Las marcas de coches siempre adaptan sus nomenclaturas al momento en el que viven y más cuando antes se carecía de una gama SUV, como es el caso de Opel. Ahora en plena era todocamino es normal que se quiera definir un apellido como ha hecho Opel, que denominará X a todos sus modelos con ciertas aptitudes para salir del asfalto. Esto incluirá a berlinas, compactos y, cómo no, a modelos que desde el inicio nacieron para ser SUV, como es el caso del Mokka, y los futuros Crossland y Grandland, de ahí el cambio de nombre. Convenientemente actualizado, el Mokka X no es muy diferente del Mokka que ya conocíamos, al menos en su estructura. Por edad le tocaba el tradicional lavado de cara de ciclo medio de vida de producto y es el que ha aprovechado la marca para, además de añadir una X a su nombre, mejorar el producto y hacerlo un poco más agradable y atractivo. No es una cuestión de habitabilidad o comportamiento, sino de calidad de vida a bordo, que se moderniza. También hay un componente de mejora estética interior y exterior y, aunque eso va en gustos, también considero que le ha hecho ganar en presencia.
Como primera prueba recurrimos a la tope de gama en Diesel, equipada además con la tracción total. Incluye el motor 1.6 CDTi de 136 CV ya con especificaciones Euro 6, el único Diesel de su gama, caja de cambios manual y el completísimo acabado Excellence.
Opel Mokka X, ¿qué hay de nuevo?
Los cambios estéticos aportan cierto atractivo y, al menos para mi gusto, ha pasado de ser un coche soso a emocionar algo más. El diseño de faros con tecnología led le ha permitido jugar con la forma de la luz diurna para ofrecer una mirada más interesante. Pero donde más valoro el nuevo estilo es en el interior que ahora es mucho más agradable, abandonando la anterior aburrida sobriedad. La vida a bordo mejora con el nuevo sistema multimedia y la batalla de sistemas que ya estrenase la nueva generación del compacto Astra.
El motor 1.6 CDTI fue el encargado de sustituir al veterano 1.7 CRDI con el que se lanzó el Mokka al mercado. A pesar de ser un nuevo propulsor ahora se ha retocado en su electrónica para cumplir la Euro 6 con garantías; tras el “Dieselgate”, las marcas no se la juegan. Considero que es un buen motor y mueve con soltura al Mokka pero con la nueva electrónica ha reducido sus prestaciones (mantiene los desarrollos y no ha recibido ayuda de aditivos tipo AdBlue). La merma no hace saltar las alarmas ni convierte al Mokka X en un inframotorizado; dado el tipo de automóvil que es y estudiando lo que ofrece la competencia, considero que los datos obtenidos por nuestro Centro Técnico son aceptables; en las aceleraciones pierde poco más de medio segundo que ni se aprecia, siendo en las recuperaciones donde está la merma significativa. Así ahora es 1,1 segundos más lento en el paso de 80 a 120 en cuarta, 1,4 segundos en quinta y hasta 3,5 segundos menos veloz en sexta. Si nos olvidamos de la comparación, los datos que obtiene se encuentran más o menos en la media de lo que se puede encontrar en el segmento, pero si comparamos con el anterior sí es criticable, puesto que no es una evolución.
En baja resulta un poco perezoso y al iniciar la marcha obliga a usar el embrague un poco más de lo esperado, detalle que se aprecia más en ciudad; antes del cambio a la Euro 6 ya era así. Es poco, una vez superadas las 1.500 vueltas se mueve con normalidad y alegría. En carretera muestra cierta agilidad mecánica y hay velocidad de sobra. Con el coche cargado ofrece la suficiente soltura que se espera de él. Consume poco y, con la nueva electrónica, el gasto ha subido apenas dos décimas de litro en todas las mediciones. Comparado con sus rivales su gasto se encuentra en la media del segmento, siempre más cerca de los mejores.
Opel Mokka X, con tracción total
En ciudad, el Opel Mokka X es ágil entre el tráfico y es fácil moverse por ella. Gracias a su altura ofrece buena visibilidad, los controles de distancia funcionan bien y su radio de giro permite callejear y aparcarlo sin problemas. En carretera esconde bien sus proporciones, especialmente la altura. La suspensión es quizá más firme de lo deseado y algo seca en el tren trasero, detalle que apreciarás en los badenes de urbanización, pero a cambio con buen asfalto se comporta bien; no se puede tener todo y siendo un coche alto en Opel han preferido la seguridad en su comportamiento antes que el confort absoluto. En curvas gusta más de lo que en principio su estética SUV pueda presagiar.
Los controles de estabilidad y tracción están bien calibrados y actúan cuando la situación lo precisa. Nuestra unidad tenía tracción total, si bien también se puede combinar con este mismo motor con la 4x2 por 2.200 euros menos. Con asfalto seco apenas se aprecia la actuación del tren trasero y hay que exigirle mucho sentir cómo el tren trasero ayuda a redondear. Sobre suelo mojado o en tierra sí notas cómo trabaja. En esta situación aporta algo más de seguridad, por lo que sólo te lo recomiendo 4x4 si vas a salir del asfalto o si vives en zonas de mucha lluvia o alta montaña. En el día a día el 4x2 es más ligero, consumirá menos y el aporte de la tracción total no te merecerá la pena para los 2.200 euros que cuesta de más. Sus aptitudes fuera del asfalto se reducen a caminos en buen estado. Pasa por más sitios que una berlina pero no mucho más; no está pensado para trialeras ni zonas embarradas, ni su altura libre al suelo ni sus neumáticos se lo permiten.
En el habitáculo, se goza de una generosa altura interior que, además de seguridad, aporta una agradable sensación de espacio. Los asientos delanteros son cómodos y tienen la dureza justa para no agotarte en largos viajes con, además, la postura de conducción con las piernas más cerca del ángulo recto, que es el ideal de salud, y regulación de longitud de banqueta. Desde el puesto de conducción se accede bien a todos los mandos, con muchas funciones agrupadas en el propio volante. El tacto de los materiales de este acabado Excellence es bueno, el volante agradable y los pedales con la dureza adecuada; no encontrarás problemas. En las plazas traseras se puede viajar bien, siguiendo la tónica delantera. Es un coche de 4,2 metros de largo, por lo que su espacio se adecua al ofrecido por un compacto pequeño. Por ejemplo, comparado con un Opel Astra, hay 6 cm menos de espacio para piernas y comparado con un Renault Mégane tiene 1 cm más, pero ofrece entre 3 y 4 cm más de altura interior que ellos. Comparado con sus rivales directos es ligeramente más pequeño en espacio longitudinal, pero es que también lo es más por fuera; el espacio está bien aprovechado.
La calidad general es buena. El sistema multimedia funciona bien y cuenta con las múltiples funciones del sistema OnStar, con el que en caso de emergencia tienes la ayuda cerca. Con este motor se ofrece en dos acabados. Selective y Excellence ambos completos en su oferta y a buen precio.
Opel Mokka X 1.6 CDTI 4x4, nuestro balance
Es un coche completo, con un espacio acorde al tamaño que tiene, buen maletero, buenas aptitudes y, sobre todo, un precio muy competitivo. No me gusta que haya empeorado en sus prestaciones. No por ello es mal coche pero si se retoca algo creo que debería ser para mejorarlo en todos los apartados. Así han hecho en el interior o en su imagen, que ha ganado en calidad y presencia.
Opel Mokka X 1.6 CDTI 4x4, ficha técnica (mediciones Centro Técnico Autopista)
DATOS TÉCNICOS | Opel Mokka X 1.6 CDTI 4x4 |
Motor | 1.598 cm3/4 cilindros |
Potencia | 136 CV a 6.500 rpm |
Par máximo | 32,6 mkg a 2.000-2.200 rpm |
Aceleración 0-100 km/h | 11,37 seg |
Recuperación 80-120 en 4ª | 9,71 seg |
Velocidad máxima | 187 |
Peso | 1.528 kg |
Consumo medio real | 5,5 l/100 km |
Consumo carretera real | 5,2 l/100 km |
Consumo urbano real | 6,1 l/100 |
Anchura del/tras | 138/130 cm |
Espacio piernas atrás | 72 cm |
Maletero | 325 litros |
Precio | Desde 28.183 euros |
Descuento | 3.326 euros |
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