Porsche Cayenne Turbo S

Porsche acaba de presentar a la prensa especializada el nuevo Cayenne Turbo S, que con 521 CV es el Porsche de calle más potente jamás fabricado, con el permiso del intocable Carrera GT. Este incremento de potencia supone unas mejores prestaciones, sin que el consumo se vea afectado negativamente.

Porsche Cayenne Turbo S
Porsche Cayenne Turbo S

Si el Cayenne se ha convertido en la referencia de los SUV de lujo, esta versión vuelve a suponer un hito, desmarcándose de todo lo existente por potencia, prestaciones y capacidad dinámica. Y todo ello manteniéndose fieles a la filosofía que ha llevado a Porsche a distinguirse como uno de los fabricantes de deportivos más famosos, laureados y apreciados del planeta. El desarrollo del Cayenne Turbo S ha sido fácil y difícil al mismo tiempo. Fácil porque la base de partida era buena y apenas ha necesitado variaciones para obtener los resultados buscados. Difícil porque cuando se trata de tan descomunales cifras de potencia y prestaciones, resulta muy complejo transmitirlos al asfalto de forma equilibrada y de manera que resulte sencillo su control cuando se sienta a los mandos cualquier conductor que sea capaz de pagar lo que vale el coche. No olvidemos que, entre esta versión y el Cayenne Turbo, ya hubo un escalón intermedio en el año 2004. En aquel momento la firma de Stuttgart lanzó al mercado un kit de preparación oficial que incrementaba la potencia del Cayenne Turbo a 500 CV. Éste venía acompañado de frenos cerámicos y del nuevo techo panorámico, ambos elementos en opción. A tal potencia se llegaba simplemente variando la gestión de alimentación y sobrealimentación, logrando con ello una presión superior de soplado del turbo, que propiciaba alcanzar más caballos. Ahora se ha ido más allá y el trabajo ha sido más minucioso, con lo que el coche es exquisitamente equilibrado, capaz de alcanzar prestaciones de infarto aún a pesar de superar holgadamente las dos toneladas de peso, con unos registros en velocidad punta, aceleración y recuperación que ya quisieran para sí muchos coupés deportivos de campanillas. Así, el Cayenne Turbo S pasa de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos (0,4 segundos más rápido que el Turbo de 450 CV), alcanza 270 km/h (4 km/h más que el Turbo) y pasa de 80 a 120 km/h en 5ª en 5,4 segundos (6,1 para el Turbo). Para conseguirlo, no obstante, no gasta más, pues se ha homologado el mismo consumo medio, lo que dice mucho del rendimiento termodinámico del V8 de 4,5 litros, que supera así sin problemas la exigente normativa anticontaminante Euro IV, incluso en esta variante tan potente. 71 CV potencia y 10 mkg de par máximos extra son los culpables de tan espectaculares datos prestacionales, incrementado la musculatura del motor así como el agrado y la satisfacción de conducción.Para llegar hasta ahí, los ingenieros de Porsche han trabajado, sobre todo, en la sobrealimentación. El V8 no recibe cambios estructurales relevantes, salvo que se han reforzado los pistones y las culatas para permitir el incremento de potencia del Turbo S. Los dos intercoolers, sin embargo, sí que han cambiado por completo: son más grandes, cuentan con mejor geometría y circulación de aire y agua, y mejoran así su efectividad. Disminuyen las pérdidas de presión en un 50 por ciento y permiten que la sobrealimentación pueda soplar a 0,2 bar más, lo que facilita el incremento de rendimiento mencionado. Tanto la gestión del cambio Tiptronic S de seis velocidades como la de alimentación, control de estabilidad ESP, de tracción, suspensión neumática, etcétera, es decir toda la electrónica del coche, ha sido readaptada para la ocasión. Por su parte, los frenos son más grandes (de 380 mm en vez de 350 delante y de 358 mm en lugar de 330 detrás) y gruesos (de 38 mm frente a los 34 del Turbo), empleando pastillas mayores y bombines de superior diámetro. Sin recurrir a los carísimos frenos cerámicos se ha mejorado así el talón de Aquiles del Cayenne Turbo, ofreciendo en el Turbo S una frenada impecable, la que se espera siempre en todo Porsche. Con 521 CV, no es un coche de carreras, pero es un Porsche, de los de calle, el segundo más potente de la historia, que es decir mucho.