Peugeot 308

Es el sustituto del exitoso 307 y además inaugura una nueva generación en Peugeot: la de los modelos acabados en 8. Resulta atractivo por fuera, más amplio por dentro, se estrena con 3 motores Diesel y tres gasolina y su precio parte de los 14.600 euros. Ya lo hemos conducido; ésta es nuestra opinión.

Peugeot 308
Peugeot 308

En su lanzamiento en España el Peugeot 308 cuenta con una gama de 6 motores, tres gasolina (de origen BMW) y tres Diesel.

Los de gasolina son el 1.4 de 95 CV con cambio manual, el 1.6 de 120 CV con posibilidad de cambio manual o automático y el 1.6 THP de 150 CV (este último tiene una variante con caja automática y 140 CV de potencia).

Por lo que respecta a la oferta de motores Diesel, el comprador puede optar entre el 1.6 HDI, en versiones de 90 y de 110 CV, con caja manual de 6 marchas, y el 2.0 HDI de 136 CV. Especialmente interesantes para el posible comprador son las dos variantes del 1.6 HDI, ya que emiten a la atmósfera 120g/km de CO2 y, por tanto, están exentas del pago del impuesto de matriculación a partir del1 de enero de 2008.

Todas las motorizaciones son de 4 cilindros, algunas de las Diesel van provistas de filtro de partículas (FAP) y, de resultas de su combinación con cajas manuales de 5 o de 6 velocidades y automáticas de 4 o de 6 marchas, dan un total de 10 combinaciones posibles de grupos propulsores. Tienes todas las características de estos motores en esta prueba (una selección) y también en nuestra sección Precios de coches nuevos (mucho más completas).

La aerodinámica del 308 se ha mejorado respecto a la del 307: del anterior Cx de 0,32 se pasa ahora a un 0,29, lo que significa menor rozamiento con el aire, menor consumo y menos emisiones.

Las aptitudes dinámicas, en conducción, del Peugeot 308 no sólo se derivan de la elección de uno u otro motor; el chasis, las suspensiones y los frenos son los otros actores que pueden hacer de un modelo una delicia de conducción o una montura díscola y difícil de dominar. También son los elementos que configuran lo que se llama “seguridad activa", es decir, los máximos participantes en que un coche sea seguro, en que, si nos vemos en una situación comprometida por un error nuestro o por una circunstancia externa, el accidente no llegue, pueda ser evitado.

En el 308, la plataforma –el chasis– es la misma que en el 307, pero se ha mejorado para la nueva generación con refuerzos que aumentan la rigidez torsional. Lo mismo ocurre con las suspensiones, que Peugeot considera óptimas ya en el 307 y por eso las adopta tal cual en su sucesor.

En la parte delantera, son tipo seudo McPherson, con barra antivuelco desacoplada. Así, sentiremos que el tren delantero del 308 apunta donde queremos y permanece firme incluso en zonas con baches o con muchas irregularidades. Detrás, traviesa deformable, dos brazos y una barra antivuelco integrada consiguen que la zaga del 308 sea firme, que no haga movimientos extraños en curvas difíciles y, en conjunto con las suspensiones delanteras, logran dotar a este nuevo Peugeot de una gran estabilidad.

Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, ventilados delante (con vaciados en el metal para que se enfríen antes, ya que son responsables de contener en las frenadas la mayor parte de la energía del coche en movimiento) y macizos detrás.

¿Te parece que la oferta de motores es adecuada? En un modelo de este tipo, ¿resulta mejor un comportamiento tranquilo o quizás se echa de menos la chispa de una dosis de deportividad? A nosotros –y seguro que a Peugeot también– nos interesa tu opinión. ¡Déjanos tus comentarios!

En su lanzamiento en España el Peugeot 308 cuenta con una gama de 6 motores, tres gasolina (de origen BMW) y tres Diesel.

Los de gasolina son el 1.4 de 95 CV con cambio manual, el 1.6 de 120 CV con posibilidad de cambio manual o automático y el 1.6 THP de 150 CV (este último tiene una variante con caja automática y 140 CV de potencia).

Por lo que respecta a la oferta de motores Diesel, el comprador puede optar entre el 1.6 HDI, en versiones de 90 y de 110 CV, con caja manual de 6 marchas, y el 2.0 HDI de 136 CV. Especialmente interesantes para el posible comprador son las dos variantes del 1.6 HDI, ya que emiten a la atmósfera 120g/km de CO2 y, por tanto, están exentas del pago del impuesto de matriculación a partir del1 de enero de 2008.

Todas las motorizaciones son de 4 cilindros, algunas de las Diesel van provistas de filtro de partículas (FAP) y, de resultas de su combinación con cajas manuales de 5 o de 6 velocidades y automáticas de 4 o de 6 marchas, dan un total de 10 combinaciones posibles de grupos propulsores. Tienes todas las características de estos motores en esta prueba (una selección) y también en nuestra sección Precios de coches nuevos (mucho más completas).

La aerodinámica del 308 se ha mejorado respecto a la del 307: del anterior Cx de 0,32 se pasa ahora a un 0,29, lo que significa menor rozamiento con el aire, menor consumo y menos emisiones.

Las aptitudes dinámicas, en conducción, del Peugeot 308 no sólo se derivan de la elección de uno u otro motor; el chasis, las suspensiones y los frenos son los otros actores que pueden hacer de un modelo una delicia de conducción o una montura díscola y difícil de dominar. También son los elementos que configuran lo que se llama “seguridad activa", es decir, los máximos participantes en que un coche sea seguro, en que, si nos vemos en una situación comprometida por un error nuestro o por una circunstancia externa, el accidente no llegue, pueda ser evitado.

En el 308, la plataforma –el chasis– es la misma que en el 307, pero se ha mejorado para la nueva generación con refuerzos que aumentan la rigidez torsional. Lo mismo ocurre con las suspensiones, que Peugeot considera óptimas ya en el 307 y por eso las adopta tal cual en su sucesor.

En la parte delantera, son tipo seudo McPherson, con barra antivuelco desacoplada. Así, sentiremos que el tren delantero del 308 apunta donde queremos y permanece firme incluso en zonas con baches o con muchas irregularidades. Detrás, traviesa deformable, dos brazos y una barra antivuelco integrada consiguen que la zaga del 308 sea firme, que no haga movimientos extraños en curvas difíciles y, en conjunto con las suspensiones delanteras, logran dotar a este nuevo Peugeot de una gran estabilidad.

Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, ventilados delante (con vaciados en el metal para que se enfríen antes, ya que son responsables de contener en las frenadas la mayor parte de la energía del coche en movimiento) y macizos detrás.

¿Te parece que la oferta de motores es adecuada? En un modelo de este tipo, ¿resulta mejor un comportamiento tranquilo o quizás se echa de menos la chispa de una dosis de deportividad? A nosotros –y seguro que a Peugeot también– nos interesa tu opinión. ¡Déjanos tus comentarios!