulando a 140 km/h en sólo 64,9 metros, diez menos que otros modelos de renombre. Como buen Porsche, el pedal está duro y hay que pisarlo con decisión, pero el sistema permite un uso intenso sin que se muestren grandes síntomas de desfallecimiento, aunque sí podemos apreciar un mayor recorrido del pedal. Si necesitas aún más potencia de frenada, Porsche ofrece en opción un equipo de frenos carbocerámicos –con las pinzas pintadas en color amarillo-, que permiten un uso muy intenso, sin merma en las prestaciones, aunque tendrás que rascarte bien el bolsillo, pues la opción sale por 8.640 euros, sí, sí, casi un millón y medio de las antiguas pesetas.Sin duda, lo que más nos ha gustado de este modelo es su brillante comportamiento en carretera. Mucho más fácil de conducir que sus hermanos 911, más ligero, más eficaz. Permite unos cambios de apoyo muy francos, sin inercias molestas y, sobre todo, sin una exigencia exagerada para el conductor. A diferencia de un 911, desaparece esa sensación de flotación del tren delantero y permite entrar en los virajes con una confianza pasmosa, incluso en curvas largas con firme ondulado, sin temor a tener que frenar o a que se descoloque ante un pequeño bache.Bien es cierto que la unidad probada contaba con el opcional sistema de suspensión activa PASM -muy interesante-, que reduce en 10 mm la altura de la carrocería, tiene ajuste variable de la firmeza de los amortiguadores y permite seleccionar dos tipos de suspensión: Normal y Sport. En modo normal ya es bastante firme, pero resulta suficientemente cómoda para uso diario o para viajes por carreteras en mal estado. La modalidad Sport es extremadamente firme, muy eficaz en tramos con pavimento muy liso, donde apenas existen inclinaciones de la carrocería, pero poco adecuada para zonas en mal estado, pues se producen incómodos rebotes que descolocan el coche, aparte de las bruscas sacudidas que se trasladan directamente a la columna vertebral de nuestro cuerpo.También contaba nuestra unidad de pruebas con otra opción denominada Sport Chrono Pack –a nuestro juicio menos interesante-, un software específico que permite una gestión más deportiva del motor y modifica los parámetros de actuación del control de estabilidad y del ABS. Según anuncia la marca, en las pruebas realizadas en el circuito de Nürburgring, el Cayman S con la opción Sport Chrono rebajó en tres segundos el tiempo por vuelta respecto al mismo modelo sin esa opción; claro, con Walter Röhl a los mandos...
LO MEJOR
LO PEOR

* Comportamiento
* Motor elástico
* Frenos potentes

* Precio elevado
* Arranque a la izquierda
* Acceso al habitáculo