Opel Signum 2.2 Direct

Menos es más. Esta es la filosofía que destila el nuevo Signum de Opel. Un coche que apuesta por llevar, preferiblemente, a dos ocupantes en las plazas traseras, pero como si viajaran en primera clase. Esta no es, sin embargo, la única novedad que incorpora la berlina familiar alemana. La versión que probamos estrena una novedosa motorización de 2,2 litros de inyección directa de gasolina.

Opel Signum 2.2 Direct
Opel Signum 2.2 Direct

El Lexus IS 200 Sportcross es algo más caro que el Signum, algo que se justifica ante el hecho de que la marca de lujo de Toyota se dirige a un segmento más pudiente. En esta berlina destaca el aire deportivo que posee y, a la vez, lo fácil que se conduce. Si tuvieramos que ponerle alguna pega, podríamos señalar que, para ser un familiar, posee un maletero de formas irregulares y que tenemos que llevar el motor muy alto de vueltas para verlo mostrar lo mejor de sí mismo.La versión familiar del Mazda 6 cuenta a su favor con un diseño atractivo y moderno. Al igual que su hermano de gama, posee un aire deportivo que se refleja en un comportamiento dinámico destacado. La motorización que incluye este modelo, un 2 litros de 141 CV, no le proporciona unas prestaciones de escándalo, aunque no le hace desmerecer demasiado frente a la berlina familiar de Opel. El familiar del Laguna también puede enclavarse como posible rival del Signum, ya que no es un “station wagon" convencional. Su diseño le hace ganar muchos puntos entre los compradores, que casi lo ven como una berlina convencional. Cuenta con una dirección y unas suspensiones bastante suaves, lo que revierte en un incremento esponencial del confort de los ocupantes en detrimento de un comportamiento más deportivo. La motorización que hemos elegido es la básica para esta variante y rinde 135 CV.Como decíamos en el texto de la prueba, el Opel Signum no tiene rivales puros. Sin embargo, sí que se puede comparar con una serie de modelos “sui generis" como el Vel Satis. El automóvil de Renault tiene una concepción parecida al de Opel, ya que está pensado principalmente para transportar con total comodidad a los ocupantes del mismo. Sin embargo, el Vel Satis sigue una tendencia más “monovolumen" y tiene en su contra una estética diferente. El precio del Vel Satis es casi 5.000 euros superior en el modelo galo.El Rover 75 es otro de los familiares poco comunes que hemos elegido para rivalizar con el Signum. Esta versión cuenta con un propulsor de menor cilindrada (1.796 cc) que gracias a la turboalimentación obtiene cifras de potencia muy similares a las del modelo de Opel. Podemos destacar también un interior con materiales de calidad y típicamente británico en cuanto a su diseño. Por el contrario, podemos citar que el 75 no tiene control de estabilidad ni como opción. El Lexus IS 200 Sportcross es algo más caro que el Signum, algo que se justifica ante el hecho de que la marca de lujo de Toyota se dirige a un segmento más pudiente. En esta berlina destaca el aire deportivo que posee y, a la vez, lo fácil que se conduce. Si tuvieramos que ponerle alguna pega, podríamos señalar que, para ser un familiar, posee un maletero de formas irregulares y que tenemos que llevar el motor muy alto de vueltas para verlo mostrar lo mejor de sí mismo.La versión familiar del Mazda 6 cuenta a su favor con un diseño atractivo y moderno. Al igual que su hermano de gama, posee un aire deportivo que se refleja en un comportamiento dinámico destacado. La motorización que incluye este modelo, un 2 litros de 141 CV, no le proporciona unas prestaciones de escándalo, aunque no le hace desmerecer demasiado frente a la berlina familiar de Opel. El familiar del Laguna también puede enclavarse como posible rival del Signum, ya que no es un “station wagon" convencional. Su diseño le hace ganar muchos puntos entre los compradores, que casi lo ven como una berlina convencional. Cuenta con una dirección y unas suspensiones bastante suaves, lo que revierte en un incremento esponencial del confort de los ocupantes en detrimento de un comportamiento más deportivo. La motorización que hemos elegido es la básica para esta variante y rinde 135 CV.Como decíamos en el texto de la prueba, el Opel Signum no tiene rivales puros. Sin embargo, sí que se puede comparar con una serie de modelos “sui generis" como el Vel Satis. El automóvil de Renault tiene una concepción parecida al de Opel, ya que está pensado principalmente para transportar con total comodidad a los ocupantes del mismo. Sin embargo, el Vel Satis sigue una tendencia más “monovolumen" y tiene en su contra una estética diferente. El precio del Vel Satis es casi 5.000 euros superior en el modelo galo.El Rover 75 es otro de los familiares poco comunes que hemos elegido para rivalizar con el Signum. Esta versión cuenta con un propulsor de menor cilindrada (1.796 cc) que gracias a la turboalimentación obtiene cifras de potencia muy similares a las del modelo de Opel. Podemos destacar también un interior con materiales de calidad y típicamente británico en cuanto a su diseño. Por el contrario, podemos citar que el 75 no tiene control de estabilidad ni como opción. El Lexus IS 200 Sportcross es algo más caro que el Signum, algo que se justifica ante el hecho de que la marca de lujo de Toyota se dirige a un segmento más pudiente. En esta berlina destaca el aire deportivo que posee y, a la vez, lo fácil que se conduce. Si tuvieramos que ponerle alguna pega, podríamos señalar que, para ser un familiar, posee un maletero de formas irregulares y que tenemos que llevar el motor muy alto de vueltas para verlo mostrar lo mejor de sí mismo.La versión familiar del Mazda 6 cuenta a su favor con un diseño atractivo y moderno. Al igual que su hermano de gama, posee un aire deportivo que se refleja en un comportamiento dinámico destacado. La motorización que incluye este modelo, un 2 litros de 141 CV, no le proporciona unas prestaciones de escándalo, aunque no le hace desmerecer demasiado frente a la berlina familiar de Opel. El familiar del Laguna también puede enclavarse como posible rival del Signum, ya que no es un “station wagon" convencional. Su diseño le hace ganar muchos puntos entre los compradores, que casi lo ven como una berlina convencional. Cuenta con una dirección y unas suspensiones bastante suaves, lo que revierte en un incremento esponencial del confort de los ocupantes en detrimento de un comportamiento más deportivo. La motorización que hemos elegido es la básica para esta variante y rinde 135 CV.Como decíamos en el texto de la prueba, el Opel Signum no tiene rivales puros. Sin embargo, sí que se puede comparar con una serie de modelos “sui generis" como el Vel Satis. El automóvil de Renault tiene una concepción parecida al de Opel, ya que está pensado principalmente para transportar con total comodidad a los ocupantes del mismo. Sin embargo, el Vel Satis sigue una tendencia más “monovolumen" y tiene en su contra una estética diferente. El precio del Vel Satis es casi 5.000 euros superior en el modelo galo.El Rover 75 es otro de los familiares poco comunes que hemos elegido para rivalizar con el Signum. Esta versión cuenta con un propulsor de menor cilindrada (1.796 cc) que gracias a la turboalimentación obtiene cifras de potencia muy similares a las del modelo de Opel. Podemos destacar también un interior con materiales de calidad y típicamente británico en cuanto a su diseño. Por el contrario, podemos citar que el 75 no tiene control de estabilidad ni como opción. El Lexus IS 200 Sportcross es algo más caro que el Signum, algo que se justifica ante el hecho de que la marca de lujo de Toyota se dirige a un segmento más pudiente. En esta berlina destaca el aire deportivo que posee y, a la vez, lo fácil que se conduce. Si tuvieramos que ponerle alguna pega, podríamos señalar que, para ser un familiar, posee un maletero de formas irregulares y que tenemos que llevar el motor muy alto de vueltas para verlo mostrar lo mejor de sí mismo.La versión familiar del Mazda 6 cuenta a su favor con un diseño atractivo y moderno. Al igual que su hermano de gama, posee un aire deportivo que se refleja en un comportamiento dinámico destacado. La motorización que incluye este modelo, un 2 litros de 141 CV, no le proporciona unas prestaciones de escándalo, aunque no le hace desmerecer demasiado frente a la berlina familiar de Opel. El familiar del Laguna también puede enclavarse como posible rival del Signum, ya que no es un “station wagon" convencional. Su diseño le hace ganar muchos puntos entre los compradores, que casi lo ven como una berlina convencional. Cuenta con una dirección y unas suspensiones bastante suaves, lo que revierte en un incremento esponencial del confort de los ocupantes en detrimento de un comportamiento más deportivo. La motorización que hemos elegido es la básica para esta variante y rinde 135 CV.Como decíamos en el texto de la prueba, el Opel Signum no tiene rivales puros. Sin embargo, sí que se puede comparar con una serie de modelos “sui generis" como el Vel Satis. El automóvil de Renault tiene una concepción parecida al de Opel, ya que está pensado principalmente para transportar con total comodidad a los ocupantes del mismo. Sin embargo, el Vel Satis sigue una tendencia más “monovolumen" y tiene en su contra una estética diferente. El precio del Vel Satis es casi 5.000 euros superior en el modelo galo.El Rover 75 es otro de los familiares poco comunes que hemos elegido para rivalizar con el Signum. Esta versión cuenta con un propulsor de menor cilindrada (1.796 cc) que gracias a la turboalimentación obtiene cifras de potencia muy similares a las del modelo de Opel. Podemos destacar también un interior con materiales de calidad y típicamente británico en cuanto a su diseño. Por el contrario, podemos citar que el 75 no tiene control de estabilidad ni como opción. El Lexus IS 200 Sportcross es algo más caro que el Signum, algo que se justifica ante el hecho de que la marca de lujo de Toyota se dirige a un segmento más pudiente. En esta berlina destaca el aire deportivo que posee y, a la vez, lo fácil que se conduce. Si tuvieramos que ponerle alguna pega, podríamos señalar que, para ser un familiar, posee un maletero de formas irregulares y que tenemos que llevar el motor muy alto de vueltas para verlo mostrar lo mejor de sí mismo.La versión familiar del Mazda 6 cuenta a su favor con un diseño atractivo y moderno. Al igual que su hermano de gama, posee un aire deportivo que se refleja en un comportamiento dinámico destacado. La motorización que incluye este modelo, un 2 litros de 141 CV, no le proporciona unas prestaciones de escándalo, aunque no le hace desmerecer demasiado frente a la berlina familiar de Opel. El familiar del Laguna también puede enclavarse como posible rival del Signum, ya que no es un “station wagon" convencional. Su diseño le hace ganar muchos puntos entre los compradores, que casi lo ven como una berlina convencional. Cuenta con una dirección y unas suspensiones bastante suaves, lo que revierte en un incremento esponencial del confort de los ocupantes en detrimento de un comportamiento más deportivo. La motorización que hemos elegido es la básica para esta variante y rinde 135 CV.Como decíamos en el texto de la prueba, el Opel Signum no tiene rivales puros. Sin embargo, sí que se puede comparar con una serie de modelos “sui generis" como el Vel Satis. El automóvil de Renault tiene una concepción parecida al de Opel, ya que está pensado principalmente para transportar con total comodidad a los ocupantes del mismo. Sin embargo, el Vel Satis sigue una tendencia más “monovolumen" y tiene en su contra una estética diferente. El precio del Vel Satis es casi 5.000 euros superior en el modelo galo.El Rover 75 es otro de los familiares poco comunes que hemos elegido para rivalizar con el Signum. Esta versión cuenta con un propulsor de menor cilindrada (1.796 cc) que gracias a la turboalimentación obtiene cifras de potencia muy similares a las del modelo de Opel. Podemos destacar también un interior con materiales de calidad y típicamente británico en cuanto a su diseño. Por el contrario, podemos citar que el 75 no tiene control de estabilidad ni como opción.